capítulo 5. Esto no es de amigas es de hermanas

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Sonó el despertador, y di un respingo en mi cama, cuando me fije en la hora, era sumamente temprano.

Estamos de jodidas vacaciones. Los despertadores en vacaciones no existen.

Lo golpeé con rabia.

Una vez que me despierto, cuesta mucho volver a quedar dormida.

Agh.

Entre al cuarto de mis padres, estaban duchandose, hoy les toca un largo día de trabajo, a ellos le dan pocos días de vacaciones y se acabaron ayer.
Puse mi oreja a través de la puerta del cuarto de baño y escucho susurros y risas.

Es asqueroso, agh.

Al menos no tendré padres divorciados. Hay mucha química aún en ellos.

-¡Buen día!-dije a través de la puerta.
Y sonreí victoriosa cuando escuché el susto de mi madre y como mandaba a callar a mi padre, hasta pude sentir como lo separó de ella y eso que estaba al otro lado de la puerta.

Me encanta estas escenas.

-Sigan en lo suyo, yo iré a
desayunar.-dije divertida.

-Te amamos bebé.-gritó mi padre. Pero que buen humor.

Como que me perdí de algo anoche.

Finalmente terminé de servir todo en la mesa.

Sentí unos pasos bajando las escaleras.
Vi a mamá vestida para ir a su oficina: falda tubo, camisa de botones, chaqueta, tacones bajos, y un hermoso cabello cayendole en cascada por sus hombros.

-Huele rico aquí.-sonrió con sus dientes perfectamente alineados.

-Como jamás huele.-papá llegó por detrás de mamá y la abrazó por la cintura.

Mamá puso los ojos en blanco y se zafó de su agarre.

-Desayunemos.-invitó.
Le serví café a mi papá.

-Doble.-le guiñe un ojo.
Papá tomó mi brazo cuando puse la jarra en la mesa y me atrajo a él, caí sentada en su regazo, como niña pequeña.

-Tienes la belleza de tu madre.-besó mi mejilla.

-¡¡Papá!!-golpeé su hombro levemente.

Reímos.

***

-Saldré a trotar, ¿me acompañas?.-me convido como por octava vez Chels en la otra línea.

-No lo creo...-bostece.

-¡Vamos!, no querras que te bañen cuando no puedas moverte, por gorda.-¡¿Que?! Yo no estaba tan obesa, ¿o si?.

Me aterra eso. Pero no es suficiente para convencerme. Tengo una mejor propuesta.

-Solo si...

-¡El soborno!.-me interrumpió irritada.

-¿Irás a trotar sola?-reí.

-Solo si...¿que? Dilo.

-Me invitas un helado después de trotar.

-Debí esperar eso de Marshall.

-De chocolate-chille.

No obtuve respuesta, solo escuche la linea muerta del otro lado, me tranco.

Busque en mi ropa algo cómodo para trotar. Lo que más se acercaba eran unos shorts holgados que cubrían medio muslo de mis piernas, una camiseta sin mangas, mis zapatillas deportivas, me hice una coleta y...

¡¡lista para mi helado!!

Trote hasta la casa de Chelsea, ya que queda a unas tres cuadras más o menos.

Cuando llegué ella estaba estirando su cuerpo, en su jardín.
-Si sigues haciendo eso.-la señale-Veré pronto tu pie dislocado.-le advertí.

-Se llama calentamiento-revoloteo los ojos.-lo que entiendo que tu no debes conocer.

Chelsea terminó de calentar y empezamos a trotar por la acera de las calles cercanas.

Yo me cansaba constantemente y paraba un poco a recuperar el aire, ya que mi cuerpo no estaba acostumbrado a ejercitarse.

Después de aproximadamente media hora, le pedí que tomáramos un receso. Ella accedió después de insistir y quejarme mucho.

Nos sentamos en una acera.

-¿Sabías que la Señora Kutcher tiene un sobrino, muy amable?.-solté de repente.

-¿Tu vecina?.-preguntó.

-Si...-limpié mi frente que tenía una fina capa de sudor.

Mierda. Mis ojos se abrieron como pelotas de golf al ver a Christopher caminar con una bolsa de pan entre sus brazos. En dirección de nosotras. Aún no nos veía, pero lo haría.

-Hablando del rey de roma.-dije mirando al chico para que mi amigalo notará.

-Lo conoceré.-se ensanchó una sonrisa en su rostro que no me gustaba nada...

Cuando el sobrino de Julie cruzó la calle y llego a la acera donde estábamos, Chelsea se levanto de un tirón e hizo que el diera un pequeño brinco del repentino ataque de mi amiga.

-Chelsea Beck.-estiró su mano-Amiga de Marshall.-me señaló.

Me levanté apenada, que indiscreta Raquel. El que le hables así, significa que te he hablado de el, delatadora.

El tomó la mano de Raquel. Y pronunció su nombre.

-Ah, si ya se tu nombre.-mintió.

El color subió a mis mejillas.
Estaba rojisima.
Gracias Raquel.

-Hola Marshall.-saludó tan cortés como siempre.

-Hey Chris.-sonreí amablemente.

-Amiga...-Chels se dirigió a mi-Es mucho más lindo de lo que decías.-lo dijo fingiendo susurrar, pero con la intención de que el escuchará todas y cada una de sus palabras.

Enterré mi codo en sus costillas, chillo de dolor.

-Disculpala, no sabe lo que dice. Después de trotar no le llega bien el oxigeno al cerebro.-reprimi una risa.

Quería reír por la cara de dolor de mi mentirosa mejor amiga.

O por la cara de confusión y diversión del sobrino de mi vecina.

***
Chicas, recomienden la novelaaa ¿si?

Estaba pensando que cuando tuviera la novela más adelantada hacerles entrevistas a los personajes...
¿saben? Seria genial.

Bueno, voten. Comenten.

No sean lectores fantasmas coñooooo, sorry pero eso es horrible. Voten si les gusta la novelis.

Amo a todos los que leen.
Bye.

La imagen en multimedia no necesariamente son las chicas, es que fue la más cercana que encontré.

Mi estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora