One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]

Madarame Shion

Fumiya es una persona observadora, todavía más con aquellas personas que están en su entorno por mucho tiempo conociendo sus gestos a la perfección siendo capaz de leer sus emociones sin mucho esfuerzo, pensando últimamente en que Madarame está actuando extraño cuando están juntos, no piensa que sean los nervios por su notable enamoramiento que es visible ante él nada más, pero tampoco logra descifrar aquello que está sintiendo Madarame

Están intentando mantener una relación estable, estando en aquellos primeros meses donde salen sin tener un nombre específico para aquella relación pero que todos saben que terminarán siendo una pareja, Madarame aseguró que no quería ser muy veloz con sus acciones queriendo que Fumiya estuviera primero cómodo con todo de él antes de iniciar una relación seria, Fumiya gusta de aquella comodidad que se está construyendo entre ambos apreciando mucho la presencia de Madarame

—Puede estar dejando de gustar de ti—Ran dio su opinión sobresaltándolo con ese comentario tan directo sintiéndose afectado por ello

El mal sabor de boca apareció, puede estar teniendo razón con sus palabras apretando sus labios recordando todas las actitudes extrañas que tenía últimamente aquel rubio de tatuaje en su cabeza, actuando distante dejando de lado aquel lado cariñoso que le mostraba antes, dejando de compartir aquellas tardes donde podían besarse sin dobles intenciones solo riéndose como unos tontos, las cenas improvisadas formaban juntos cuando salían de sus deberes de la pandilla

—Tal vez encontró a otra persona—Rindo agregó aquellas palabras que le cayeron como un plomo al estómago, su corazón cayó a sus pies

¿Por qué todo eso le está haciendo sentir tan mal? ¿Está siendo muy sentimental? No debería apresurarse en pensar pero todo encaja lastimosamente sintiendo sus lágrimas brotar de sus ojos soltando sollozos que intenta aguantar inútilmente atrayendo la atención de ambos hermanos que al verlo aguantando su llanto supieron que algo andaba mal con Fumiya

No son los mejores amigos, pero dejaron que tomara asiento en el sillón intentando que calmara su llanto pero no parecía tener ganas de detenerse, llorando cubriendo su rostro pensando en que sus palabras tienen toda razón

Madarame está en todo su derecho de enamorarse de otras personas, pero al menos querría saberlo para evitarse esos dolores en su corazón, porque toda esa distancia solo le lastima muchísimo queriendo llorar como un bebé por horas siendo testigos de sus lágrimas ambos hermanos que no saben como ayudarlo

—Nosotros no somos nada, no debería ponerme de esta manera...—sollozó mientras limpiaba sus lágrimas con la manga de su camisa—Pero aún así me siento muy mal—se ahogó en un sollozo intentando no llorar otra vez—¿Será una chica linda y amable? ¿O un chico más delicado y más cariñoso? Cualquier es mejor que yo—

—Sécate todas las lágrimas y los mocos—el chico de trenzas dejó servilletas en las manos del menor que se encargó de eliminar todo rastro de lágrimas o mocos de su rostro, pero es notable que lloro por sus ojos rojizos—Para olvidarte de tus penas es mejor pasar una buena noche disfrutando que llorando—

—Ya para esta hora las discotecas están abriendo, podemos pasar toda la noche en eso—dijo el chico de cabello rubio y mechones azules—¿O prefieres una fiesta en la increíble casa de los hermanos Haitani?—

—Sus fiestas son mejores—respondió mirándolos a ambos que sonrieron al verlo actuar más tranquilo

—No tendremos que poner mucho esfuerzo en arreglarlo todo, vístete para la ocasión y nos vamos—ordenó el Haitani mayor mientras lo empujaba fuera del sillón para que suba a su habitación

—Denme un minuto—pidió subiendo hasta su habitación buscando las prendas adecuadas para vestirse limpiando su rostro quedando como nuevo

La residencia de los Haitani no tardó en llenarse conociéndose la fama de aquellas fiestas que nadie debería perderse en su vida, para las altas horas de la noche casi siendo la madrugada algunos miembros de Tenjiku aparecieron atrayendo la atención de Fumiya que disfruta de las bebidas alcohólicas pero su mirada se detiene el recién llegado Madarame acompañado de una chica

