Tenjiku

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Como un miembro con cierto nivel en la pandilla tiene diversas tareas que cumplir durante todos los días siendo a veces tareas completamente aleatorias, en esa ocasión tomó el lugar de el tesorero de la pandilla en una reunión para los ingresos y otros detalles de Tenjiku. Salió mentalmente cansado de esa reunión deseando volver al edificio de la pandilla para descansar, pero un llanto detuvo sus pensamientos

Unos pasos cerca de su posición están unos edificios residenciales abandonados que nunca fueron terminados por distintos problemas que son de poco interés, un escalofrío recorrió su cuerpo pensando nada más en todas las películas de terror que le otorgan escenarios grotescos a su mente, incluso ciertas leyendas de su país natal

Residencias abandonadas con un llanto en su interior, eso tiene una pinta de película de terror donde todo puede salir mal por su jodida curiosidad innecesaria, la curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo, piensa en ello mientras entra en la residencia encaminándose hasta el llanto en un camino algo confuso donde se sólo seguía por el sonido

En una habitación completamente sucia en una caja húmeda por el agua de las tuberías oxidadas se encuentra descansando un pequeño bebé pequeño, delgado y abandonado agitándose entre su desesperado llanto por alguien que le otorgue atención. Se acercó sintiendo un olor terrible, un pañal sucio de días posiblemente, sin mencionar el hambre que debe sentir la criatura

—¿Te encuentras solo, pequeñín?—se agachó intentando ser lo más delicado posible con aquel pequeño bebé que se siente débil como un cristal, apenas tomó en brazos al bebé este calmó un poco su llanto pero no paró—Supongo que necesitas un baño, un cambio de pañal y comida—

Salió de aquella residencia abandonada con el bebé en sus brazos pensando que ahora tiene una nueva responsabilidad pero dejar en abandono aquel pequeño no es una opción, no se siente capaz de hacer tal cosa como abandonar a un bebé para morir seguramente









Claramente sus amigos estuvieron sorprendidos ante su llegada con un extraño bebé de aspecto sumamente sucio, ignoró sus preguntas dándole prioridad al bebé dándole un buen baño teniendo que sacarle unos piojos que tenía en su corto cabello dejándolo limpio con su lindo pañal que no lastima su piel gracias a la crema y el talco para bebés, preparo un biberón siguiendo los respectivos pasos esperando a que se enfriara un poco para alimentarlo lo necesario sabiendo que su hambre es monstruosa tomando dos biberones hasta caer dormido en sus brazos tras arrullarlo sacándole los gases

No pensó en una cuna, entonces uso varias almohadas para evitar que el bebé rodara fuera de su cama durante su agradable siesta, terminada toda la actividad se dirigió hacía sus amigos para conversar sobre el tema que ellos necesitan conocer sobre el nuevo integrante de su enorme familia, por así llamarla

—¿De dónde sacaste a ese bebé?—cuestionó primero Izana acercándose hasta él con suma curiosidad pero también autoridad en sus palabras

—De una residencia abandonada, literalmente—respondió sabiendo que respondiendo con la verdad nadie se molestaría

—¿Por qué lo trajiste hasta acá?—preguntó Ran cruzándose de brazos alzando una ceja

—No planeaba abandonarlo al verlo de esa manera, solo, abandonado, hubiera muerto—dijo ahora con seriedad, esa pregunta para él fue una estupidez

—¿Te quedarás con él?—preguntó curiosamente Kakucho

—Ya lo traje hasta aquí, es evidente que cuidaré de él, es mi responsabilidad ahora—aclaró con una firmeza notable en su mirada—Quieran o no, se quedará con nosotros—

—Llevarte la contraria nunca fue una opción—alzó sus manos haciéndose el inocente Rindo

—Pero también tienes trabajos que cumplir, no podrás estar cuidando del bebé mientras estás trabajando—indicó Kokonoi como un detalle importante

One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora