-¡Basta! ¡Me caeré! ¡Oh Dios mío,detente Marshall!-retumbaba la voz de Chels en mis oidos, mientras yo sostenia con dificultad el manubrio de la moto de Thom.
A decir verdad esta motocicleta se parece a esas que salen en los video juegos violentos. Eso me encantaba.Yo echaba la cabeza hacia atras para soltar una enorme carcajada ante su nerviosismo dramático.
-¡Mira hacia delante, nos caeremos, moriremos!
-Calma.-dije sin voltear y gritando para que me pudiese escuchar, ya que el viento no lo permitia con facilidad.
-Estás completamente loca.-dijo Chels aferrandose a mi muy fuerte, para no caer, a decir verdad iba a una velocidad excesiva para lo que dominaba la moto, puesto que Thomas me había dado una clase improvisada y corta.
You only liven once.
Maneje por las calles cerca de mi casa pero con tantas quejas de mi amiga decidí ir ya a casa o terminaría sorda. Divisamos a Thom en el frente de mi casa sentado en la grama del jardín. Posicione la moto en la acera y bajamos.
-¡Chicas! pensé que no llegarían vivas.-dijo Thom con una sonrisa de alivio, y abrazandonos a las dos al mismo tiempo.
-No exageres.-dije rodando los ojos sin evitar que se me escapara una sonrisa ante su comportamiento materno si así se le puede decir.
-Yo pensé lo mismo Thom, créeme.-dijo Chels bromeando. Obviamente era bromeando, bueno... eso creo.
-Vamos chicos, ¿tan mala soy en esto?
Ellos intercambiaron miradas como indecisos de responderme o no, para luego mirarme.
Thomas se rascó la nuca, y Chels me sonríe penosa.
Los presiono por una respuesta con mi mirada irritada.-Asi que si soy mala.- deduzco por el silencio.
Mi cara debe ser todo un poema porque, no termino de pronunciar las palabras cuando explotan en risas.
Mientras ellos reían yo los miraba confundida y con los brazos cruzados, esperando que pasará su ataque de risa.
Al cabo de unos segundos Thomas se limpia la esquina de sus ojos humedos.
-Fueras visto tu cara, enojada luces muy graciosa, ¡Si, quizás no tengas mucha experiencia manejando! Vamos aceptalo.-dijo mi amiga mirándome mientras yo estaba cabizbaja-Pero.., se que no me dejarías caer.-yo no estaría segura. Odio el sentimentalismo.
-Te veías sexy montada ahí.-sonrió ladeado. Oh Diosito.
Me sonroje sin evitarlo.-Idiotas.-bufé juguetona.
Caminamos a el interior de la casa, olía delicioso, como no acostumbra oler en mi casa. Escucho a Jess tarareando una canción. Entró a la cocina y efectivamente ahí esta ella. Feliz cocinando. ¿Alguien es feliz con eso? Yo no. Pero bueno, todos tenemos la manera de estar bien con la comida. Ella cocinandola yo comiendola.
-Huele estupendo.-soltó Thomas.
-Es solo sopa.
-No tengo hambre.-la sopa no es mi favorita. El olor me engaño. No pensé que fuera sopa.
-Yo si.-Thom guiño un ojo.
Salgo de la casa, y camino hasta donde la Sra. Kutcher. Quiero besar a Christopher y que muerda mi labio inferior, quiero reír y ver sus malditos hoyuelos. Quiero que subamos al techo y veamos juntos el cielo, quiero que hable más sobre adoptar una mascota juntos, quiero cantar junto a él cualquier canción pop que se me venga a la mente... quiero que tome mi cabello y lo enrolle para que no estropeé un cálido beso, quiero que me regale una de sus sonrisas para olvidar que tengo hambre y Jessica hizo sopa. Quiero que me diga chiquita, que lo pronuncie con su anhelada voz, que con sus ojos me recorra y me haga sonrojar, como me encantó ver sus celos ante Thom, sus miradas de prepotencia y como se disculpo de no ser el primero entre los dos en regalarme unas flores.
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Mi estrella fugaz.
Teen Fictionlee algo que te haga sentir viva, que se sienta tan real como el amor, como el dolor. viaja en esta historia a distintos sentimientos. solo hay una vida. solo hay un amor. solo hay un verdadero desgarre del corazón. son solo unos labios los que enc...