De estatura normal, cabello castaño ligeramente rizado que llega hasta la mitad de su espalda, sin mucho maquillaje pero resaltando sus regordetes labios pintados con un suave labial, piel ligeramente morena como bronceada, ojos oscuros que logra distinguir, vistiendo un lindo conjunto con una falda que llega hasta su rodilla con una camisa de botones blanca, sus zapatos son unos de tacón medio viéndose más alta

Es preciosa, no mentiría, no se engañaría teniendo en cuanta que compararse con aquella hermosura de chica sería una completa pérdida de tiempo. Ella lo sobrepasa en todos los sentidos, no hay punto de comparación eso sería una ofensa para ella

Decidió fijarse en la bebida en sus manos, intentando concentrarse en eso para intentar no llorar como un patético idiota por alguien que ahora consiguió a una persona mejor, alguien mejor que él

—Hola, ¿puede servirme un vodka, por favor?—llegó una linda voz para sus oídos, algo aturdidos por la música que está siendo dirigida por Rindo haciendo su deber como DJ

La hermosa castaña con la que no se puede comparar esta a su costado, luciendo tan hermosa apoyando sus brazos de la barra de bebidas recibiendo en cuestión de segundos la bebida que pidió anteriormente agradeciéndola con amabilidad, intentó no verse como un jodido acosador pero ella se fijó en él

—No parece que estés disfrutando de la fiesta—comentó mirándolo curiosamente haciendo una mueca con sus labios sin ser grosera

—Mis amigos querían animarme la noche, pero siento que esto de las fiestas no es lo mío—aclaró tomando de su bebida recibiendo una mirada completamente interesada de la chica

—Es una lástima—dijo ella teniendo que alzar su voz para ser escuchada—Me hubiera gustado invitarte a bailar, pero no parece que quieras—

—Puedo hacer un esfuerzo—sus palabras atrajeron la atención de la fémina, sus ojos se iluminaron sorprendentemente haciéndola lucir más bella

—Soy Momo—se presentó extendiendo su mano para invitarlo a levantarse

—Un gusto—atrapó su mano levantándose dejando su trago vacío—Soy ____—

Fue arrastrado hasta donde la música se escuchaba más cerca haciendo retumbar todas las paredes, teniendo el cuerpo de la fémina pegado de su cuerpo mientras estaban bailando sintiendo en un instante su espada pegada de su pecho mientras haciendo sensuales movimientos con su cuerpo sin despeinarse, aunque lo hiciera seguiría luciendo bien

Momo no daba indicios para separarse, eso le causó una sonrisa divertida levantando su mirada por unos instantes de la linda chica topándose con los ojos negros de cierto rubio que conoce, mirándolos con completa sorpresa sin saber que hacer. No sintió nada de tristeza, fue más como un "Ya no me importa nada"

Shion se levantó de su puesto queriendo acercarse para separarlo sin saber por quién estaba celoso, pero sus ojos se ensancharon cuando Momo giró enredando sus brazos el cabello teñido de ____ acercándolo hasta juntar sus labios en un beso lleno de pasión correspondidos por ambos abrazando su cuerpo con necesidad mientras ____ responde de igual manera si estarla usando por despecho, más bien es como una buena probada de satisfacción en todo el día

El labial quedó marcado en sus labios, recibiendo una seductora sonrisa de la chica que besó sus labios nuevamente susurrándole al oído que ya debía volver a su hogar pero le dejó su número anotado para que retomaran el asunto un mejor día, se despidió sin mucha dificultad mirando por última vez hacía dónde estaba Shion

—Fumi~, tengo grandes planes para esta noche—un brazo rodeó sus hombros tratándose del Haitani mayor—¿Podrás aguantarlos?—preguntó contra su oído sutilmente

—¿Rindo nos acompañará?—preguntó de vuelta

—Dijo que en cinco estaría con nosotros—fue arrastrado dirigiéndose hasta la habitación del Haitani mayor—Nosotros podemos divertirnos mientras tanto—

Fue empujado a la cama quedando en una posición comprometedora, Ran solo atinó a sonreír mientras sus brillantes ojos morados lo analizaban lanzándose sobre su cuerpo antes de comenzar a devorarlo completamente

Rindo no tardó en llegar

Y Shion sólo se quedó como un idiota solitario