Baji Keisuke

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Los pequeños gatitos inspeccionan a la nueva persona en su territorio detectando el olor de otros animales sobre su cuerpo, todos fueron deslizándose por el cuerpo del nuevo invitado que nada más disfruta de tener a tan lindos gatitos sobre su cuerpo mientras el dueño de dichos gatos mantiene una pequeña sonrisa enternecido por la imagen que tiene del invitado

Aprovechando busco su teléfono colocando la cámara tomando silenciosamente una foto, planeando tomar una segunda foto recibió una mirada de aquellos profundos ojos marrones que miraron hacía la cámara antes de sonreír mostrando sus colmillos dándole una mejor imagen que apreciar

—¿No puedes pasar de verte bien un segundo? Te ves bien en todo, incluso en las fotos desprevenido, yo luzco horrible en comparación—se acercó lo suficiente mostrando las dos fotos que tomó notándose el atractivo del azabache

—Es un encanto natural, Fumiya—aseguró con una sonrisa confiada—No seas envidioso—

—Más bien me siento afortunado, poder estar con alguien así de atractivo no se logra todos los días, Baji—respondió inteligentemente logrando un sonrojo en las mejillas del azabache

—Puedo decir lo mismo, para mí eres un chico en verdad atractivo sin dudar—devolvió el cumplido antes de quitar los gatitos algo grandes con cuidado de su cuerpo—Permiso, pequeños, necesito encargarme de su papi—

—¿Oh~? ¿Te encargarás de mi?—le siguió la corriente sintiendo a los felinos pasearse por su cuerpo con cariño dejando una caricia sutil sobre ellos—¿Y qué harás? Sabrás que mi pequeños bebés me defenderán con unos buenos rasguños si osas atacarme en mi propio hogar—

—En ningún momento dije que sufrirías en el acto, Fumiya—aclaró acercándose un poco con una sonrisa imborrable de sus labios

—Me gusta saberlo, Baji—también se acercó—Vuelvo a preguntar ¿qué harás?—

—Robarte un beso, quizás—los dedos del azabache se deslizaron hasta acomodarse sobre la cintura del rubio que también tomó la confianza de subir una mano por sí abdomen hasta su hombro—Aviso de antemano por si quieres huir de mi—

—¿Huir de algo que anhelo? Sería una estupidez—sus pechos se rozan apenas acercan sus cuerpos un poco más queriendo besarse de una buena vez

—Cumpliré con ese anhelo que también es mi deseo, mi querido estimado—susurró en un ronco aviso, sus ojos por unos segundos bajaron a los labios del rubio

—Entonces, hazlo—susurró de vuelta, imitando su acción mirando sus labios antes de subir su mano hasta su mejilla acomodando unos pocos mechones azabaches que quedaban en su rostro—Por favor—

Ese último susurro que se escuchó como un ruego impulsó a Baji para probar por primera vez los labios de Fumiya, sus expectativas fueron superadas como esperaba al probar esos labios que tanto soñaba recibiendo una respuesta inmediata ante la caricia tan íntima que ambos comparten

La mano que quitó los cabellos de su rostro acarició gentilmente su mejilla escabulléndose por las hebras de su cabello suelto, no le gusta que otros toquen su cabello pero sí es Fumiya quien lo hace aceptará aquel tacto sin molestarse, por su parte mueve su dedo pulgar acariciando la cintura del rubio con lentitud

Nada más ambos disfrutan del otro, sin brusquedad o rapidez, nada más besándose con lentitud queriendo reconocer los labios del otro con sus corazones bombeando sangre de manera desenfrenada esparciendo una calidez abrumadora por sus cuerpos, pero no les molesta, más bien les hace desear no querer separarse de aquel beso

Un santuario de mariposas está instalado en sus estómagos con sus rostros ardiendo por lo sonrojados que están, tuvieron que atender sus necesidades humanas recordando que deben respirar separándose entre pequeños jadeos sin colocar una distancia entre sus cuerpos, compartiendo una larga mirada íntima que habla por ellos sonriendo antes de reírse por lo bajo

—No sabía que podía volverme adicto a los labios de alguien—su dedo pulgar siguió acariciando la piel de la cintura del contrario por encima de la ropa—Supongo que ahora no quemare autos nada más por estar de malhumor, por tener hambre o sueño, ahora también quemaré autos si llevo mucho tiempo sin besarte—

—Entonces tendré que besarte cada que te vea—sentenció dejando suaves caricias por las hebras azabaches—Así evitaré que quemes más autos de lo usual, amante de la violencia—

—Me gusta esa solución—sonrió cerrando sus ojos unos cuantos segundos al sentir una caricia que relajó todo su cuerpo

El menor se tensó apenas sintió las garras de un gatito en su espalda baja, esto lo hace comúnmente porque quiere su atención, los demás gatitos están igual queriendo la atención de su querido dueño

—Oh uh, parece que mis bebés malcriados necesitan de mi, no quieren que me distraiga de darles cariño por el lindo invitado—se separó del azabache dejando un pequeño beso sobre sus labios acariciando a los pequeños felinos que se acurrucaron en su cuerpo

—Pero qué malos, deberían aprender a compartir con su futuro papi—los brazos de Baji rodeado el estómago de Fumiya quedándose en aquel lugar mientras su mentón se apoya en su hombro

—Me gusta como se escucha eso de futuro papi—sonrió girando su rostro un poca para hacer contacto visual con Keisuke

—Lo seré en breve—afirmó con toda la seguridad del mundo dejando un beso sobre la comisura de su labio—No lo dudes—

—No lo dudo, estaría encantado y ellos también—con un dedo juego con un gatito que le dio mordidas en juego sin lastimarlo de verdad




Ahora encerrados en el pequeño apartamento Baji, están compartiendo un agradable rato entre besos cortos que aumentan la calidez en sus cuerpos, una linda calidez que alborota a las mariposas en sus estómagos

—Mi lindo—un beso chocó contra los labios de Fumiya—Precioso—otro más—Hermoso—otro más, esta vez escuchándose una risita—Perfecto y bello chico—un último beso lleno siendo un poco más largo

Las manos del rubio se enredan entre los cabellos del azabache sin lastimarlo, estando ambos sobre aquel colchón dejándose llevar por sus pequeños besos susurrándose mutuamente cumplidos

—¡Baji!—ambos chicos se sobresaltaron apenas fueron sorprendidos por la voz de cierto enano rubio de ojos negros acompañado de otro grupo de chicos, entre ellos Chifuyu

—¡¿Cómo mierda entraron en mi apartamento?! ¡Ustedes no tienen llave! ¡Acaso tuvieron la puerta, jodidos delincuentes!—la furia se plasmó en el rostro de Baji porque sus amigos arruinaron el momento que alegraba sus días

—Usamos la llave que tiene tu madre, le dijimos que te daríamos una sorpresa y aquí estamos—explicó Mikey con simple—Ahora nosotros queremos saber quién es él—sus ojos negros se posaron sobre Fumiya

—Él es mi casi novio, Fumiya—presentó con mucho orgullo—Interrumpieron nuestra tarde juntos—

—Aprovechemos el tiempo entonces—ignorando su rabia Mikey estiró su mano hacía el otro rubio—Un gusto, soy Mikey, todos somos amigos cercanos de Baji—

Esos idiotas no pudieron aguantar sin saber quién es el chico que robó el corazón de su amigo queriendo ponerlo a prueba para comprobar que sea una buena persona de buenas intenciones

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora