capítulo 38. ¿Quien entiende a los locos?

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Sentía una pesadez en mi estómago, en mi cabeza y inexplicablemente unas ganas de gritar, pero mi grito no salía, estaba ahogado. Visualizo mi alrededor y reconozco inmediatamente el centro médico, trato de levantarme pero mi cabeza palpita y se siente como si tuviera un gorro hecho de concreto. Algunas mangueritas conectan con mis venas, y odio tanto esta bata azulada.
Sin previo aviso entra una enfermera con unas hojas en su mano, y unos lentes de visión en su cabeza.

-Despertó, señorita Sherwood.-dijo con una voz aterciopelada.

-Watts. Señorita Watts.-fruncí la nariz.-¿Donde están mis amigos?.-pregunté enseguida.

-Tiene que descansar por ahora, sus amigos están siendo atendidos.-se acercó a mi y tocó mi frente.

-¿Que tengo...? Yo estaba bien, Thomas estaba mal, ¿Ian esta bien? Yo no tengo nada.-pronuncié todo tan rápido que la dejé un poco aturdida.

-Recibió un severo golpe en su cabeza, y si la policía no llega a tiempo quizá usted estuviese muerta, señorita.-me informó.

-¡No llegó a tiempo! ¡Claro que no llegó!-dije indignada.-Ayúdeme, por favor...-suplique.

-¿En qué?.-me miraba con lástima.

-Responda mis preguntas con exactitud, y si no se las sabe, averigüe.-ella insegura asintió.

-¿Cómo está Thomas Watts?.-comencé. Ella miró el suelo, y yo la presione con la mirada.

-Averiguare.-asentí aunque esa fuera la pregunta de mayor importancia.

-¿Ian...-no recordaba su apellido.-El chico que llegó con nosotros...eh.-ella achicó los ojos como cuando estas tratando de recordar y luego alzó las cejas como cuando recordaste.

-Él está estable, sólo lo golpearon con un arma en la cara y le fracturaron la nariz. Gracias a él agarraron a su atacante.-me explicó.

-¿Cómo así?.-dije confusa.

-Llegaron aquí en el hospital, y yo no hablé con los policías pero acá los chismes corren mucho.

-Sin ser grosera, al grano. Eso no me importa.-la hice apresurar.

-El tipo que los agredió, los lastimó para que ustedes no impidieran que él escapara en el auto que tenían, al principio logró perdérseles a la policía.-es verdad que son unos incompetentes.-Pero el chico este... Ian, se sabía la placa del auto y fue más fácil dar con él.-asentí.-No fue arrestado, fue enviado a un psiquiátrico.

-La última pregunta, ¿cómo es que sabes esa información, y no sabes cómo está Thomas?.-mi respiración se tornaba irregular por el hecho de no saber nada de Thom. Ella hizo un gesto de disculpas y salió de la habitación.
Ni gracias di.

No entendía como jugó Jerry esto, él sólo hizo una serie de idioteces, al final de todo fue encarcelado no en una cárcel como tal donde meten a los antisociales, pero si en una donde no tendrá una vida normal. No me alegra que haya terminado en un hospital psiquiátrico, porque las personas como él, que no tienden a funcionar como los demás, jamás caen en cuenta de que están locos. Porque loco es relativo, y es cierto que su extrema obsesión con ver jodido a Thomas lo llevó a su propia privación de libertad. Tantas buenas jugadas que hizo, pero esta es la que más quería y él se sentía bien al haberla cumplido aunque no la haya terminado porque nosotros estamos bien pero de igual forma nos perturbó la vida, ya me imagino su sonrisa macabra cuando lo atraparon porque el hecho de que lo hayan atrapado es la evidencia sólida de que ha cumplido con lo que quería. A los locos jamás se les termina de entender. Y aunque creamos que no está feliz aislado, él si lo esta, el ríe ahorita como no lo hacía antes, porque ver las paredes en la que esta encarcelado le recuerda que de alguna manera jodio a Thomas, a Ian, a mi.

Mi estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora