𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄, negan

𝟸𝟿∥ ᴇʟ ᴘʟᴀɴ sɪɢᴜᴇ sᴜ ᴄᴜʀsᴏ

—El Doctor Sabelotodo está preparando la munición—. Dijo Negan caminando junto a Raven por el pasillo. —Sabía que era rarito, pero lo de antes... Dice que podemos tirar partes del cuerpo a los otros, atacando psicológicamente—. Comentó haciendo énfasis en las dos últimas palabras que había empleado el mencionado.

—A ver... Tiene razón, es una buena estrategia—. Comentó Raven encogiéndose de hombros.

Ambos se detuvieron al llegar frente a una de las puertas. Él llamó, y al abrirse reveló a un Dwight sin camiseta. —Vaya, Dwighty...

Ambos hombres permanecieron en silencio unos momentos, el susodicho carraspeó incómodo, y el que estaba a un lado de la mujer la miró unos segundos ante el comentario. —Uh, bienvenido, amigo Dwight—. Dijo Negan ofreciendo unas cervezas al hombre, tratando de salir de aquella situación. Cuando las aceptó, entró en la habitación, y Raven se apoyó en el marco de la puerta. —Debo decir que es genial tenerte de vuelta. Hay que hacer ciertas cosas y necesito a los mejores para que lo que quiero hacer funcione.

—Gracias—. Se limitó a contestar Dwight, no muy seguro de que más podía hacer o decir.

Negan miró a Raven antes de volver a hablar, sabiendo exactamente lo que pasaba por su cabeza.—Creo que escapaste por los pelos.

—Fue una emboscada. Me dieron aquí—. Comentó mirando la venda en su brazo. —El resto no logró huir. Bueno, hasta me metí en el bosque y caminé sin parar hasta Hilltop, supuse que irías a sitiarlo antes o después.

—¿Laura tampoco?— Preguntó Raven. —Se os veía unidos...

—Si, bueno... Qué puedo decir, tuve tiempo de sobra para sentir su pérdida antes de llagar aquí—. Contestó Dwight mirando a la mujer.

—Mm-hmm. Claro...

—¿Por qué no te tomas una birra, te poner tu mejor chaleco y bajas ahí? Tenemos trabajo—. Intervino de nuevo el líder. El dúo salió de la habitación poco después, recorriendo de nuevo el pasillo para salir al patio. —¿No piensas decir nada?— Preguntó Negan.

—Sabes perfectamente lo que pienso de nuestro amigo Dos Caras—. Contestó Raven abriendo la puerta y saliendo al exterior del edifico. —¡Ya sabéis qué hacer!— Exclamó ella llamando la atención de los Salvadores de al rededor, quienes dejaron todo lo que hacían para llevar a cabo las órdenes.

Encadenaron a las vayas varios muertos, y con machetes y cuchillos les comenzar a abrir. La hoja tocó sus putrefactas pieles y la sangre comenzó a salir a borbotones. Sus tripas caían al suelo juntos al resto de órganos que los Salvadores tiraban. Simon y el resto de los hombres presentes, comenzaron a empapar las armas en dicha sangre; flechas, cuchillos, machetes... Subieron a los vehículos, y comenzaron a salir del perímetro. Mientras su grupo se preparaba para abandonar el lugar en las motos, Raven se acercó al coche en el que iría Negan. Estaba mirando el bate, metido en un cubo repleto de tripas y sangre. —Estás preciosa, nena—. Escuchó al hombre decir.

—Oh, desde luego, amorcito. Arrebatadora como siempre—. Dijo Raven apoyándose en la ventana mientras miraba al bate ganándose una mirada del hombre.

—¿No piensas hacer nada ahora que podemos?— Preguntó Negan.

—Oh, no. No querría poner a Lucille celosa—. Contestó mientras se daba la vuelta y se dirigía a su moto, dejando a Negan a sus espaldas. Arrancó junto al resto de mujeres y tomaron la delantera, aventajando a todos los vehículos. Recorrieron las carreteras hasta entrar en un pueblo, la radio estaba tranquila. Nadie decía nada. Las calles igual, se podían ver de vez en cuando algunos muertos recorrerlas, pero no lo suficientemente cerca.