Capítulo 26: "Miercoles"

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Clarke estaciono el auto lentamente, quitó la marcha, cerró el contacto y se giro en el asiento para mirar el asiento del acompañante sonriendo.

-Vas a tener que hacerlo- dijo la rubia triunfante.

-No puedo creerlo- dijo Lexa sonriendo mientras negaba con la cabeza.

-¿Vas a ponertelo no? Una promesa es una promesa, Lexa- dijo Clarke con seriedad.

Lexa negó con la cabeza de nuevo y miró a Clarke sonriendo, no podía creer lo que acababa de pasar. Clarke había conducido a la perfección, no hubo frenazos, ni parones, ni nervios, por momentos había dudado que fuese su novia la que conducía pero al parecer con la motivación indicada la rubia era capaz de lograr cualquier cosa.

- ¿Tengo otra opción?- preguntó la castaña.

-No, ninguna, ¿te lo puedes poner ahora?- pregunto Clarke con entusiasmo.

-¿No me has mirado las piernas verdad?- preguntó Lexa.

-¿Que?- dijo Clarke mirando esa parte se la anatomía de Lexa y abriendo la boca al ver las medias- ¿lo tiene puesto ahora?

Lexa solo se levantó la falda muy despacio dejando apenas ver las ligas haciendo que Clarke casi tuviera un derrame cerebral. La rubia apoyó la cabeza contra el volante y levantó la mano pidiendo tiempo mientras trataba de calmar su corazón.

-¿Es el negro?- preguntó Clarke.

-No, es un conjunto nuevo en realidad- dijo Lexa sonriendo de costado.

-¿Cuantos conjuntos tienes? No te he visto repetir uno- dijo Clarke frunciendo el ceño.

-¿Los ves?, por lo rápido que me lo arrancas nunca lo hubiera adivinado- respondió Lexa riendo.

Clarke desabrocho el cinturón dispuesta a saltarle encima a su novia cuando las luces de su casa parpadearon.

-¡Mierda!- gruñó la rubia.

-¿Qué pasa?- preguntó Lexa y entonces siguió la mirada de Clarke notando el parpadeo de las luces.

-Olvide que mamá está en casa- dijo la chica tapándose el rostro.

-No es problema, vamos a la mía- dijo la castaña encogiéndose de hombros.

-No es solo eso, me pidió que cenara con ella y Kane hoy, lo siento tanto, lo olvide totalmente- dijo la rubia apesadumbrada.

-¡Clarke!, ¿Cómo pudiste olvidarlo? No lo hemos hecho por estar con las clases de conducción y ahora no podremos- dijo Lexa haciendo un puchero.

-Ni me lo digas, estás usando un portaligas y tengo que ir a cenar con mi madre y su jefe, quiero llorar- dijo la rubia afligida.

-¡A la mierda! Lo haremos aquí-dijo Lexa desabrochando el cinturón.

-¡¡Lexa no!! Mi madre ya hizo la seña de luces, sabe que estamos aquí- dijo Clarke asustada al ver a Lexa acercándose a ella.

- Tranquila, solo vera que nos damos un par de besos- dijo Lexa besándola mientras una de sus manos empezaba a desabrochar el botón de los pantalones de Clarke.

-No Lexa basta, no vas a toquetearme mientras mi madre esta con un ojo puesto en nosotras desde la ventana- dijo Clarke apartándose del voraz beso, ya tenía la respiración acelerada.

-Tu madre no esta viendonos, seguro esta hablando con su jefe o algo así- dijo la castaña volviendo a besarla mientras le bajaba el cierre.

-Lexa, espera, tus hormonas te están dominando- dijo Clarke mientras Lexa atacaba su cuello para dibujar un camino con su lengua desde donde latía su pulso hasta ese lugar sensible debajo de su oído.

Los caprichos del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora