Últimamente he estado bastante inquieta, voy distraída, sólo tratando de evitar este pensamiento recurrente otra vez...
Y realmente siento tantas cosas...
A veces llorando me niego a mi misma, me digo que yo no, pero la verdad no se puede ocultar por mucho tiempo.
Sin darme cuenta, mis secretos han permanecido ocultos durante años, pero... Cómo dicen por ahí "la verdad siempre sale a la luz".
En los últimos meses, han pasado cosas que nunca me imaginé vivir.
Hay quienes dicen que sólo es una etapa, que pronto se supera, qué quizás son las hormonas, otros dicen que es malo.
Desde siempre escuché mil cosas sobre el tema, y sé cómo lo tomaría la "familia", y es quizás por eso, que decidí callar lo más que pude.
Han sucedido tantas cosas qué, ya me es casi imposible callarlo.
Se desborda desde mis adentros y me vuelve a veces fuerte, a veces vulnerable.
Muchas veces, siendo aún una niña, me cuestione a mi misma por estos sentimientos.
"¿Por qué yo? ¿Por qué a mí?" Me decía una y otra vez...
Debo confesar, que siempre hubo una lucha interna entre mi mente y mi corazón.
Mi razón me decía qué, debía hacer todo lo que mis padres creían que era lo correcto, sobre todo mi madre, al tratarse de lo religioso, la forma en como me enseñaron que debían ser las cosas desde el día en que nací, donde prácticamente todo cuanto sentía era un pecado.
Y mi corazón... También se hallaba dividido, entre buscar la aceptación externa y el aceptar mis propios sentimientos, que cada día eran más fuertes, con intensos deseos de dejarme llevar por ellos en un llamado hacia la libertad, sin importar lo que el mundo pudiera decir.
Aunque pudiera parecer sencillo de resolver, a veces no lo es, a veces el peso de las cosas que te rodean, se vuelve tan insoportable, que te sientes acorralado.
Te vuelves presa fácil de las dudas y el temor.
Y en efecto, ya no podía vivir más así...
Y en mi mente solo podía visualizar tres opciones...*Resignarme, y esconder para siempre mi verdadero ser, llorando en silencio, luchando por alcanzar la perfección.
*Liberar mi corazón, mi mente y mi alma de toda carga y ser feliz...
O...
*Terminar de una vez con todo...
Aunque a veces mi mundo parecía saltar de una opción a otra, en mi mente siempre permanecía principalmente la última...
"¿Sirve de algo luchar? ¿En verdad puedo llegar algún día a ser yo misma, a ser feliz?"
Las preguntas taladraban un sin fin de veces en mi cabeza, y aunque por lo general terminaba llorando, sin llegar a una conclusión, una parte de mí siempre me impulsaba a no dejarme vencer, una parte mantenía viva la esperanza, sabiendo que de alguna forma, aún sin saber cuál, llegaría el día en que por fin podría ser...
Completamente libre...
...
En mi mente se reviven los momentos...
Mi primera experiencia, mi primer beso y fantasía...
Mi primer amor...
Mis secretos...
Mi verdadero yo...Pero...
¿Cómo por fin encontrar la libertad?
¿Acaso hay alguna manera correcta de decir... Papá, mamá, soy...
Lesbiana?
Creo que no...
...
- Jordan, ¿sabes acaso de lo que estás hablando o estás loca? Tienes 16 años, aún no sabes lo que quieres.
- Papá, lo he dicho muy enserio.
- ¿Me estás diciendo que solo porqué besaste a una chica, ya eres lesbiana?
Quería contestarle que había sido más que eso, que siempre había sabido dentro de mi que era diferente, y que podía amar a una mujer, que lo que sentía iba más allá de solo un momento, más allá de la cama, más allá de la piel, pero sabía perfectamente que no lo comprendería. Me límite a quedarme callada, y escuchar el resto de su sentencia.
- Jordán, vas a dejar de hablar y de salir con esa clase de personas, sólo te están metiendo ideas a la cabeza, es una moda, algo pasajero, solo buscas aceptación, estás confundida, pueden ser las hormonas, un capricho, se te pasará pronto. De la escuela vendrás directo a casa, no hay permisos.
Asentí sin más. A simple vista parecía no importarme, pero en el fondo me dolía. Me dolía no ser comprendida y escuchada, me dolía tener que esconder mi verdadero ser para fingir que podía ser perfecta, pero que más podía hacer ¿Confesarme?
Pudo haber sido peor... Con padres divorciados, ahora sólo debía pensar en cómo decirle a una madre religiosa que tiene una hija gay...
Papá se va sin decir más, creo que me ha tomado a simple juego, él y mamá no hablan desde el divorcio, así que supongo que tendré la oportunidad de que mamá sepa por mi, nunca tuvimos buena relación, pero creo que esto será demasiado impactante para ella, sé que ella sería capaz de dejar de hablarme, e incluso hacer de cuenta que ya no soy su hija, y es por eso que quizás he tenido tanto miedo a hablar de quién soy y lo que siento, además, la verdad es que no tengo ni idea de, en qué momento, ni como se lo diré.
Estoy entre lo que soy, lo que quiero y lo que deberia ser, aun estoy descubriendo mi propia identidad, tengo 16 y he venido arrastrando demasiadas cargas, de las cuales deseo liberarme por completo.
La vida es un viaje lleno de situaciones inesperadas, momentos bellos, lecciones duras y emociones fascinantes...
Y aunque la incertidumbre a veces nos embarga, no hay nada más interesante que seguir descubriendo nuestro destino.
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Mi princesa
Teen FictionJordan es una joven que a pesar de sus miedos, sus problemas internos y externos, las grandes preguntas sobre sí misma y la vida, lucha por no dejarse vencer. En el proceso de crecimiento personal, conoce al amor de su vida, su princesa...