Seguimos caminando hasta que estuvimos cerca de mi casa.
El cielo que nos abrigaba desde arriba tenía un atractivo color entre naranja y azulado, realmente era placentero, el sol estaba escondiéndose detras de unos montañas verdes militar y dando paso a la noche tenue.
-Aquí es.-dije por fin cuando estábamos en el frente de mi casa.
-Bien.-sonrió.
-Bien.-sonreí.
-Nos vemos.-se despidió dando pequeños pasos hacia atras; sin dar la vuelta, de manera que aún me veía a mi.
-A las 7.-le recordé.
Me adentré a la casa, por un momento había olvidado mi camisa llena de helado.
Agh.
Retire la ropa de mi, y me metí a la ducha lave cada milímetro de mi cuerpo, luego enrolle una toalla en el.
Salí, y mierda, ¿que me pongo?
Solo queda algo por hacer.Marque al móvil de Chels y luego de tercer repique agarro.
-Dime...-muy risueña para mi gusto.
-¿Estas bien?-dije con una mueca, aunque no me pudiera ver.
-Si tonta.-esta si es Chels.
-Tengo una cita...-rode los ojos, sabia que haría de esto un drama.-¿Traes ropa de cita a mi casa?.
-Y zapatos y maquillaje.-chillo por la bocina.
-Gracias a Dios eres mi amiga, que haría sin ti.
-Llevarías convers a una primera cita.-se burló.-Has llevado esto del rompimiento con Jimmy mejor de lo que esperaba.-admitió.
-Si...-mi voz se quebró un poco, pero ya había llorado lo suficiente, ya no más. -Te espero.-y colgué.
Coloque música alta para no pensar en Jimmy, el no arruinaría esto. Es hora de empezar de cero, sin el.
Seque mi cuerpo con la toalla y puse mi ropa interior.
Coloque crema hidratante en mis piernas, brazos y abdomen.
Cepille mi cabello y lave mis dientes.Sonó el timbre.
-Voy Chels.- grité al tiempo que enrosque la toalla de nuevo en mi cuerpo, puesto que solo llevaba mi sujetador y las pantis.
Baje las escaleras rápidamente y abrí, y en el frente de mi casa se encontraba un Jimmy ebrio, con una botella de alcohol en su mano.
Apenas lo vi, cerre de nuevo la puerta en su cara, sin dejar que articulara palabra.
Me recosté en la pared y baje lentamente hasta quedar en el suelo sentada, y las lágrimas volvieron.
Gritó mi nombre unas cuantas veces, pero no respondí a ninguna, esperaba que se rindiera y se fuera y así fue.
Maldito Jimmy, no vuelvas. No hagas las cosas más difíciles.
La música aún sonaba fuerte en mi casa, y debía de dejar de llorar, faltaba poco para las siete, y la vida no se acaba en un rompimiento.
Apague la música... quedando en un profundo silencio.
Dejalo ir Marsh.
Di un respingo cuando escuché nuevamente el timbre y golpes en la puerta.
Abrí decidida a decirle que se fuera a la mierda. Pero esta vez era Chels.Tenía el ceño fruncido.
-Vi caminando cerca de tu casa a Jimmy.-entró-¿Te hizo algo, por qué llorabas?.-ojos irritados y brillantes que delatan desde años inmemorables.
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Mi estrella fugaz.
Genç Kurgulee algo que te haga sentir viva, que se sienta tan real como el amor, como el dolor. viaja en esta historia a distintos sentimientos. solo hay una vida. solo hay un amor. solo hay un verdadero desgarre del corazón. son solo unos labios los que enc...