One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]

Haitani Ran

Sus manos se mantienen sobre los hombros del chico de trenzas que tiene sus manos sobre su cintura para estar con sus cuerpos pegados de aquella habitación de limpieza que utilizan como punto ciego para sus encuentros intercambiando besos de todo tipo, no tienen una etiqueta para la relación, nada más están en ese lugar besándose sin vergüenza alguna tocando el cuerpo ajeno

¿Por qué estar escondidos? Simple, tiene una ligera rivalidad estando frente a los demás miembros de la pandilla manteniendo sus posturas en cada segundo hasta tener un tiempo a solas en un lugar seguro donde puedan besarse sin pudor queriendo tener mayor contacto físico pero deben controlarse por estar en pleno edificio de Tenjiku

—No puedo soportar esta mierda—gimoteó ronco el Haitani mayor soltando unos pequeños suspiros intentando retomar su respiración al igual que su acompañante, sintiendo su erección apretar sus pantalones hasta su límite—De rodillas y abre esa linda boca—

—No puedo creer que no puedes controlarte, maldito Haitani—gruñó acatando la orden colocándose sobre sus rodillas observando las ágiles manos de Ran quitarse su cinturón bajando su pantalón junto a su bóxer quedando estos en sus tobillos

—No tienes argumento para quejarte cuando tu pene también está sufriendo—respondió ingenioso sonriendo apenas los labios del azabache se deslizaron por su miembro dejando pequeños besos húmedos bajando hasta sus testículos causándole un escalofrío

Muchas veces piensa detenidamente en que los labios de Fumiya son demasiado suaves, esta misma suavidad le otorga un placer distinto cada que recibe un oral suyo deseando que su semen caiga sobre esos lindos labios que le encantan. Gruñe cuando pequeñas lamidas se instalan en su miembro desde los testículos hasta la punta con lentitud, su mano se detiene en el cabello azabache despeinado del menor

—Deja de jugar conmigo, Fumiya—pidió apretando el agarre en sus hebras azabaches—Abre tu jodida boca ahora mismo—

Adora la obediencia de Fumiya, abriendo su boca sacando un poco su lengua dando a entender que lo recibirá con todo el placer en su cavidad húmeda, esa imagen quedará impregnada en su mente por mucho tiempo queriendo decir algo burlón sobre esa sumisión del menor pero no tiene nada en la mente ahora mismo como hacer el comentario, su mente está empañada por el placer

Apenas la punta de su miembro entra, suspira pesadamente moviendo su cadera para que el resto de su miembro ocupe el espacio vacío en la boca de Fumiya que se ha acostumbrado al tener ese miembro en su boca siendo un arduo esfuerzo la primera vez que tuvo que tomarlo por completo sin ahogarse o separarse por la sensación del vomitar picando en su garganta

Ahora puede tener todo como un experto sin quejarse, cerrando sus ojos permitiendo que su cabeza sea manejada por los jalones de cabello del Haitani que inunda la habitación donde están encerrados, la excitación del ser atrapados le genera una carga de adrenalina que le agrega mayor disfrute al oral que recibe

Pequeños elogios son soltados, Ran maltrata la boca de ____ pero en medio de la excitación suelta elogios hacía su maravillosa boca que le otorga un placer que nadie más le daría con facilidad, puede afirmar que los orales de ____ son los mejores

Pequeños espasmos contraen su abdomen, su cuerpo da unos cuentos temblores, está cerca de su clímax golpeando con más embestidas la pequeña boca de Fumiya que ahoga jadeos en su miembro ante su brusquedad aumentando su sonrisa apreciando aquellos hermosos labios suaves y húmedos

Gimió intentando controlarse para no ser tan ruidoso, su semen inundó la garganta de Fumiya que automáticamente tragó contrayendo su garganta en tal acción que envió una descarga de placer a Haitani que gimió de nuevo antes de alejar su miembro de la boca de Fumiya con lentitud

Su brillante punta rojiza queda sobre esos lindos labios que la chupan para tragar hasta la última gota de su semen, Fumiya con cada acción que realiza le enloquece aún más, eso le encanta

—Qué excitante vista—murmuró mientras sus pantalones con la ropa interior son subidos por el menor que se remueve con su entrepierna doliendo apoyándose en la pared de aquella habitación de utensilios de limpieza—Ahora me toca ayudarte con eso, Fumiya—

—Apresúrate entonces, Haitani—sus pantalones junto a su ropa interior son bajados quedando en sus tobillos su cuerpo es cubierto por Ran que desliza su mano por encima de su ropa hasta su miembro desnudo que sostiene

Las manos de Fumiya se sostienen de sus hombros de nuevo, entrecerrando sus ojos apenas sus movimientos de mano empiezan bombeando su miembro con una lentitud que aumenta con cada segundo que pasa, Fumiya muerde su labio inferior para no soltar tantos jadeos o gemidos

—Oh, cariño~—canturreo escondiendo su rostro en su cuello descubierto dejando unos pequeños besos cortos en el mismo—¿Sientes vergüenza por si alguien te escucha? Cálmate, yo golpearé a quien se atreva a escuchar algo que solo debo disfrutar yo—

Los besos húmedos en su cuello se instalan, ____ se siente expuesto rasguñando con una mano las prendas de Ran mientras sus piernas tiemblan debes en cuando gimiendo en el oído del más alto que sonríe contra su cuello

Tan lindo e indefenso solo con su mano y labios, nunca podrá cansarse de las reacciones de Fumiya ante el placer, por eso le encanta follarlo en su hogar en el baño frente al enorme espejo que le permite capturar cada mínimo detalle de su cuerpo que se estremece con cada acción que realiza

Es adictivo, no mentiría

Con un alargado gemido que termina en jadeos cortos Fumiya termina manchando su mano, mejor dicho su guante blanco, con semen

—Buen chico—besó sus labios en un pequeño pico

—Ran, ¿y tus guantes?—Rindo miró las manos de su hermano mayor detallando que no lleva aquellos guantes que hacen conjunto con su uniforme

—Se me perdieron, igual en casa tengo otros—se alzó de hombros restándole importancia al asunto

—Fumiya, no te duermas, tenemos un tema importante que hablar hoy—pidió Kakucho apenas se percatada las acciones de su cansado amigo

No entienden porque de la nada apareció agotado pero tampoco preguntaran