Capítulo extra: El primer te amo.

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James Abreu.

     —¿De verdad crees que sea buena idea ir?

     —Sería de mala educación faltar a una invitación tan importante.

     En realidad no estoy seguro de si es buena idea o no, pero nunca se sabe cuándo es la última vez que ves a alguien. Ambos venimos de un buen problema, en el que casi perdemos la vida, un poco de distracción no nos vendría mal en estos momentos de agitamiento. Además, ¿cuán mal podría resultar una simple boda?.. Bueno, simple no es.

     —Eso no fué lo que te pregunté, cielo —Ella estaba poniéndose los pendientes a juego con su vestido.

     —No te preocupes por eso —Me acerqué a ella acomodando mi anillo y acaricié sus suaves mejillas sin maquillaje—. Estás preciosa.

     —Me encantaría decirte lo mismo —Dijo ella sin mucho ánimo, pero sin quitarse lo coqueta—, pero sigue sin convencerme el hecho de que vayas a una boda vestido así.

     No es común irse a una boda vestido de negro... o al menos no completando con cadenas de plata que no llevo puestas en el cuello. Pero a parte de que me gusta este color, tengo mis razones para vestir todo de negro.

     ¿Pero Nichole? Ella luce preciosa vestida cómo sea. El color crema de su vestido mezclado con su cuerpo podrían definir la perfección, porque ese cuerpo que tiene queda bien con cualquier cosa que le vistan.

     —Dos cosas, bocchinara...

     —No me digas así —Golpeó la mesa suave, pero immediatamente. La miré a los ojos para que siguiera, pero no siguió. Así que lo hice por ella, del modo cínico que ella odiaba.

     —Sí, ya sé que enloqueces si te digo así.

     —Cállate —Me exclamó, y siguió viéndose al espejo.

     —Continúo —Me senté en la cama, ya vestido completamente—. Primero: El color negro es vida, prácticamente toda mi ropa es de color negro.

     —Si no fuese por mí, toda tu ropa sería de color negro —Se miró al espejo mientras se pensaba aplicar labial.

     La miré y me miró apenas se dió cuenta que lo hice, entonces me hizo expresión de rogar, una que me susurro: «Aunque sea esta vez». Y puse los ojos en blanco para luego ver cómo sonreía aplicándose labial.

     —Segundo —Continué hablando—: Te enloquezco vistiendo de cualquier color.

     —Ese no es el punto, James —Me miró a través del reflejo—. Es una boda, no un funeral.

     Suspiré pensando seriamente en su comentario. Un suspiro corto.

     —Yo no estaría tan seguro —Miré hacia la ventana.

     —Hey —Me miró con expresión de culpa—, no empecemos. Íbamos bien —Se acercó a mí y se sentó a mi lado—. Podemos cancelar en cualquier momento, mi niño. Recuérdalo.

     Cómo amo que me diga así, me recuerda a la niñez que conservo y escondo del mundo exterior. Claro que Nichole la tomó por la fuerza, y no me quejo. Nichole es una persona especial, y me hace sentir especial. Básicamente, todo lo que hace por mí me ayuda. Y procuro ayudarla también.

     —Nos viene bien una distracción —Besé su nariz—. Y más después de lo que sucedió hace unos días.

     —Ya no me duele tanto la rodilla, amor —Me aclaró—. Estoy mejor.

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