𝟶𝟼∥ ᴠɪsɪᴛᴀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴀ

219 21 2
                                    




Raven se encontraba sentada en lo alto de una construcción; una pierna colgando por el borde y una de sus dagas en mano, afilándola.

Un camión entró en el perímetro llamando su atención, levantando la mirada unos segundo antes de volver a lo que estaba haciendo. —Muy bien. Descarguemos esto y llevémoslo a dentro. Voy a mancharme las manos y ayudaros un poco—. Escuchó la voz de Negan.

La mujer lanzo el arma, dando una vuelta en el aire y volviendo a cogerlo por el mango cuscús estuvo lista. La guardó, saltando del pequeño edificio y quedando cerca del camión. El conductor, aún dentro del vehículo, le hizo una señal, saludándola al verla y recibiendo otra por parte de la mujer.

Repentinamente, el sonido de una ráfaga de disparos inundó sus oídos, poniendo a la mujer en alerta y haciéndola sacar el par de dagas que había afilado y que llevaba guardados tras la cintura.

—¡Atrás! ¡Soltad las armas!— Reconoció la voz de Carl Grimes. Escuchó cómo comenzaba a bajar del camión, hablando de nuevo. —Solo quiero a Negan y a Raven. Ellos mataron a mis amigos. Solo los quiero a ellos.

Un silbido comenzó a escucharse justo después, centrando la atención del chico en el hombre con el bate. —Qué sorpresa—. Se volvió a hacer presente la voz del líder de los Salvadores. —Eres adorable. ¿Cogiste esa arma porque mola mucho? Seguro que si, ¿verdad?— La mujer siguió avanzando, yendo por el lateral del vehículo logrando ver a algunos hombres con las manos en alto. Negan tras uno de ellos. —Tengo que admitir que me has acojonado, chaval—. Volvió a hablar el hombre.

Justo después, empujó al Salvador que usaba de escudo, provocando que Carl abriera fuego contra él, dando la oportunidad a Raven que necesitaba.

Le dio una patada al chico en la pierna, lo suficientemente fuerte como para solo desestabilizarle. El muchacho calló al suelo, y la mujer se colocó sobre él, poniendo el arma en su garganta. —¿Me buscabas?— Carl intentó librarse del agarre, pero Raven acercó aún más la daga a su cuello mientras decía —Tranquilo, Junior. No me hagas repetirlo—. El chico optó por quedarse quieto, obedeciendo. —Arriba, vamos—. Dijo ella retirando el arma en un tono neutral.

—Vamos, chico. Te enseñaré todo esto—. Intervino Negan ofreciendo su mano enguantada. —Tienes la misma mirada de desprecio que tu padre. Solo que es la mitad de dura porque, ya sabes, te falta un ojo—. Comentó riendo.

El joven Grimes dirigió su mirada hacia el suelo, sin tomar la mano del hombre. —¿En serio? ¿De verdad no vas a coger mi mano?— Preguntó. —Tienes surte de tener todavía esa mano. Igual que tu amiguito Daryl, ahora que lo pienso—. Dijo dándose la vuelta para mirar al susodicho tras la verja con los muertos. —¿Qué tal tu trabajo, Daryl? ¿A que te gusta? Con un solo brazo sería difícil.

Volvió a mirar al chico en el suelo. Tras unos segundos, Carl terminó extendiendo el brazo y aceptando su oferta, siendo levantado por el hombre. —Dwight, chaval. Tú coge a Daryl. Llévalo a la cocina y haz algo de comer. Cambio de planes. Quemamos a los muertos, descargamos luego—. Ordenó él. —Joder, hoy no voy a tener tiempo de follarme a ninguna de mis mujeres—. Comentó. —Bueno, puede que a una—. Dijo con una sonrisa ladina mirando a Dwight, que se encontraba ahora con Daryl. 

Carl hizo una mueca y miró a Raven extrañado, encontrando a la mujer jugando con su daga.

—Vamos—. Dijo Negan dirigiéndose al interior del edificio.

—¿Qué hará conmigo?

El hombre se detuvo al escuchar la pregunta, dándose la vuelta y contestando. —Para empezar, no vayas a cargarte la imagen que has dado. Eres un tipo duro. No te asusta nada. No te asustes. Eso me decepciona—. El hombre miró a Raven antes de volver a mirar al chico. —Y para seguir... ¿De verdad quieres que estropeé la sorpresa?— Carl permaneció en silencio sin desviar su atención de él. —Que te den, chico—. Dijo guiñando un ojo. —En serio. Que te den.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄, neganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora