Arashi Keizo

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Su cuerpo se deslizó hasta la pared quejándose apenas su espalda chocó con la superficie sólida, apenas sus ojos se mantenían abiertos, al menos su único ojo no lograba ver mucho estando con una vista medio borrosa que le dificulta el defenderse. Alzó su mirada hacía sus atacantes siendo mayores en número por mucho, es una desventaja terrible

No tiene mucha ventaja, estando consciente de ello apenas su cabeza fue golpeada contra la pared desestabilizando su vista por unos segundos, se sintió aterrorizado de perder la vista en el otro ojo que tiene completamente sano

—¡Déjenme, déjenme!—fue inmovilizado sintiendo su sangre hervir porque esos idiotas le superan en número aprovechándose de ello

—¿Qué dirán sobre nosotros al saber que acabamos con uno de los miembros más fuerte de Black Dragon?—susurró uno cercano a él soltando una risa burlona—Seríamos la envidia de muchos—

—Malditos cobardes, atacando en grupos grandes solo para ir por una persona—apretó sus dientes apenas un nuevo golpe dio en su rostro volteándolo por tal fuerza aplicada

Escupió la sangre en su boca antes de recibir una de las peores golpizas de su vida, quedando medio consciente pero al intentar levantarse recibido una patada que lo dejó inconsciente, fue dejado en aquel callejón sin ser visto fácilmente por las personas

Lo ignoraron igual, nadie se interesa en ayudar extraños, no son como esas historias de películas donde las personas tienen buen corazón o algo parecido para hacer tales actos llenos de amabilidad




—Su rostro está hinchado por tantos golpes, es obvio que lo atacaron varios a la vez, qué desgraciados fueron para atacar de esa forma a una persona nada más—masculló con desagrado Wakasa frunciendo el ceño mirando de reojo a su durmiente amigo de cabellos castaños oscuros

—Debe descansar mucho, con tantas heridas dudo que sea bueno que camine o haga otro esfuerzo—Keizo se mantiene demasiado serio, por no decir furioso

—Esa nueva pandilla está generando demasiados disturbios, debemos atacar porque sino más miembros de la pandilla estarán en peligro, no sólo nosotros—habló Takeomi manteniendo serio mirando hacía el líder

—Takeomi tiene razón—asintió—No podemos dejar que se continúe por más tiempo—

Los cuatro chicos se encuentran reunidos en el hogar de Fumiya, quien fue encontrado por un miembro cualquiera de la pandilla que atemorizado llamó a su líder avisando del herido que velozmente buscaron para tratar cada una de sus heridas notándose la brutalidad con la que fue golpeado

Es fácil de deducir la molestia de todos, un amigo fue atacado por unos cobardes que no saben pelear como se debe, pensando en tomar acciones en el asunto que no debe empeorar más ahora sabiendo las formas de atacar de aquellos pandilleros de quinta

—Benkei, sé que quieres pelear por ____, pero será apropiado que te quedes cuidando de él, es mejor que despierte con alguien que conozca a despertar alterado por las emociones que le llegan de golpe pasando del callejón a acá—indicó Shinichiro mirando a su amigo moreno que asintió

—No es una mala idea—afirmó—Cuidaré de él mientras ustedes se encargan de esos pedazos de mierda—

—Patearemos los culos de esos idiotas—aseguró Wakasa terminando aquella paleta en su boca tirando el palillo en la basura—Mejor empezar ahora para acabar con ellos lo antes posible—

Los tres chicos salieron del hogar ajeno, el moreno fornido subió las escaleras hasta la habitación de su enamorado verificando que todavía siga durmiendo, su expresión cambia al detallar la inflamación en el rostro del menor que nada más sanaría con algunos pañuelos fríos y medicamentos desinflamatorios

Le dará algo apenas despierte, su prioridad es que despierte sin alterarse porque todas las heridas que tienen indican que no debe esforzarse para nada, apretando los puños lleno de impotencia por aquellos que le lastimaron sorpresivamente dejándolo tirado como si fuera nada

Su corazón se estrujó apenas lo vio tras recibir la llamada de Shinichiro avisando de lo sucedido, cargo con su cuerpo con un cuidado inigualable pareciendo que se rompería si lo tocaba demasiado

El pequeño gatito Kei apareció restregándose en su pierna, se ablandó por ello, su gran mano cayó sobre la cabeza del animal que disfrutó de su tacto lamiendo su palma con su rasposa lengua, le devolvió el gesto con una caricia con su dedo en su cabeza

—Ugh...—alejó su mano del felino para acercarse apresuradamente hasta la cama evitando que ____ se levantara con un pequeño toque en su hombro derecho—¿K-Keizo? ¿Cómo llegue aquí?—

—Una larga historia, es mejor que no te levantes, estás muy lastimado—agarro la pastilla que ayudaría en la inflamación del rostro ajeno—Abre un poco la boca—el menor acató las orden, empujó con sus dedos la pastilla dentro de su boca antes de ayudarlo a tomar agua—Ello ayudará con la inflamación en tu rostro, acuéstate—

—Ya lo hago—se acostó con cuidado cerrando sus ojos—Esos desgraciados pedazos de mierda—

—Sí, eso mismo pienso yo—con su mano delicadamente reviso los vendajes bajo la ropa del menor—Te atacaron muchos a la vez, ¿no?—

—Sí, fueron unos cobardes que ni pelear por su cuenta podían—sintió el calor de la mano de Keizo rozando su mano, automáticamente atrapó su mano sorprendiéndole—Qué cálida mano—

Dio un suave apretón, la palma es áspera pero no le interesa en lo absoluto sintiendo otra mano sobre su cabello hasta que el sueño dominó su cuerpo, Benkei notó su estado durmiendo al ver su pecho subir y bajar pausadamente

—Prometo cuidar bien de ti—susurró acercándose apoyándose en el colchón antes de dejar un pequeño beso sobre la cabeza del menor—No quiero verte así de nuevo, te protegeré—

Sin molestarle tomó asiento fuera de la cama sin soltar la mano del castaño oscuro, apoyó su cabeza del colchón antes de caer dormido usando su brazo de almohada, también fue acompañado por cierto felino que descansaba entre sus piernas agradándole el calor corporal que desprende

Prometió desde ese día cuidar de aquello que ama

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora