Epílogo.

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Años después...

-Te toca hoy a ti, mañana voy yo, amor.-me dijo Timothy mientras besaba la comisura de mis labios.
-Vete a la mierda. Ayer fui yo, hoy te toca a ti. Y odio que me digas amor.-me acerqué a él.-Otra cosa, si vas a besarme. Hazlo bien.-junté nuestro labios en un fogoso y agresivo beso. Me separé de él y sonreía, al igual que yo.

-Me encantas.-susurró.

-Lo sé.-dije del mismo modo.

-¿Quién llevará a Thomas a su entrenamiento?.-pregunté nuevamente.

-Yo, amor.-me guiño un ojo.-Digo,¿mamacita?.-reímos.

-Jefa, estaría bien.-dije bromista, él asintió. Salió de la cocina depositando una nalgada en mi trasero.

-¡Mamá!-exclamó Thomas bajando las escaleras ágil.-¡Mis tenis estan sucios!-dijo haciendo un mohin.

-¿Todos, campeón?.-caminé hasta él y deposité un beso en su frente.

-Mis favoritos.-me miró con una mueca.

-Usa otros, luego limpiamos los que más te gustan ¿sí?.-dije aterciopelada. Él asintió.

-¿Que hay de desayunar?.-preguntó.

-Panqueques.-respondí.-¿Y, Jessie?.-frunci el ceño.

-Está durmiendo con la tía Chelsea. Las traté de despertar, pero me patearon.-me aviso. Sonreí y negué con la cabeza.

-No sabia que Chels se había quedado aquí a dormir.-subí las escaleras y Thomas me siguió.

-Llegó anoche tarde, y como tiene llaves.-se encogió de hombros.

-¿Ebria?.-cuestioné. Él asintió.

Entramos a la pieza de Jessie, y efectivamente estaban las dos durmiendo como yo solía hacerlo con ella.

-¡CHICAS!-grité.-¡DESPIERTENSE, HAY PANQUEQUES!-ellas se removieron incómodas y Jessie se levantó primero, abalanzandose a mí.

-Mami...-se guindo de mi cuello y enrollo sus pies en mi cintura.-No quiero bajar las escaleras.-confesó en voz baja.
Chelsea gruñó y me abrió los ojos finalmente.

-Marsh... hola.-saludó. Yo le di una mirada de desaprobación.

-¿Donde está Ian?.-me límite a preguntar para no soltar la sarta de palabrotas. Tengo dos hijos, ya no soy una adolescente.

Thomas de 9 años, y Jessie de 5. Mis dos pequeños. Soy una fotógrafa profesional, y allí conocí a Timothy, era uno de mis profesores, pero realmente joven y relajado. Me gustó su esencia.

Chelsea, es mi vecina y vive con Ian, no tiene hijos. Ni se han casado, bueno, yo tampoco pero tengo dos retoños. Nos mudamos a New York, ya que aquí estaban las universidades donde íbamos a estudiar, y decidimos quedarnos. Primero fue un departamento para mi y para Chels, Ian nos visitaba seguido pero cuando nos vinimos a vivir

-Está en el cuarto de Thomas.-rió. Me sorprendí, no les daría llaves de más nada. Dos ebrios durmiendo con mis hijos.
Miré a Thomas y este rió y se fue corriendo hacia abajo.

Agh. Bien. No es el fin del mundo.

-Infestado. De avispas.-respondió la pregunta que no formule.

-Esta bien, Chels. Vamos a desayunar.-bajamos todos. Claro que ella fue a despertar a Ian.

Timothy entró nuevamente a la cocina, quitándome a Jessie de encima y cargandola él.

Mi estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora