𝟶𝟸∥ ʙɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏ

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Los vehículos comenzaron a llegar, aparcando uno tras otro. Negan cerró la puerta al salir y se dirigió a la parte trasera, colocando su bate sobre su hombro una vez más. Dos Salvadores de dirigieron hacia la furgoneta, abriendo las dos puertas y sacando a Daryl, lo colocaron frente al líder amordazado con una capucha sobre la cabeza, impidiéndole haber visto el camino de ida.

Al ser retirada , el hombre pestañeó varias veces para adaptarse a la claridad antes de comenzar a resistirse. Negan sonrió al verlo, haciendo una señal para que se lo llevaran. —Bienvenido al Santuario, amigo—. Se dirigió a su prisionero. —Ya sabéis donde llevarlo—. Recibió un asentimiento por parte de los hombres que le sujetaban, antes de ver cómo se lo llevaban. Pasaron cerca de la parte del recinto donde estaban las motos aparcadas, lugar en el que se encontraba Raven observando la escena.

Daryl miró sobre su hombro, observando a la mujer cruzada de brazos, y viendo cómo apoyaba un brazo sobre el otro, moviendo los dedos a modo de saludo, entendió perfectamente lo que hacía. Era como decir un 'Ya nos veremos...'

Todos los Salvadores presentes abandonaron el patio y Negan se acercó a ella, dejando escapar una risa. Raven se apoyó en la moto, levantando la barbilla mientras observaba al hombre cada vez más cerca. —Menudo espectáculo el de antes, ¿huh?— Comentó el hombre entrando en su espacio personal.

—Mm-hmm. Estupendo, muy... uh... Educativo—. Dijo la mujer sonriendo sin apartarse.

Él mantuvo su sonrisa. Ella llevo sus manos al cuello de su cazadora, antes de hacer como si la colocara, y pasando la mano dos veces por el hombro imitando limpiarla, se incorporó, dejando sus rostros a poco centímetros de distancia. Mantuvo el contacto visual unos segundos, antes de pasar por su lado.

Caminó hasta la puerta, y sin mirar atrás, entró y dejó que se cerrara tras ella. Contempló su alrededor a medida que iba adentrándose más en el edificio, dirigiéndose a su habitación. Se quitó la cazadora, dejándola sobre el respaldo de un sillón y avanzó hasta una puerta a su derecha, entrando en un pequeño baño.

Procedió a desvestirse, quitándose las botas y pasando a la ropa. Cuando hubo terminado, abrió el grifo y entró en la ducha, dejando que el agua se encargara de la sangre de su cara, de su pelo, de sus manos...

Terminó de lavarse y salió luego de cortar el agua, envolviendo su cuerpo con una toalla. Anduvo de nuevo hasta la habitación, poniéndose ropa limpia; toda negra, su cazadora y botas. Salió de la habitación, recorriendo los pasillos por los que había venido para dirigirse al patio donde había dejado a Negan hacía ya un rato. —Arat—. Llamó a la mujer al pasar a su lado, quien comenzó a caminar a su lado. —Reúne al grupo y nos vemos en el patio—. La mujer asintió, abandonando su posición para cumplir con su orden.

Raven siguió avanzando, llegando a la puerta y saliendo al exterior. Dejó reposar su espalda contra la pared y apoyó su pie derecho en esta. Poco después la puerta se volvió a abrir, revelando a Arat seguida de cuatro mujeres, todas armadas y vestidas también de negro. Raven se incorporó y se dirigió hacia su moto, situada en el medio de las otras cinco.

Miró a su lado, viendo a Arat montada en el vehículo a su derecha y al resto de mujeres ocupar las restantes. La líder del grupo asintió a las mujeres antes de arrancar y salir del lugar, seguida por sus compañeras.

Partieron hacia el norte, cogiendo una de las carreteras principales. Tras conducir por una hora, pararon y aparcaron las motos, adentrándose en el bosque en busca de algún pueblo oculto para llevar armamento y mercancía al Santuario.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄, neganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora