capítulo 27. Maratón 3/3.

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-¿Que te dijo?.-preguntó Ronald nuevamente al ver que lo ignoraba.

-Que me extraña.-musite.

-¿Que más?.-insistió arqueando una ceja.

-Que le gusto.-dije cabizbaja concentrada en mi móvil.

-¿Y..?.- el sabía que había más.

-Me invitó a ir a su casa hoy, un maratón de películas, pero le dije que ya tenía planes con ustedes.-rodé los ojos.-¿Feliz?.-el negó con la cabeza.

-Ve.-sonrió.

-No.

-¿Por qué?.-dijo con el ceño fruncido.

-Alexa casi se va, y además no quiero que le des más amor a Chels mientas no estoy.-el rió ligeramente.

-Tu eres mi favorita.-dijo cerca de mi oído. Entre abrí la boca.

-¡No deberías decir eso!.-le reproche soltando una risita.-Pero, me agrada escucharlo.

-Lo se.-acomodó un mechón de su cabello que se le asomaba en la frente.
Duramos unos minutos en silencio. Estaba pensando en hacerle unas preguntas, pero no sabia si le incomodarian, al fin y al cabo que me decidí.

-Ronald...-el me miró y yo me sonrojé.-¿Tu eres el activo o el pasivo?.-el dejo salir una enorme carcajada muy sonora.

-Activo.

-¿Como te diste cuenta de que eras gay?.-pregunté después de asentir.

-Solo lo sabes, cuando veía a las chicas no me excitaba, a diferencia que cuando veía a los chicos sentía una atracción. No es algo que decidí yo.-me explicó.-...Como imanes, ¿entiendes lo que te quiero decir? Los imanes se unen si están cerca, a juro tienen que estar juntos. Algo así me pasa. Las chicas simplemente no son lo mío.-dijo relajado.

-¿No te excitan los senos?.-el negó con la cabeza.

-Yo diría qu...-cuando el iba a seguir hablando se aparecieron unas ruidosas chicas con una taza rebozada de palomitas.

-¿Y el refresco?.-dije al no verlo por ningún lado.

-Alexa lo trae.-dijeron Chels y jess al unísono.
Ellas entraron y pude divisar a una cansada Alexa con el refresco, un pote de helado, frituras, y... ¿es eso una botella de vodka?.

-¿En la farmacia venden alcohol?.-frunci el ceño. Las cosas para mantenernos toda la noche despiertas las habíamos comprado en una farmacia, pero no me fije que trajesen consigo esa bebida.

-La compró Alexa.-rió Jess.-Al unos pocos metros de la farmacia.

-Ah...

-¿Esperaremos que mis padres se duerman, no?.-ellos se miraron cómplices y la abrieron.

-¡Dios!.-me paré y cerré la puerta con seguro, para evitarnos sorpresas.

Chels se iba a llevar la botella a la boca cuando Ronald la frenó en pleno acto.

-Jugaremos, y de esa manera el que termine ebrio es el perdedor.

-¿Que tal si ninguno termina ebrio y todos felices?.-dije y el bufo.

-¿Saben en que consiste el juego de yo nunca?.-preguntó ignorandome.

-Si.-Chels sonrió amplio. Yo ganaba en este juego siempre, soy inocente.

-Yo no se como se juega...-dijo Alexa apenada.

-Con esos papás creo que no sabe que es ni un pen..

Mi estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora