La tienda donde anteriormente trabajaba fue cerrada, para su desgracia debe correr para encontrar un nuevo trabajo teniendo gastos propios que cubrir, uno de los más importantes es la renta de su departamento que se cobra cada inicios de mes. Casi que preguntó en todo Tokyo por un sitio de trabajo decente, pensando al final del día que tendría que recurrir a métodos más...humillantes
Cruzando por frente una cafetería visualizó un cartel solicitando un camarero, sonrió contento pensando que su último intento puede salir victorioso casi brincando cuando le confirmaron que fuera la mañana siguiente para hablar con el jefe del local que verificaría si es una buena opción para ocupar el puesto de camarero. Cruzando sus dedos llegó con los nervios de punta la mañana siguiente encontrándose con el hombre que maneja la cafetería, tuvo que contestar muchas preguntas intentando no actuar muy nervioso hasta el final, sorprendentemente el hombre le concedió la oportunidad de trabajar en la cafetería
¡Lo logró! Se contentó muchísimo agradeciendo la oportunidad empezando lo antes posible para demostrar sus ganas de trabajar, una amable camarera le guió hasta el cuarto de descanso donde también se cambian teniendo un uniforme que utilizar aparte de un delantal, recogió su cabello en una coleta para no molestar a nadie por tener el cabello suelto y salió preparado
Las camareras presentes le dieron pequeñas indicaciones de cómo trabajar adecuadamente estando agradecido por su ayuda, recibiendo bastante clientes que dejaron propina que es personalmente para él. Al final del día, todos ayudan a limpiar la cafetería pudiendo comerse los postres que quedaron sin vender que no son muchos pero igual lo disfrutan
—Debes probar el cheesecake, Fumiya-kun—sugirió una joven de cabello rubio extendiendo aquel postre que resulta muy vendido en la cafetería
—Oh, lo siento, no me gusta el cheesecake—rechazó la amable sugerencia de aquella chica apenado
—¡¿Cómo?!—dijeron las tres chicas al mismo tiempo incrédulas
—Cuando era niño recuerdo haber comido un cheesecake que sabía muy mal, por eso no me gustan ahora—explicó sin muchas vueltas hacía sus compañeras de trabajo
—Por culpa de las malas experiencias te perderás el probar el mejor cheesecake de Tokyo—recalcó la jefa de los camareros—Dale una oportunidad, el cheesecake de Cozy Corner es de los mejores, aparte de ser el postre más vendido—recibió unas gentiles palmadas en su espalda alentándolo a probar
—Está bien...—murmuró dudoso tomando su cuchara para probar una pequeña porción del cheesecake esperando no fuera para nada malo o desagradable para su paladar
Pensó brevemente que no sería la gran cosa aquel cheesecake, pero apenas logró probarlo sus ojos se abrieron como platos fascinados por el nuevo saber que tanto a encantado su paladar recibiendo sonrisas de sus compañeras de trabajo sabiendo que le había gustado el postre
—¡Es buenísimo!—exclamó como un niño animado
Unos días más tarde, la tienda se encuentra ligeramente solitaria siendo una linda tarde sin muchos clientes que atender, ciertas tardes tienen clientes por montones, otras tienen clientes a una magnitud común y pocas veces tienen pocos clientes presentes pero depende de muchos factores
Sus compañeras aprovecharon la soledad para comprar unos cuantos objetos que faltaban en la despensa del local pidiéndole hacer su mayor esfuerzo si algún cliente llegaba mientras ellas no estaban, aunque dudaba que alguien apareciera colocándose sus audífonos inalámbricos para disfrutar de su música estando al pendiente en caso de llegar un cliente al local
Detuvo la música quitándose los audífonos cuando dos personas entraron en el local, sus nervios aumentaron al presenciarlos como chicos intimidantes vistiendo uniformes iguales pareciendo ser pandilleros, no mentiría diciendo que no siente miedo por ambas presencias
Tiene malas experiencias con pandilleros, en su anterior trabajo un grupo terminó por robar la tienda sorpresivamente, unos cuantos se los encuentra camino a su apartamento siendo golpeado algunas veces, le han robado también. Toda una racha de mala suerte cuando se trata de pandilleros, se está replanteando si es buena idea huir por la puerta trasera o llamar a la policía
—Bienvenidos~—saludó con una leve sonrisa intentando no mostrar sus verdaderos temores apretándolas por debajo del mostrador—¿En qué puedo ayudarles?—
Debe estar pálido como un papel, ignorando sus manos temblorosas
—Buenas tardes, quisiera dos porciones de cheesecake, un café negro sin azúcar y un café con leche con azúcar—habló el más intimidante, un titán de cabeza pelada exceptuando cierta parte que tiene cabello rubio y ojos azules
Recalcando su notable voz de ultratumba
El mismo muchacho le entregó una tarjeta de crédito pagando por su pedido, pidió su nombre para llamarlo cuando todo estuviera listo
—Muto—asintió colocando el nombre en el pedido que fue directamente hasta la encargada de la cocina que jamás sale de aquel sitio
—Pueden tomar asiento mientras esperan—comentó hacía ambos deteniendo su mirada un momento sobre aquel ¿chico o chica? De largo cabello rubio con pestañas notables y ojos verdes claros
Teniendo todo organizado metió las dos porciones de cheesecake en una bolsa de papel con diseño de la tienda, los dos cafés los colocó cerca de la bolsa
—Muto-san—llamó al mencionado—Su pedido ya está listo—avisó
Ambos uniformados se acercaron, cada uno tomó su respectivo café viendo con sorpresa las cicatriz en las comisuras de los labios del rubio de cabellera larga que bajo su mascarilla para probar su café, Muto tomó la bolsa con los cheesecake despidiéndose con una leve sonrisa antes de abandonar el local siendo seguido por su amigo
Parece que rompió su racha de mala suerte con los pandilleros, exitosamente
Sus compañeras de trabajo no tardaron en llegar, viniendo cargadas de bolsas que les ayuda a cargar hasta la cocina contándoles sobre el reciente cliente que apareció hace unos minutos atrás
—¿Muto?—ladeó su cabeza una de las chicas—¿No es el chico enorme que siempre viene cada semana por un cheesecake?—preguntó
—¿Es un cliente frecuente?—ladeó su cabeza Fumiya curioso
—Siempre viene por el cheesecake—declaró al jefe de camareros antes de alzarse de hombros—No es extraño verlo debes en cuando—
—Ya veo...—asintió
Como habían dicho anteriormente, cada cierto tiempo aquel chico alto de cabellos rubios aparecía en la cafetería pidiendo una porción de cheesecake, algunas veces se quedaba para comerlo en el local, otras lo pedía para llevar pero casualmente siempre terminaba atendiéndolo él
Se despidió de Muto moviendo su mano levemente siendo correspondido por un movimiento de mano acompañado de una sonrisa, con un pañuelo en mano se acercó para limpiar la mesa donde antes estaba aquel chico que le ha caído muy bien en las veces que ha visitado la cafetería. Tomó la generosa propina que dejó topándose con una servilleta bien doblada que atrajo su atención, la abrió encontrándose con un número"Quisiera algún día compartir un cheesecake contigo, ¿me permitirás hacerlo?
—Muto"
Un escalofrío estremeció su cuerpo temblando ligeramente guardando con mucho cuidado aquella servilleta con letra pulcra en su bolsillo sabiendo su respuesta para Muto, sus compañeras le sacaron bromas por caer enamorado ante el "grandote amante del cheesecake"
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One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]
FanfictionPorque nunca es suficiente de male reader. Cabe aclarar que habrán tantos escenarios con los chicos como con las chicas para hacer un 50/50 por así decirlo, sin contar que habrán SPOILERS del MANGA