One-shots Tokyo Revengers II [Male reader]

Mitsuya Takashi

Las pequeñas hermanas de su pareja, sus cuñadas, habían pedido días anteriores tener una salida especial con aquel chico que les agrada tanto siendo el "príncipe" de su hermano como suelen llamarlo por una ocasión donde escucharon que Takashi llamó a ____ de esa manera, el implicado aceptó cuidar de ellas con una enorme sonrisa, esas niñas son un amor de personas sin tener problemas en estar con ellas aunque su pareja le preocupara un poco que no sepa manejar la situación porque sus hermanas algunas veces son muy energéticas

Su pareja le pidió mantener la calma asegurando que le llamaría si tiene alguna clase de problemas con aquellas infantes, ahora estando los tres en un parque infantil donde las dos pequeñas disfrutan del rato antes de volver a su hogar sabiendo que le quedan unos cinco minutos más para irse, le hacen completo caso a Fumiya apenas escucharon que en cinco minutos deben volver

—Ya es hora de irnos, niñas—comentó alzando la voz un poco levantándose de su puesto esperando por las dos menores que respondieron a su llamado acercándose hasta él, cada una tomando una mano para estar seguras—¿Se divirtieron? Antes de ir hasta su casa pasaremos por una tienda de dulces que me gusta mucho—

—Pero—dijo insegura Luna—Nosotras no tenemos dinero para comprar dulces—se lamentó al final

—Está bien, no te preocupes que dejaré que ustedes elijan unos pocos dulces, tampoco muchos porque muchos dulces harán que les duelen los estómagos, ¿les gusta eso?—habló caminando con tranquilidad mirando a los lados cada que debe cruzar una calle

—¡Muchas gracias, Fumiya-san!—exclamó contenta por sus palabras Mana dando pequeños saltos

Llegaron hasta una pequeña tienda de dulces artesanales, la tienda tiene un espléndido aroma estando adornada por todos lados por montones de dulces de distintas presentaciones. Un completo sueño para los niños, Fumiya aclaró que nada más pueden escoger cinco dulces como límite, fue un trato justo para ambas infantes que aceptaron

Dejó que caminaran cuidadosamente por la tienda para escoger bien los dulces que pedirían sin perderlas de vista, se acercó hasta el mostró hablando con la mujer que atiende el lugar que ve todas las veces que visita la tienda

—¿Son tus hermanitas?—preguntó mirando a las pequeñas niñas que están rondando la tienda

—Son las hermanitas de mi novio, mis cuñadas—respondió con una leve sonrisa—Quisieron pasar un día conmigo, no pude negarme a ellas, son unas niñas adorables—

—No cabe duda—asintió la mujer mirando curiosamente como las pequeñas se acercaron a Fumiya que se agachó para escuchar sus peticiones

Fumiya pagó los dulces, despidiéndose de la mujer dejando que las pequeñas sostengan sus propios dulces tomando sus manos libres estando contentas por los deliciosos dulces que su cuñado les compró

—Hora de volver a casa—dijo sosteniendo bien la mano cada una—Su hermano ya debió llegar—

—Ya quiero contarle todo lo que hicimos hoy, es divertido pasar tiempo con usted, Fumiya-san—dijo Luna con una sonrisa

—Sí, usted es muy bueno—aseguró Mana moviendo su cabeza para asentir

—Para mi también fue entretenido pasar el día con ustedes dos, princesas—no mentiría esas dos pequeñas son unos amores de personas

Continuaron estando a unas pocas cuadras del respectivo hogar de ambas niñas cuando el chico sintió la presencia de un grupo siguiendo sus pasos, todos siendo chicos también luciendo uniformes con rostros amenazantes, chocó mirada con uno de ellos teniendo un pequeño sobresalto preocupado por el bienestar de ambas niñas que están consigo acelerando el paso apenas el grupo avanzo cada vez más