One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]

Arashi Keizo

—¿Tienes trabajo hasta tarde?—preguntó el moreno mirando hacía su pareja

—Intentaré llegar lo antes posible—aviso colocándose su gabardina dejando un beso sobre los labios del mayor que intentó no sentirse triste ante su pareja que le dejara solo por su trabajo

Ser un contador tiene un buen pago semanal, pero el costo es trabajar todos los días de semana hasta altas horas de la noche también siendo culpa de los superiores del joven hombre que le dejan montones de trabajo, como si fuera intencional dejarlo trabajando hasta la madrugada arrebatándole tiempo con su pareja que a veces no puede esperarlo despierto

Sus superiores cometen constante abuso de poder sobre los trabajadores, especialmente sobre él dejando muchos documentos, trabajos, encargados, solicitudes, libros de cuentas y mucho más. No puede mandar una queja al presidente de la empresa porque eso empeoraría su situación en la oficina, cerraría su boca aguantando todos esos abusos nada más por el dinero que gana para mantener su cómodo hogar con su pareja, Arashi trae dinero al hogar pero igualmente trabaja para no ser un mantenido

—Hoy, para nuestra desgracia, faltó la mitad del departamento de contabilidad, ya saben lo que esto significa para nosotros—todos los demás empleados presentes temblaron sabiendo el destino para ese día que el trabajo será el causante de sus muertes—El trabajo será pasado para todos ustedes, así que den su mejor esfuerzo para cumplir el trabajo de sus irresponsables compañeros—

—Maldita mierda—masculló entre dientes Kuroi

—Trabajar para no llorar—recitó con un aura de pesadez sobre su cuerpo

Una saturación de trabajo cayó sobre todos los empleados presentes teniendo que moverse para resolver todos los trabajos con agilidad intentando no perder sus mentes en el proceso, en cierto punto del día algunos se mantuvieron en la habitación de descanso preparando café y té

Kuroi se estira en su puesto soltando un audible quejido al sentir el punzante dolor en su espalda baja, Fumiya se estira igual de cansado deteniendo su acción cuando su celular empieza a vibrar sobre la mesa donde ahora Kuroi tiene el rostro apoyado pero lo alzó nada más para mirar el contacto que llama al celular

—Keizo, emoji con ojos de corazón—dictó tomando el teléfono extendiéndolo hacía su amigo

—Estoy jodido, le prometí que intentaría volver temprano hoy, pero no tomaba en cuanta que los demás idiotas de nuestras compañeros faltarían a trabajar—se quejó abiertamente antes de tomar el celular—No quiero decepcionarlo—

—No sabía lo romántico que podías actuar—su amiga se apoyó de su codo con una leve sonrisa cansada antes de suspirar—Hagamos algo—

—¿Qué harás por mi?—se inclinó curioso notando la llamada perdida lamentándose silenciosamente

—Siempre cargas con el trabajo de los demás, esta vez y me encargaré de eso—se señaló así misma con una mirada firme—Cumpliré con todo el trabajo que tienes y tengo, así podrás pasar tiempo con tu musculoso novio—

—¿Desde cuándo tomas el papel de ángel caído del cielo?—preguntó alzando una ceja lleno de curiosidad

—Desde que tienes la dicha de ser mi amigo—señaló con una mirada divertida antes de hacerle una seña de mano para que salga de su vista—Vete antes de que me arrepienta tras pensar en todo lo que debo hacer mientras ustedes cogen como conejos—

—Grosera—le regañó avergonzado antes de sonreír dejándole una taza de café cerca de ella—Pero, gracias por ayudarme de esta manera, Kuroi—despeino el cabello de su amiga antes de salir de la habitación—Te invitaré unos tragos después—

—Eso es que lo deseo—comentó en respuesta dándole un buen sorbo de café sonriendo porque le agrada que su amigo sea feliz

No todo es trabajo desde la perspectiva de Kuroi, distinta a la perspectiva de Fumiya que piensa que todo es trabajar para mantenerse en la sociedad privándose inconscientemente de disfrutar de su propia vida

Comentó del favor que haría nada más por él para que disfrute de lo restante del día con sus amigos o con su novio fortachón, algo que merece debes en cuando para saber que no todo en la vida es trabajar

Con total flojera para preparar un almuerzo decidió comprarlo, un buen almuerzo para compartir con su pareja que debe seguir en el apartamento de ambos porque no escribió sobre haber salido por algún tema de Brahman, la pandilla de la pequeña Senju. Dice diciendo que son adultos para andar en temas de pandillas de niños pero no insistiría con aquel tema, a menos de que salgan heridos por ello

—Keizo—canturreó entrando en el hogar escuchando los pesados pasos de su pareja dirigiéndose hasta su posición abriendo sus brazos al verlo, parece que acababa de levantarse—Qué adormilado debes estar todavía—sintió envidia por su tiempo para dormir

—¿No tenías que trabajar hoy?—lo abrazó levantándolo un poco del suelo sacándole unas cuantas risas—¿Tomaste el día libre?—

—Kuroi me está cubriendo—beso los labios del mayor con cariño que correspondió más que encantado con tenerlo para él solo todo el día sin interrupciones—Yo traje nuestro almuerzo, así que pon la mesa, ¿sí, cariño?—

—Me encanta poder pasar todo un día contigo, ¿cuándo fue la última vez que estuvimos juntos? Creo que fue antes de que consiguieras trabajo, estabas en la universidad—pensó dejándolo en el suelo caminando a la cocina para preparar la mesa para su desayuno/almuerzo

—Qué terrible novio soy, te he dejado solo por mucho tiempo—se lamentó dejando la comida en la mesa—Me esforzaré para que podamos pasar más tiempo juntos, ¿sí, Keizo?—

—Me gusta eso—sonrió—Aunque también entiendo que tengas que ser responsable con tu trabajo, pero despejarse algunas veces no te haría mal—terminó por acomodar la mesa para ambos sentarse

—Es importante pero tú también eres importante para mi, Kei—afirmó antes de juntar sus manos para agradecer la comida—Agradezco está comida que conseguí en promoción y pido por pasar más tiempo con mi lindo novio—

—____—murmuró algo apenado

—Si lo pido de hará realidad junto a mis esfuerzos por lograrlo—afirmó con una sonrisa segura

Y no mintió, consiguió tener más tiempo abandonando su trabajo tras tomar la valentía de poner una carta de queja por abuso de poder, ahora trabaja en un mejor lugar con sus fines de semana libres para pasarlos enredado en las sábanas con su pareja