𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄, negan

𝟷𝟽∥ ᴜɴᴀ ɴᴜᴇᴠᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ

El tiempo fue pasando, y con él la mayor parte de la prueba. Max y Raven estaban tumbadas en el saco, la segunda escuchando atentamente los relatos de la pelirroja. Era evidente que a la chica le costaba, estaba muy reciente, pero estaba comenzando a abrirse al dúo. Negan permanecía con los ojos cerrados, escuchando a la adolescente. El trío había colocado los sacos en forma de triángulo para estar cerca los unos de los otros.

Esa noche no habían dormido mucho. Los muertos se habían acercado más de lo esperado y habían tenido que permanecer en silencio, controlando que no ocurriese nada hasta que volvieran al pueblo.

La radio sonaba de vez en cuando, informando de bajas en el interior del mismo o muertos que se desviaban del grupo. Raven se preguntaba qué habría pasado con la mujer rubia que permaneció bajo la sombra del árbol con la última pistola. Habían escuchado gritos, pero no era seguro que hubiese sido ella. Podría haber sido otra mujer que pretendía volver a los camiones con la intención de resguardarse hasta que pasaran las dos noches, quién sabe. En cualquier caso, cuando amaneció tras pasar la primera, sólo encontraron un cadáver irreconocible.

—Anda, dame un pista...— Pidió Max intentando convencer a Raven tras haber mencionado la sorpresa a su vuelta.

—Nop—. Contestó. Un gruñido llamó la atención de las dos, pero al mirar no encontraron un muerto, sino a Negan. —Finges de pena. Las dos sabemos que nos has estado escuchando todo este tiempo—. Comentó la mujer.

—Sois un coñazo, ¿lo sabíais?— Dijo el hombre girándose para mirarlas.

—Cuidado, que se enfada—. Bromeó Raven.

Un estruendo que provenía del pueblo llamó la atención de los tres, evitando que Negan contestara.
—Ya está amaneciendo—. Comentó Max.

—La mocosa tiene razón. No tardaremos en conocer a las ganadoras—. Contestó el hombre incorporándose.

—Eso si ha sobrevivido alguna—. Comentó la pelirroja, haciendo asentir a Negan.

—Claro que alguna habrá sobrevivido—. Comentó Raven. —De lo contrario, menuda pérdida de tiempo.

—Y de recursos—. Añadió Negan.

—Si alguna lo ha hecho, no tardará mucho en regresar—. Dijo Max. —Querrán volver cuánto antes.

Raven asintió, de acuerdo con lo que la pelirroja proponía. —Bajemos ya. Comamos algo antes de que no podamos.

Dicho esto, comenzaron a recoger los sacos y mantas, bajando del camión y dirigiéndose al segundo para guardarlos e ir en busca de las manzanas que Dwight había traído la madrugada anterior.

Las ganadoras de la prueba no tardaron en ir llegando, siendo recibidas las tres primeras por el trio. Formaron frente a Raven, esperando a que llegara la cuarta. Arat, Izzy y Jess; así llegaron y se fueron presentando.

Otra explosión se escuchó en el pueblo, y al dirigir todas su atención al lugar, vieron acercarse a otra mujer con el pelo morado oscuro. Llevaba una gran sonrisa ladina en los labios. Iba caminando hacia ellos mientras guardaba el machete en su cinturón.

—Y creo que tenemos una--

Raven dejó que sus palabras se desvanecieran en el aire al ver cómo una bala atravesaba la cabeza de la mujer, desperdigando su cerebro en la carretera mientras el cuerpo caía al suelo; revelando a otra persona tras ella. Todos en el lugar se sobresaltaron, a excepción de Raven, quien sonrió cínicamente al reconocerla cómo la mujer rubia por la que se había preguntado varias veces aquella noche.

—Lista para servir, jefa—. Dijo la mujer imitando un saludo militar al llegar frente a ella.

—¿Nombre?— Preguntó ella mientras el resto observaban sorprendidos la escena.

—Harley—. Contestó ella sin romper su posición.

—Bienvenida al grupo, Harley—. Contestó Raven sin quitar la sonrisa. Negan observó desde un franco de esta cómo las mujeres ganadoras se colocaron todas a un lado de la rubia, formando todas juntas frente a la mujer de cazadora de cuero. —Habéis ganado la prueba—. Comenzó Raven. —Seréis entrenadas y lucharéis codo con codo, todo ello bajo mi supervisión y mando. La gente nos temerá; se acobardarán al oír nuestros nombres y al vernos llegar. Os habéis ganado esto. Una oportunidad en este mundo de mierda que cambiará, no solo vuestras vidas, sino las de muchos otros. Que sea para bien o para mal ya se verá...

Subieron todos a los camiones, pues los Salvadores habían reportado el número de personas vivas que quedaba en el pueblo. Cero.

Las cinco mujeres, junto a su líder, subieron a la parte trasera del primer camión, partiendo de nuevo hacia la carretera para llegar al Santuario. No tardaron tanto en llegar, pues ya no había que asegurar el terreno.

Cuando Negan contactó con los hombres que custodiaban la puerta del patio, esta se abrió, permitiendo el paso a los vehículos. Los obreros de la planta baja comenzaron a salir, esperando encontrar sus familiares o amigas entre las ganadoras de la prueba. Estas comenzaron a salir, encontrando la gran esperada sorpresa.

Cinco motos aparcadas en el medio del terreno. La emocionada cara de las mujeres, especialmente la de Max, fue lo que Raven necesitó para recordar que la sorpresa no se había acabado. Haciendo una seña a uno de los Salvadores, ordenó que este se acercara con una gran caja que colocó en el suelo frente a ellas antes de retirarse.

Todas se acercaron, agachándose frente a ella para ver el contenido. Cinco cazadoras de cuero. Cada mujer, viendo a Raven señalar el bolsillo de la suya, buscó en ellos, encontrando en cada una, las llaves. Todas miraron a la líder, esperando el consentimiento de la misma para poder acercarse a los vehículos. Primero fue Max, tal y cómo la había asegurado. Y cuándo el reto recibió un asentimiento, fueron ellas.

Negan observó a Raven alejarse de él con una gran sonrisa impaciente, dirigiéndose hacia la suya y montándose en ella. Al escuchar el motor del vehículo encenderse, todas se colocaron las cazadoras. A Max le quedaba un poco grande, pero a los ojos de Negan y Raven la quedaba perfecta. Todas montaron, y cuándo Raven se posicionó frente a ellas, arrancaron motores.

Mirando hacia atrás, observó unos instantes a las mujeres; a su grupo, aquel que ella había conseguido juntar, y tras ella, a Negan con su característica sonrisa, y sin si quiera percatarse, vio lo que nunca creería de nuevo posible.

Una nueva oportunidad en este mundo de mierda.