One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]

Sanzu Haruchiyo / Muto Yasuhiro II

[Segunda parte del OS anterior]

Entrega una bento con onigiris hechos especialmente para su comandante, el rubio de baja estatura se alegra muchísimo cuando ve que los onigiris tienen banderitas, su debilidad iluminando sus ojos mientras llena de halagos al dichoso chico que preparó aquellas maravillas. En una distancia prudente están sus dos amigos/enamorados viendo toda la escena en silencio, analizando todo

—Me gustaría abrir una tienda de onigiris—comentó con una sonrisa brillante aquel chico—También vendería otras comidas porque me gusta cocinar muchas cosas para distraerme—

—¡Yo iría a esa tienda todos los días!—aseguró con entusiasmo aquel rubio

—Me agrada saber eso—las mejillas del azabache están sonrojadas, no es una persona que reciba muchos halagos pero cuando los recibe lo avergüenzan mucho

Ambos chicos terminan despidiéndose tras una corta conversación teniendo planes por separado, Fumiya se acercó hasta sus dos amigos/enamorados dando pequeños saltos al final

—¡Qué emoción que a Mikey le guste mi comida!—se contentó mucho, saber que una persona ama su comida le alegra mucho el día

—¿Ahora solo le harás comida a Mikey?—cuestiona Muto alzando una ceja

—Me gusta hacer comida para todos, no se pongan celosos—señaló guiñando un ojo—¿Compraremos las cosas para hacer sushi casero o ramen?—pregunta dejando de lado aquel tema mirando a sus dos acompañantes mientras se acercan hasta las motos que están estacionadas cerca

Terminaron decidiéndose por el sushi, el único con conocimientos de cocina los condujo hasta un lugar donde venden los mejores productos para preparar sushi en casa sin fracasar, llevando una bolsa con todos los ingredientes aquel azabache se sostiene del enorme torso del rubio que conduce hasta su hogar, el más grande y cómodo para los tres

—Está noche ustedes serán mis asistentes—peinando sus cabellos terminó atándolos en una coleta lavándose las manos usando un accesorio para el cabello para evitar que algún cabello caiga en la comida, con un delantal atado en su cintura

—¿Qué hacemos para ayudar?—pregunta su ayuda aquel chico de enorme estatura con una voz tranquila

—Por favor, con las manos limpias pongan todos los ingredientes sobre la mesa que ya está limpia, cuando les pida algo me lo pasarán para trabajar en armonía y ustedes limpiarán los trastes sucios—comentó acercándose hasta el enorme mesón donde preparará el sushi—¿Entendido?—

—Sí—afirmaron ambos al unísono

Cenaron un buen sushi casero quedando satisfechos por la buena comida, todos ocupando lugares de la sala descansando mientras ven programas al azar en la televisión. Fumiya quería cambiarse para usar su pijama, ya siendo tan tarde no planeaba salir para ningún lado

—Les prepararé la habitación de invitados—avisó antes de subir perdiéndose por el pasillo

Cuando está alistando la habitación de invitados que cuenta con dos camas matrimoniales, porque sus padres pensaron que sería incómodo para los invitados dormir en camas individuales y si es una pareja es mejor prevenir que lamentar, piensa en los momentos llenos de tensión que ha compartido con sus dos amigos/enamorados, sus mejillas se calientan de solo pensarlo mordiéndose el labio inferior llegando hasta una oscura parte de su mente queriendo tener más de esos dos chicos pero al mismo tiempo intenta mantenerse al margen para evitarse un enorme conflicto después de todo

No es una persona conflictiva mentalmente para asuntos de esa clase, es un gatillo fácil para tomar decisiones entonces si quiere algo lo hará sin dudar si es que no resultará algo peor de ello, si sus amigos están en el camino se lo pensará dos veces dudando si apretar el gatillo, porque tal vez, el tiro le salga por la culata

La tentadora imagen mental de estar arrodillado intentar recibir no uno sino dos penes en su boca le nubla la razón, sin alejarse mucho del pensamiento de recibir dos penes en su interior mientras siente como se rompe en pedazos, no le importa el dolor, solo le gustaría estar tan lleno hasta que el semen llene su interior hasta desbordarse y darle una sensación cálida en su culo

Sentirse como tonto necesitado por esos dos chicos cumpliría todas sus fantasías sexuales, aunque también le gustaría ser mimado por ambos y mimarlos

Tomando la almohada con ambas manos la estampó en su rostro riéndose nervioso por todos los pensamientos lujuriosos que lo están calentando, no debería estar pensando esas cosas cuando sus dos amigos están abajo esperando

¿Y sí...?

¡No, imprudente!

—¿Por qué llovió de repente?—se quejó entrando en su casa dejando que sus dos amigos pasen también mientras dejan todo el suelo mojado al estar empapados por la lluvia—Me enfermaré—se quejó nuevamente subiendo las escaleras—Debemos bañarnos, usaré el baño de mis padres, Haru utiliza mi baño, Hiro utiliza el baño de visitas—los dos chicos asintieron subiendo las escaleras también para hacer lo antes mencionado

Tarde se dieron cuentan que no tienen ropa que ponerse para cubrir su desnudes porque sus uniformes están húmedos por completo, usando una toalla cubrieron sus miembros saliendo del baño encontrándose en la habitación del dueño del hogar teniendo la misma expresión

—No lo había pensado—dice Sanzu negando con la cabeza

—Yo lo olvidé por completo—lleno de decepción, Muto cubrió su rostro suspirando pesadamente sentándose en la cama de Fumiya

—¿Qué les sucedió?—cuestiona entrando en la habitación el azabache con sus ojos mostrando sorpresa al notar la desnudez de ambos—Oh, no tienen ropa aparte de sus uniformes—eso tiene mucho sentido—Los pondré en la lavadora para después secarlos, denme un momento—

Regresó a los minutos haciendo un gesto pensativo, no puede dejar que esos dos estén caminando por su casa en toalla que se les puede resbalar en un descuido y dejar al descubierto la desnudez de sus cuerpos, pero deben esperar por la ropa, al menos por los bóxers y los pantalones

—Fumiya—llama Muto

—Dime—responde el mencionado alzando la mirada

—Sanzu y yo hemos conversado esto antes, pero queríamos preguntarte algo—asiente distraído sin saber qué pregunta le harán—¿No quieres tener un trío con ambos?—

—Si quiero—disparó sin dudar o pensar