Me levanté de la cama, no podía dormir.
Maldito insomnio.
Maldito Jerry.
Agh.
Bajé a la cocina, veo a mi madre haciendo unas tostadas, mi papá esta haciendo café, doble, como le gusta.-Buenos días, meloncito.-me saluda mi papá. Que horrible sobrenombre.
-No me digas así.-le renege. Estaba de mal humor, en mi mente sólo pasaban preguntas y más preguntas sin solución y la más repetida ¿que demonios haría?.
Agarré una tostada de las que mamá preparaba.-Linda, hoy llegaremos tarde...-comentó mamá regalandome un beso en mi mejilla.
-Que novedad.-solté sarcástica.
Ella me miró con el ceño fruncido.-¿Estas bien?.-preguntó entre cerrando sus ojos.
-De maravilla.-dije con una mueca. Tomé otra tostada y la comí con escasas mordidas.
-Bien.-dijo, siguió haciendo lo que tenía que hacer.
-Me tomaré el día libre, Marshall. Iremos a jugar golf.-dijo papá, mi madre inmediatamente jadeo en forma de sorpresa. Sus boca se abrió y se volteó a dirección de mi padre con sus brazos en jarra.
-¿Haciendo planes improvisados, Nick?.-le preguntó enarcando una ceja. El asintió y se acercó a besarla.
-Un día con mi hija, un día entero... hace tanto que no tenemos un dia padre e hija.-me sonrió grande, yo traté por demostrarme emocionada, pero solo lo miré con amor y corrí a sus brazos. El me abrazo, diablos, extrañaba esto. Empecé a sollozar, no pude contenerme. Mi papá se separó un poco y me miró con preocupación.
-¿Que pasa?.-me preguntó totalmente perdido. Yo escondí mi cara en él y no contesté, él le dio un par de palmaditas a mi espalda, sentí otros brazos separandome de mi papá y llevándome a ella: mi mamá.
-¿Que ocurre, bebé?.-me dijo con amor. Yo me aferré a su cuerpo, ella empezó a hablar.-Sabes que puedes decirnos lo que sea.-me separé del abrazo. Limpié algunas lágrimas que aún salían de la órbita de mis ojos.
-Yo... tengo mi periodo. Es todo. Me emocioné con que mi papá tomará un día para mi.-mentí y sonreí, o eso traté, seguro no salió más que una mueca.
Mi mamá negó y vio a mi padre, como para que le diese una idea de porque estaba yo así. Luego sus ojos volaron de nuevo a mi.-Bien. Cuando estés lista para decirnos, te escucharemos chiquita.-dijo mi madre y mi padre la apoyo.
Claro que les diré, para que me alejen de Thomas, para que lo odien, para que se vuelvan locos y vayan con las autoridades. Claro que les diré.
¡ADEMÁS NO DIGAN CHIQUITA!
Bueno, mis padres eran consciente de que cuando quiero a alguien es difícil separarme de ese alguien, sin embargo, ellos queriendo "lo mejor" para mi reaccionarian así. Alejándome de la raíz del problema: Thomas. Pero yo no quería eso, buscaría otra solución, y lo mejor es que sea sin ellos, se que me aman, pero en sus manos no esta la respuesta a mi solución.
Papá suspiró, sacó su móvil, tecleo algo y empezó a hablar con su jefe en la otra línea.
-Si, bien, Marshall tiene diarrea... necesito quedarme con ella. No, no, no, solo hoy. Es que me da miedo que a pobre se enferme peor. Además tiene su periodo.-me estaba incomodando.-Si, imagínate eso...-estaba roja.-Oh, gracias. Si, si.-tranco la llamada. Me coloque de brazos cruzados, ¿que... mierda?. Nos reímos, incluida mi mamá que estaba roja de la risa.
-¡Respira Nicole!-le dijo mi padre riendo también.
-¡Son malos!-hice un puchero.
-Tenia que darle una buena excusa.-se encogió de hombros.
ESTÁS LEYENDO
Mi estrella fugaz.
Novela Juvenillee algo que te haga sentir viva, que se sienta tan real como el amor, como el dolor. viaja en esta historia a distintos sentimientos. solo hay una vida. solo hay un amor. solo hay un verdadero desgarre del corazón. son solo unos labios los que enc...