Arashi Keizo

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Toda la tienda está silencio, solo está una persona dentro haciendo reparaciones a un motocicleta con una expresión concentrada en cada acción que realiza tomando las herramientas indicadas para terminar lo antes posible con la motocicleta que deben buscar pronto

La campana ubicada en puerta tintineó avisando la llegada de algún cliente, levantó su mirada deteniendo sus movimientos para fijarse en los tres chicos que recién llegaron, dándoles una sonrisa pero pensando que de seguro lo robarían por las pintas que tienen de delincuentes

—Bienvenidos, ¿en qué puedo ayudarlos?—está nervioso pero no quiere ser muy evidente

—¿Está Shinichiro?—dirigió su mirada hacía un chico de cabello rubio de ojos caídos morados

—Shin-kun no está aquí—niega con su cabeza

—Entonces tendremos que esperarlo—habló el azabache de largo cabello presente mirando a sus compañeros

—Pueden ponerse cómodos en ese caso—aclaró acercándose hasta la motocicleta que estaba reparando

Pensó para sus interiores que esos tres chicos pueden estar cazando a su amigo para darle una buena golpiza, tres personas contra uno es demasiado injusto, sabe que su amigo es líder de una pandilla reconocida y poderosa. Debe tener cuidado con los siguientes movimientos que haga, tampoco quiere tener que pelear contra esos tres animales que están sentados tranquilamente cerca de él

Puede defenderse un poco, pero tres personas lo deja mal parado en caso de tener que pelear

Buscó en su bolsillo su teléfono, escribiéndole a su amigo azabache advirtiendo que tiene a tres chicos esperándolo asegurando que sus apariencias no lucen del todo amigables o con buenas intenciones, su amigo respondió con mucha tranquilidad que son sus amigos y compañeros de pandilla

Lo maldijo por mensajes, asegurándole que estaba sufriendo un ataque de pánico con solo pensar que esos tres chicos podían darle una buena paliza sin mucho esfuerzo

Hubiera querido una mejor impresión de aquellos amigos de Shinichiro, tal vez no tener la impresión de que planearían robarle, golpear a su amigo o golpearlo a él

Fumiya tuvo que esperar hasta la llegada de Shinichiro, presentándose hacía los tres amigos pandilleros que mostraron expresiones más calmadas con Shinichiro presente, no quería darles una mala impresión agradeciendo haber disimulado los nervios que sentía al verlo entrar en la tienda

—Shin-kun, deja de fumar en la tienda, es desagradable—lo regañó con una mirada severa

—Perdón, lo olvidé—quitó el cigarro de sus labios apagándolo en el cenicero del mostrador

—No queremos que otra vez actives el detector de humo como la última vez que terminamos con los bomberos y la policía aquí—recordó para hacerle memoria con una expresión seria

—Oh—Takeomi guardó el cigarro y el encendedor que había sacado de su bolsillo al escuchar aquello

—Sí, lo recuerdo bien—murmuró apenado como un niño cuando su madre está sacando una historia vergonzosa de él

Desde aquel día, se volvieron un grupo unido. Estando los tres chicos visitando la tienda de motos varias veces para encontrarse con sus dos amigos o con solo uno de ellos presente haciéndole compañía, disfrutando de sus vidas como unos adolescentes casi adultos en el proceso

Y todo cambió drásticamente cuando Shinichiro murió una trágica noche que dos niños, amigos de su hermano menor, entraron en la tienda para robar una moto pero todo terminó muy mal

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora