Los caprichos del destino

Capítulo 10: "Lluvia"

Lexa había recorrido apenas un par de kilómetros cuando vio un espectáculo que la confundió. Debajo se la lluvia, que había empezado a caer de forma copiosa, había tres figuras: una de ellas corría de un lado a otro con una mochila en la cabeza, la otra estaba doblándose de risa y la tercera estaba sentada en el piso cubriéndose el rostro con las manos.
Estaba preguntándose que demonios pasaba por la cabeza de esas tres cuando deparó en Clarke y se dio cuenta de que la rubia estaba llorando y sintió que se le hacia un nudo en el pecho. Estaciono el auto y bajo maldiciendo interiormente el clima para ir hacia Clarke, cuando se acerco a ella y escucho el sonido de sollozos que habían sido amortiguados por la lluvia tuvo ganas de golpearse a si misma por haber tardado en ir en busca de ella.

-Clarke- la llamo poniéndose en cuclillas a su lado, quería abrazarla o mejor aún cargarla en brazos y subirla al auto pero dudaba que ese gesto fuera bien recibido.

La rubia se quito las manos de los ojos y miro a Lexa incrédula de lo que veían sus ojos por unos segundos, se odiaba por romper a llorar y para mejorar la situación la última persona que quería que la viera en ese estado acababa de aparecerse frente a ella.

-¡¡Largo!!- dijo Clarke tratando de sonar lo más fría posible.

-Clarke, sube al auto, puedo explicar todo- intento Lexa con dulzura.

-¡¡He dicho que te largues!!- gruño Clarke dándole un pequeño empujón para apartala cuando la castaña intento llegar a ella.

-No voy a ir a ningún lado así que sube al auto por favor- pidió Lexa con suavidad a pesar de que le había dolido el gesto de la rubia.

No podía culparla por sentirse enojada, no después de lo que había visto pero en alguna parte de ella esperaba que Clarke al menos le diera el beneficio de la duda, si bien hacia solo tres semanas que se conocían Lexa creía que nunca le había dado un motivo para desconfiar de ella más allá del show que había montado Costia esa tarde.

-¡¡No voy a ir a ningún sitio contigo!! ¡¡largate de una maldita vez!!- volvió a gruñir la rubia, se veía furiosa a pesar de estar llorando.

Lexa solo negó con la cabeza cuando la voz de Raven llamo su atención.

-Sera mejor que la escuches o terminara usando las muletas para golpearte, esta furiosa- le advirtió Raven más preocupada que enojada.

-Suban al auto, esto es un mal entendido- les pidió.

Raven iba a protestar cuando Octavia la tomo del brazo, la llevo hacia el auto y la empujo dentro gruñendo un "solo pon el culo en el auto Reyes" a modo de advertencia.

-¿Qué creen que están haciendo?- pregunto Clarke indignada viendo a sus amigas.

-Espero que tengas una muy buena explicación- le dijo Octavia a Lexa con un tono mortalmente serio y después se volvió hacia Clarke- tú sube al auto y escucha lo que tiene que decir, se adulta.

Clarke escupió una maldición mientras veía a Octavia entrar al auto y cerrar la puerta dando por finalizada la discusión. La morena solía llamar al orden con una autoridad a veces apabullante. La rubia solo se cabreo más y tomo las muletas dispuesta a no darles el gusto a ninguna, ni a su amiga ni a Lexa.

-¡¿Clarke?! ¿Qué crees que haces?- pregunto Lexa al verla tomar las muletas, por la cara de la rubia se daba cuenta que no pensaba complacer a Octavia y mucho menos a ella.

-Me voy a mi casa- escupió de malas maneras mientras le daba una mirada a Lexa capaz de sacar ampollas.

-¿Es broma?- pregunto Lexa incrédula de que Clarke estuviera dispuesta a caminar bajo semejante aguacero.