Mochizuki Kanji

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Degustando su bien preparado ramen se recarga en su mesa dibujando unos garabatos en una hoja, no tiene mucho que hacer ese día distrayéndose de formas estúpidas mientras sus adorables perros duermen en su cama del escondite acurrucados, sin muchas ganas de salir para un reunión que tiene en una hora con los altos mandos de Tenjiku

Es un flojo sin remedio, queriendo quedarse en su adorada cueva por toda la eternidad con sus adorados perros que le dan el cariño y amor que necesita para seguir viviendo

Todo tiempo para ser feliz se acabó cuando la puerta fue golpeada con brutalidad, sus perros se asustaron mucho acercándose hasta la puerta gruñendo y ladrando, por su parte dio un brinco en su silla soltando los palillos que usaba para comer levantándose torpemente sacando una navaja que tiene escondida en su escritorio colocándola en el borde de su pantalón cubriéndola con su camisa

—¿Quién es?—preguntó pidiéndole a sus perros que se mantengan en guardia

—Pensaba que los Haitani me estaban jodiendo cuando prácticamente dijeron que vives en una jodida cueva—reconoció la voz de Mochizuki frunciendo el ceño

Esos idiotas, no deberían darle la ubicación de su escondite a otros para que vengan a perturbar su tranquilidad

—Mochizuki—quitó los seguros con cansancio mirando antes de abrir a la puerta a sus adorables perros—Cálmense, no es nadie malo—

—¿Hablas con los animales?—cuestionó alzando una ceja aquel chico de cabello oscuro

—Habló contigo así que, sí, hablo con animales, Mochizuki—respondió logrando desfigurar la expresión del contrario a una mueca molesta

—Muy chistoso, imbécil—la sonrisa burlona del menor le hizo apretar la mandíbula—Vine para avisar que adelantaron la hora de la reunión, acomódate para ir—

—¿No podían escribir y ya? No es necesario venir hasta acá para molestarme con eso—rodó los ojos acercándose hasta el pequeño armario que tiene quitándose de su camisa para dormir dejando su espalda descubierta dejando ver unas pocas cicatrices

Mochizuki no espero esa acción analizando la espalda ajena enfocándose en las marcas que tiene esta, Fumiya nota su mirada intensificada volteándose directamente para verlo mostrando su abdomen alzando una ceja

—Cierra la boca, Mochizuki, se te está cayendo la baba—dijo acercándose hasta él para tocar su mentón con un dedo, al instante el contrario pegó sus labios—¿Eres un virgen acaso? Teniendo una erección nada más por ver un poco de piel—se burló al notar el bulto que se marcha en el pantalón del azabache

Fumiya se burló notoriamente, volviendo a su puesto anterior terminando de cambiarse para mirar a su acompañante con una sonrisa gatuna con sus ojos achicados bajando su mirada hasta su entrepierna aún notable sobre la ropa, dio una risita acercándose hasta sus perros despidiéndose cariñosamente dejándoles comida en sus platos al igual que agua para que estuvieran cómodos

Aseguró la puerta guardando las llaves en su bolsillo siguiendo los pasos de Mochizuki sin importarle que estuviera usando la gabardina del uniforme para cubrir su erección

—Llévame, no tengo ganas de manejar hoy—la forma de pedirlo molestó al mayor pero ya el menor estaba sobre su motocicleta esperando a que se sentara para llevarlo a la sede de Tenjiku

—Bien—accedió acomodándolo para que quedara al frente sentándose para acercarlo a su pecho, sus pieles se pegaron mientras el menor se afirma de una parte del manubrio para no caer sin ser un impedimento para la vista del azabache

En esa posición Fumiya puede sentir la dura erección de Mochizuki acomodándose intencionalmente cada que frenaban en un semáforo causando unos ligeros gruñidos de excitación del grandote a sus espaldas

—Me gustaría poderme burlar de un rey celestial, una gran autoridad de Tenjiku, alguien que impone respeto pero que resulta ser tremendo precoz manchando sus pantalones con semen por un simple roce, ¿no sería gracioso, Mochizuki?—hablarle con tanta superioridad y burla causó molestia en el chico más alto que buscó tomar todos los atajos posibles para evitar los semáforos queriendo estar antes de tiempo en la sede

Entraron en la sala de reuniones, es una habitación amplia con una mesa redonda teniendo las sillas contadas para aquellos que estarán presentes, con un fuerza poco medida golpeó el cuerpo de Fumiya contra la mesa arrebatándole un quejido por su brusquedad

—Jodido gorila—insultó con su cabeza presionada contra la mesa teniendo el cuerpo del contrario sobre el suyo

—Veremos si ese culo tuyo puede recibirme, pequeño idiota arrogante de mierda—devolvió el insulto quitando la gabardina del camino su mano libre bajo hasta el cinturón del menor para acariciar el miembro contrario por sobre la ropa—Me puede retractar si te disculpas, en voz alta—

—Sabes donde buscarte las disculpas, Mochizuki—respondió acomodando una mano para alzarle el dedo del medio antes de hacer fuerza con sus piernas alejando al más alto de su cuerpo—Haré que ensucies tus jodidos pantalones—

Fumiya posicionó su pie sobre la entrepierna de Mochizuki, haciendo algo de presión moviendo su pie de lado a lado sacándole gruñidos y quejidos al mayor, esos sonidos hacen que extienda su sonrisa con malicia

La habitación es repleta por los gemidos y quejidos de Mochizuki que maldice con cada suspiro a Fumiya, el mencionado responde con una sonrisa sin quitar su pie de su entrepierna hasta escucharlo gemir ruidosamente con una voz ronca alejando su zapato del pantalón donde se marca aquel bulto detallando la macha de humedad en la tela

Transmitió su burla en risas, limpiando su zapato con ayuda del suelo mofándose por la mirada en el rostro de Kanji agachándose a su altura sabiendo que está todavía recobrando las fuerzas tras ese orgasmo, colocando una mano sobre su miembro húmedo palpando la humedad antes de lamer sus dedos con sus ojos fijos en los ajenos

—Qué precoz, Kanji—se levantó para darle unas palmadas en su cabeza—Cámbiate de pantalones, te lo recomiendo, precoz—

—Hijo de puta—se levantó teniendo que cubrirse con su gabardina para no mostrar la mancha de semen en sus pantalones

Al salir de la habitación nada más escuchó las risas burlonas de Fumiya

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora