𝟸𝟹∥ ʟᴀ ʙʀᴇᴄʜᴀ

84 9 0
                                    




Al otro lado del camino, lo suficientemente lejos del Santuario como para estar a salvo de los caminantes, Daryl observaba por la mirilla de un rifle cómo iba la última fase del plan; que para su criterio, no había salido todo lo bien que él esperaba. Los muertos permanecían fuera del edificio, y los Salvadores aún dentro. A salvo.

—Así que te cubrimos disparando desde las ventanas y tu llevas el camión hasta estrellarlo con el edificio—. Habló Michonne repasando el plan.

—Si. Lo abres, y buffet de Salvadores—. Contestó Tara.

—¿Estás segura de que los obreros escaparán?— Preguntó Rosita apoyada en el camión. No estaba muy convencida. A su parecer, Tara y el hombre del chaleco se estaban dejando llevar.

Daryl miró a la mujer, apartando su atención del gran edificio. —Están al otro lado—. Dijo. Sobrevivirán—. Aseguró.

Siguieron hablando del tema, Rosita seguía sin estar segura. Morgan llegó con un 'Cueste lo que cueste', ofreciendo la ayuda del resto de francotiradores. —¿Por qué no esperamos cómo quedamos?— Volvió a insistir ella. —Michonne tiene razón. Es arriesgado. Algo podría salir mal. Daryl, sé que es un tema delicado, pero Raven podría seguir ahí.

—¿Estás defendiendo a la traidora? ¿Al enemigo?— Espetó Tara incrédula. —¡Dejó que matara a Abraham, y luego mató a Glenn!

—¡Estaba allí, Tara!— Espetó Rosita. La miço unos segundos, y luego continuó. —No la estoy defendiendo, pero ¿nadie se ha parado a pensar que los traidores podíamos ser nosotros?— Contestó, pero cuando el hombre fue a contestar, volvió a hablar. —Era tu mejor amiga—, dijo mirando ahora a Daryl. —y la mía. Se sintió traicionada porque las personas que más quería la abandonaron y perdonaron a las dos tíos que lo hicieron. Y no me malinterpretéis, pero... ella sintió lo que todos hubiésemos sentido en una situación así.

—O sea que la perdonas...— Comentó Tara.

—Yo no he dicho eso. No la perdono—. Contestó mirado a los presentes. —Pero hay muchas cosas que podrían ir mal si hacemos esto, y no quiero que Daryl no pueda perdonarse a sí mismo después de hacerlo.

El susodicho escuchó a la mujer serio, y dirigiéndose hacia la puerta del camión, contestó —Desde que sabemos que está viva, no ha hecho más que jodernos la vida. Si sigue allí, eso acabará hoy.








«•»














El grupo de mujeres se había quedado dormido. La caja de pizza se encontraba vacía en el suelo y todas estaban abrazadas unas encima de las otras. Había sido una de esas noches donde, junto a las personas que se habían convertido en familia, pasabas el tiempo hablando, riendo, comiendo y bailando.

Raven tenía una sonrisa en los labios, sumida en un sueño, un recuerdo.

—Nosotras sólo queremos verte feliz—. Había dicho Izzy mirándola.

—Es todo lo que queremos. Tu nos has dado una segunda oportunidad, te lo mereces—. Había intervenido Harley después.

Max se encontraba abrazada a Raven, la pelirroja estaba también feliz. La mujer que la abrazaba, había dado un paso, uno que ella esperaba que cambiara las cosas. Y es que, aunque Raven lo negara, ella sabía que ese beso si que había sido algo; había significado para ambos mucho más de lo que reconocerían.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄, neganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora