Black Dragon

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[Esto se ubica en la primera generación de Black Dragon. Los personajes que aparecerán son: Sano Shinichiro, Akashi Takeomi, Imaushi Wakasa (Waka) y Arashi Keizo (Benkei)]




























Toda su casa ahora está llena de miembros de Black Dragon que celebrarán con mucha emoción una reciente victoria contra una pandilla que los estaba molestando desde hace un tiempo, no tiene problema en prestar su casa cuando quieren hacer una fiesta solo que esa noche está algo desanimado, su novia le había terminado horas antes de la fiesta con palabras muy hirientes, había querido cancelar la fiesta pero pensó detenidamente sus acciones

No puede detener toda su vida por una chica que acaba de romperle el corazón de forma cruel, más bien debía encontrar una forma de animarse y solo puede sentirse con buenos ánimos estando rodeado de sus amigos que aún no están enterados de la noticia de su relación terminada

Sus cuatro amigos no han llegado aún, deslizándose entre todas las personas para beber un poco más tranquilo en el patio trasero que está solitario, ¿quién querría tranquilidad cuando hay una tremenda fiesta en el interior de la casa?

Busca en su bolsillo su caja de cigarro junto al encendedor para fumar un poco, tomando tragos del vaso plástico que casi no tiene nada de alcohol después de haber tomado tragos tan largos antes

—¡____!—es sorprendido por unas manos agarrando de repente sus hombros, salta en su lugar al ser tomado por sorpresa, gira su rostro viendo el rostro de su amigo azabache de cabello corto y ojos negros, Shinichiro, que está acompañado de su otro amigo de cabellos rubios y ojos morados, Wakasa

—Me diste tremendo susto, idiota—lo regaña dejando que ambos chicos se sienten a sus costados para hacerle compañía

—¿Qué tienes te veías algo triste?—pregunta Wakasa sin dejar pasar el detalle de su expresión antes de ser sorprendido por el azabache

—Oh, es por algo que sucedió hoy—dice haciendo una mueca—Hace unas horas—específica tomando una calada del cigarro entre sus labios que está por acabarse—Alise me dejó—

—¡¿Cómo?!—exclama muy sorprendido el azabache en su sitio sin entender porque sucedió aquello, aquella chica y su amigo se veían tan felices juntos

—Lo suponía por la cara que tenías y porque no la vi en la fiesta—comenta un poco más relajado el rubio, vaya que es observador—¿Te terminó muy mal?—

—Les sorprendería saber la cantidad de insultos y cosas hirientes que me dijo—se removió en su puesto tirando el cigarro al suelo pisándolo—No pensé que fuera tan cruel e hiriente—

—Las mujeres pueden ser crueles...—murmura el azabache de ojos negros recordando todas las veces que fue rechazado cruelmente por unas chicas—Está noche disfrutaremos muchísimo, _____. No dejaré que pongas la cara larga—

—Sí, no te mueras por una mujer. Ella no merece que te pongas de esa manera—recibe una palmada en su espalda del rubio de ojos morados que ahora le sonríe levantándose invitándolo a levantarse con una mano

Los tres chicos entran en la casa encontrándose con los dos chicos faltantes de su grupo poniéndolos a corriente de la situación prometiendo que esa noche beberían muchísimo para olvidarlo todo, cumplieron todo al pie de la letra, la mañana siguiente todo el hogar está silencioso habiendo todo un desorden por la fiesta

Fumiya está durmiendo plácidamente en su cama, tuvo la suerte de llegar en una sola pieza hasta su habitación sin tropezarse subiendo las escaleras, su cama es grande teniendo a un acompañante durmiendo igual de tranquilo a su lado siendo Sano que logró subir las escaleras gateando torpemente quedando ese momento grabado en video

Akashi no quiso probar su suerte sabiendo lo torpe que se vuelve estando ebrio quedando en la sala del hogar durmiendo el sofá más grande que puede volver un sofá-cama pero no tuvo las ganas de acomodarlo para dormir más cómodo, Imaushi está durmiendo en el sofá individual sin mucho problema mientras en el suelo sucio está durmiendo Arashi

Los dos primeros en despertar son aquellos que están durmiendo en la misma cama, se dan los buenos días con normalidad porque han dormido antes juntos en sus borracheras, se asean para bajar observando todos los destrozos en el hogar deteniendo en sus amigos que siguen durmiendo como la bella durmiente

—Vamos a comprar el desayuno, tengo mucha flojera de cocinar—sugiere el albino, como ambos durmieron vestidos solo tienen que ponerse los zapatos para salir hasta la panadería más cercana comprando el desayuno

Los cuatro chicos compartieron un delicioso desayuno antes de ponerse a limpiar toda la casa hasta dejarla reluciente, terminan acordando reunirse en la noche con un plan más tranquilo











Es una lástima que sus planes nocturnos fueran arruinados por una pelea inesperada con una pandilla que buscaba quitarles territorio, toda la una pelea se desencadena hasta que la pandilla ajena no logra soportar la fuerza de Black Dragon

No solo la pelea fue inesperada, también la lluvia que empezó de repente quedando empapados de pies a cabeza, los cinco amigos corren por las calles hasta llegar al hogar de Fumiya usando toallas para secar lo mejor posible sus cuerpos pero sus ropas están empapadas teniendo que quitárselas porque sino se enfermaran

—Lo siento, Keizo, no tengo ropa que pueda quedarte—se disculpa el dueño del hogar porque uno de sus amigos tendrá que estar sin ropa hasta que su uniforme seque por completo

—Está bien—dice el moreno para que no se preocupe por él

En sus manos el albino tiene un botiquín para curar unas cuantas heridas que tiene Shinichiro, no son nada graves porque son como unos raspones pero igual debe ser tratado, sus otros amigos tienen heridas leves y sus nudillos lastimados entonces se encargará de curarlos

—Qué mierda que esos sujetos hayan aparecido de la nada, arruinaron nuestros planes—se queja el albino con el ceño fruncido acostado en un espacio del sillón de brazos cruzados

—Quedarán para otro día, igualmente estamos reunidos, podemos hacer algo distinto—intenta razonar Shinichiro para que su amigo no se desanime

—Podemos jugar cartas—sugiere Takeomi—Podemos apostar para hacerlo más divertido—

—Tal vez algún juego de mesa—sugiere de igual forma Keizo

—Me gusta más la idea de apostar—levanta una mano a favor Wakasa por la mención de Takeomi

—¿Apostaremos dinero? Yo no tengo—comenta Shinichiro recordando que había dejado su cartera al salir en su hogar

—No necesariamente debemos apostar, también podemos poner castigos para el que pierda—dice ____ pensándolo un poco—Como hacer que Waka pelee con Keizo—ante su ejemplo tanto Shinichiro como Takeomi lo miran horrorizados

Esa es una pésima idea

—¿Acaso quieres que estos dos destruyan tu casa, ____?—pregunta sin borrar su expresión el azabache

—Tampoco vayamos tan lejos—sugiere el moreno

—No exageremos, qué flojera pelear ahorita—dice el rubio muy cómodo en su puesta—Saca las cartas, Takeomi, a medida que vayamos jugando vemos que castigos ponemos—

No repetirán esa clase de juegos, los castigos dejaron al pobre Fumiya con un brazo roto, Shinichiro con una pierna rota, Wakasa con un ojo morado, Benkei una costilla rota y Takeomi con su cabello rapado y un ojo morado

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora