Con la cabeza baja seguí los pasos apurados del eunuco frente a mi, tomé cortas respiraciones para calmar mis nervios, cuando el hombre se detiene y habla con con una mujer de edad, la mujer voltea a verme así que bajo la vista de inmediato.
La mujer me jaló de un brazo y me arrastró con ella a otro sitio, hasta detenernos frente a unas puertas de madera tallada donde dos mujeres custodian la entrada. Una de ellas entró al lugar para un minuto más tarde salir y darnos paso. La mujer mayor me empujó dentro de los aposentos hasta quedar frente a unas mujeres. Solo podía ver el borde de sus vestidos y parecían ser telas finas y caras.
- Sultana ella es el presente del Khan de Crimea - la mujer dijo.
- Ya veo, acércate - levanté la vista para confirmar que es a mi a quien habla, cuando la mujer que me trajo al lugar me empujó por la espalda.
Hice una reverencia y volví a colocar mis ojos en el suelo.
- Dime ¿cuál es tu nombre? - la mujer preguntó con su voz de terciopelo.
- Mevkibe, mi señora - dije de forma sumisa.
La mujer se levantó de su asiento caminando despacio hasta mi, sus suaves dedos sostuvieron mi mentón obligándome a levantar la vista.
- Vaya que eres hermosa - sonrió - Estoy segura que encantara a mi hijo.
Y vaya que tenía razón, la jovencita frente a ella encantaría al futuro Sultán.
***
La Sultana Mahidevran me miraba desde su asiento, sabía que no era de su agrado, seguí ayudando al Príncipe Mustafa con sus clases de francés, el niño aparte de ser un amor era muy inteligente para sus cortos años de vida.
- Es suficiente, puedes irte - Mahidevran dijo parándose de su asiento, el ceño fruncido en su rostro - No entiendo como la Sultana te escogió a ti para esto - dijo negando con la cabeza.
Me puse de pie e hice una reverencia a su persona.
- Con su permiso me retiro - dije en voz baja, caminando hacia atrás.
Cuando estuve fuera de esos aposentos suspiré en alivio.
- Esa mujer esta loca - dije, abrí mis ojos con sorpresa y volteo con rapidez, las mujeres de las puertas me miran con sorpresa. Me doy la vuelta de inmediato antes de empezar a correr hacia el harem.
Allah quiera y no vayan de chismosas, podrían cortar mi cabeza por eso. Tan concentrada en lamentar mi estúpido error que no noté a la persona frente a mi hasta que impacté contra la misma. Caí al suelo dándome un fuerte golpe en el trasero, me iba a sobar la zona afectada pero recordé que esas no son formas de una señorita.
- ¿Te encuentras bien? - un hombre de ojos azules me extendió la mano.
Me quedé viendo su mano ¿debería aceptarlo o no? Si alguien me ve tomar su mano ¿malinterpretarian el asunto?. El hombre vio la duda en mis ojos y con exasperación me tomó de los brazos poniéndome de pie. Un poco pasmada por su acción levanté la vista y aquel hombre me observaba con ¿curiosidad?. Sus manos aún seguían sobre mis brazos, de forma brusca me removí.
- ¿Qué crees que haces? No puedes tocar a una concubina del Príncipe o cortara tu cabeza - di dos pasos hacia atrás.
- ¿Concubina del Príncipe? - indagó alzando una ceja.
- Así es, pero te perdono. Soy una persona bondadosa - toqué mi pecho con orgullo.
El hombre asintió serio antes de sonreír a mi persona.
- ¿Cuál es tu nombre hatun? - preguntó.
Suspiré, este hombre no parece conocer las reglas del harem.
- Soy Mevkibe.
- Mevkibe - dijo despacio como si saboreara mi nombre.
Mevkibe sonaba bien proveniente de sus labios, sacudí mi cabeza para evitar pensar en cosas indebidas.
- Con su permiso me retiro - dije antes de pasar por su lado.
***
- Mi hijo querido - la Sultana Ayse Hafsa dijo con una sonrisa extendiendo su mano.
Al Şehzade de la corona, Suleiman besó el dorso de su mano para luego colocarla sobre su frente.
La mujer invitó a su único hijo a tomar asiento con ella para así dar comienzo a una conversación entre ambos.
- Esta noche mandaré una concubina a tus aposentos - dijo dando un sorbo a su té.
La mujer miró a su hijo quien tenía una mirada perdida sobre su rostro. Colocó una mano sobre el brazo de su vástago.
- ¿Esta todo bien? - Hafsa preguntó extrañada.
El hombre asintió, para tomar la mano de su madre y apretarla con cariño.
- No es nada de que preocuparse - dijo serio antes de voltear a ver a su madre - Sobre la concubina....
- Si hijo -Ayse insistó al Príncipe hablar pero al ver que aún se mantenía en silencio decidió hablar nuevamente - ¿Tienes a alguien en mente? - cuestionó.
El hombre asintió y guardó silencio por unos minutos, pensando si sería correcto pedir por aquella hermosa joven tan pronto, con un suspiro habló.
- Mevkibe, la quiero a ella.
La mujer sonrió en grande ante las palabras de su hijo.
- Así será mi león - la mujer aseguró, todo parecía tomar forma según sus planes.
Aunque tal vez no todo sea como quiere, definitivamente Mevkibe sería del Şehzade Suleiman, de eso no había dudas y Suleiman seria de Mevkibe.
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La eterna favorita || Mevkibe Sultan
Fanfic- ¿Quién es ella? - la joven pelirroja preguntó. Sus ojos puestos en la mujer que estaba parada en el ala de favoritas. - Ella es Mevkibe hatun, la favorita de su majestad - dijo la kalfa en voz baja - Su majestad la adora. *** Según datos histórico...