-¿Estas segura Clarke? tal vez no estes preparada para esto aún- dijo Lexa dudosa.-Lexa estoy segura de esto, pero si eres tú la que no quiere continuar solo tienes que decirlo, lo entendere - respondio Clarke.
-No, quiero hacerlo, es solo que tengo miedo de que estemos apresurandonos- dijo la castaña con un tono de voz inseguro mientras miraba a los ojos de Clarke.
-Lexa, todo va a estar bien, confio en ti- dijo Clarke tomando una de las manos de Lexa y depocitando un beso en la muñeca.
Lexa dejo escapar el aire que estaba conteniendo, estaba adorablemente ruborizada y Clarke solo queria romper la distancia para besarle de una maldita vez.
-De acuerdo, pero si en algún momento te sientes mal o sientes dolor o quieres que nos detengamos, ¿me lo diras?- pregunto la castaña con gesto serio.
-Claro, pero sé que no sera necesario- dijo Clarke con la misma seriedad, mientras ambas se miraban a los ojos, perdiendose la una en la otra.
-¡¡Oh por favor!! ¡¡solo arranquen el auto de una maldita vez!! ¡vamos a la piscina con Clarke esguinzada ni que estuvieran a punto de tener su primera vez!- interrumpio Raven desde el asiento trasero irritada.
Si las miradas mataran la que le dedico Clarke a su amiga la habria liquidado, Lexa se ruborizo rabiosamente mientras encendia el coche y Octavia que se hallaba sentada junto a la latina en el asiento trasero optó por mirar por la ventanilla tratando de ocultar la risa, esta vez tenia que darle la razón a Raven: Clarke y Lexa estaban siendo asquerosamente cursis.
El incidente del esguince habia sucedido hacia ya casi una semana atras, finalmente Clarke solo nesecito un vendaje en el pié y usar muletas, sí todo iba bien dentro de dos semanas ya no necesitaria de ellas. Suelen decir que no hay mal que por bien no venga y en el caso del pequeño accidente de Clarke fue asi ya que Lexa se habia adherido a la muchacha como una lapa cuidando y consintiendo de una forma envidiable."¿Es una cosa de lesbianas ser asi de consentidora o solo es Lexa? porque si es cosa de lesbianas empezare a replantearme mi sexualidad" habia dicho Raven al ver el comportamiento de la castaña.
Clarke por su parte estaba comenzando a creer en las vidas pasadas y que algo muy malo le habia pasado en la anterior para que en esta tuviera la suerte de cruzarse con Lexa y que la muchacha estuviera interesada en ella.
"La diosa de las lesbianas debe existir y por lo visto guarda tambien a las bi" era la única conclusión a la que lograba llegar Clarke auque si era sincera consigo misma últimamente se sentia mas Lexasexual que cualquier otra cosa y es que tener a Lexa durante todos esos dias tan dedicada a ella habia sido una dulce tortura.
La castaña se habia ofrecido a ayudar a Abby en lo que necesitara y la mujer se habia negado en un principio pero al parecer la menor de las Griffins no era la única que no podia resistirse a Lexa porque después de que la muchacha insistiera un par de veces Abby habia cedido dejando que se encargara de hacer las compras (tarea que siempre habia estado a cargo de Clarke) y de ayudar a la rubia a preparar la cena y como si todo eso fuera poco de llevar y traer a la rubia al trabajo. En un primer momento Clarke se habia negado diciendo que eso seria aprovecharse de su buena voluntad y que era demasiado pero Lexa le habia mirado con ojos de chachorro mojado pidiéndole que la dejara ayudar y Clarke le habria dado un riñón si se lo pedia con esos ojos. Los ojos de cachorro de Lexa Wood eran un arma de destrucción máxima.
La rubia sin embargo no habia flaqueado a la hora de ir a trabajar a pesar de las protestas de su madre, Lexa y la misma señora Norris, la rubia habia querido volver al trabajo ni bien la hinchazón y el dolor habian desaparecido. Su jefa la habia enviado directo a la caja donde su única tarea era estar sentada cobrando a los clientes temerosa de que la muchacha con su torpeza terminara hiriendose en serio.
La rutina de Clarke habia consistido en levantarse y ordenar lo que podia sin esforzarse y esperar a que Lexa pasara a recogerla para llevarla a trabajar. Luego Lexa la buscaba a la salida del mismo, hacian las compras juntas y preparaban la cena para la llegada de Abby. Cuando esta llegaba Lexa solia intentar irse, pero Clarke y Abby solian insistir para que se quedara a comer con ellas, después de la cena Lexa ayudaba a Clarke con los ejercicios del tobillo, a veces veian una película juntas, y al final se despedian con un beso rapido en la puerta creyendo que Abby no las veia y la mujer les dejaba creer eso.
Habian descubierto mucho la una de la otra en esa semana, que se sumaba a las dos anteriores, podian hablar de todo y de nada, era algo raro y maravilloso cuando Clarke se detenia a analizarlo. Nunca antes habia conectado tan rapido con alguien y a veces tenia miedo de que esa pequeña burbuja que habian creado con Lexa explotara en cualquier momento demostrando que la realidad era otra, porque las cosas no podian ir tan bien, no tan facilmente.
Después de casi toda una semana atrapadas en esa rutina Lexa le habia propuesto el sabado por la noche mientras cocinaban ir a pasar el día en la piscina de su casa y de paso conocer a sus primos que habian llegado el viernes. Incluso la castaña le habia dicho de invitar a Octavia y Raven pues mientras más fueran seria mejor. Y la idea le habia parecido genial a la rubia pero Raven ya empezaba a hacer que se arrepintiera de eso.
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Los caprichos del destino
Aléatoire¿Cuánto tiempo necesitas para enamorarte?, ¿Un año, un mes, un dia o un segundo?, Clarke y Lexa no saben muy bien la respuesta a eso pero el destino se ocupara de juntarlas y responderles...