Cerré los ojos y me senté en la grama y sentí a Thom hacer lo mismo.-¿Te confieso algo?.-dije rompiendo el silencio.-Cualquier otro chico me hubiera llevado a un restaurante, pero, nunca entienden que no quiero ir a esos lugares, donde hay muchas personas, donde tienes que tener mas cordura que locura.- Lo miré, y estaba atento escuchandome.
-Grita.- dijo sin dejar de mirarme.
-¿Que?-estaba confundida.
-Así.-se levantó del suelo y puso sus manos alrededor de su boca, para formar uan especie de megáfono.-¡Soy jodidamente libre!.
Ahí fue donde capté su punto.
Me levanté e hice el improvisado megáfono.
-¡Odio las reglas!-grité y cuando volteo hacía Thomas, noto sus hombros subir y bajar ligeramente a causa de la risa.
-¡Tengo una cita con un demente!- seguí gritando.
Thomas me tomó de la mano y nos sentamos de nuevo en el suelo.
-Es mi lugar favorito porque, cada vez que vengo para aca, me desahogo, libero toda la tensión, y bajo allá.-señaló la ciudad- con mejor ánimo. Grito, lloro, rió, y nadie me juzga aquí.- se encogió de hombros.
-Es hermoso este sitio.-sonreí-¿Y esa pequeña casita?-señalé la casa que había notado anteriormente.
-No lo sé, esta abandonada. La puerta nunca tiene seguro y un día entre, no había nadie, todo tiene polvo y telarañas. -hizo una mueca de que no tenía importancia.
Asentí.
-Juguemos.-invite.
-¿A que?.- preguntó con la cabeza ladeada.
-A las cinco preguntas.
-No se en que consiste.- hizo un puchero sacando su labio inferior.
-Para conocernos más, yo las hago tu respondes y viceversa.-le explique.
-Esta bien.
-¿Edad?
-21.
-¿...Estudias?
-Si, arte. Es mi pasión pintar.
-¿Vives con tus padres?.
-No, fallecieron.-susurró cabizbajo.-En un... accidente automovilístico.-sus palabras salían sin ganas.-Pero esta bien, estoy bien. Sigamos.-no me dejo consolarlo, es de la clase de personas que no les gusta dar lástima, creo.
Pero esa información me dejó impactada.
No podía articular palabra y el lo notó.-Pasó hace tiempo Marsh, ya estoy genial.-sonrió.
Y sonreí con un poco de pena por el. Pero el tiempo cura todo, ¿no es así el dicho?
-¿Hermanos, hermanas?.
-Robin, es mayor que yo, y vive en Denver, tiene esposa e hijos.
-Me quedo sin ideas...-admiti. La verdad es que no soy muy buena en este juego.
-Mi turno.-se frotó las manos. Me hizo reír.
-¿Edad, Sherwood?
-18. Pronto 19.
-...¿Signo sodiacal?.-oh, ¿en serio?
-05 de Marzo, piscis.
-Somos compatibles-me miró pícaro.
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Mi estrella fugaz.
Teen Fictionlee algo que te haga sentir viva, que se sienta tan real como el amor, como el dolor. viaja en esta historia a distintos sentimientos. solo hay una vida. solo hay un amor. solo hay un verdadero desgarre del corazón. son solo unos labios los que enc...