Capitulo 36 Un para siempre

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La vida es fascinante cuando te llena de inesperadas sorpresas, de esas que logran llevarte más allá del cielo, de esas que llevan tu alma a través del cosmos, y te dejan ser uno mismo con el universo.

Así, de la noche a la mañana, con una acción, con unas palabras, la vida cambia, se convierte en realidad aquello que tanto anhelaste con suspiros como un dulce sueño; y entonces, llega a ti, y te envuelve entre sus brazos, rodeandote con su calor, haciendo todo más confortable.

Amar, y ser amado, es un maravilloso regalo, es un complemento perfecto de dos seres imperfectos que se entregan en virtud de amor, respeto, comunicación y confianza, el verdadero amor llega después del sencillo enamoramiento, dónde todo parece perfecto, llega cuando ya eres capaz de ver los defectos de la persona a la que amas y aún así, valoras más sus virtudes, ambos toman desiciones en la relación con el mismo propósito.

El verdadero amor, te hace libre, libre de miedos, libre de dudas, libre de inseguridades. Es plenitud.

El amor verdadero, enfrenta adversidades; cuando vienen del exterior, la única manera de superarlos es unidos, en una misma manera de pensar, sentir y actuar, y cuando es en la relación, es respetando la manera de pensar, la manera de sentir de la pareja, para despues buscar juntos soluciones, dónde ambas partes se aseguran de escuchar atentamente, y de expresarse sin miedo, a la vez que se es empático.

El verdadero amor, no surge de la nada, se construye a partir de dos personas que saben amar.

***

Estaba en mi cama soñando deliciosamente, cuando de pronto el sonido de alguien tocando a la puerta me despierta, abro los ojos con un poco de dificultad, veo la hora 8:30am. Al parecer estaba tan cansada que no escuché la alarma que puse a la 7:30 am, me levanto rápidamente de la cama, y pierdo el equilibrio terminando en el piso, para ese momento noto que no puedo abrir la puerta así ya que estoy a medio vestir con mi ropa de cama, me levanto de nuevo, y comienzo a buscar algo de ropa, mientras quien está detrás de la puerta sigue insistiendo.

-¡Ahora voy! -Digo tratando de que mi voz se escuche a través de la puerta.

-Está bien mi amor, te espero -la voz de Beck se oía tranquila y aquello me lleno de paz.

-Amor disculpa, no sonó mi alarma, acabo de despertar y ni siquiera he visto el teléfono, me estoy cambiando, enseguida te abro la puerta.

-descuida cariño, te espero.

Termine de ponerme lo primero que encontré, rápido fui a cepillarme los dientes y el cabello antes de abrir, y justo después de eso, me dirigí a la puerta para recibir a mi novia.

-hola mi vida, disculpa por tardar.

En cuanto abrí, ella me entrego un hermoso ramo de rosas, el cual me encantó y me hizo sonreír como boba.

-está bien mi amor, pero no era necesario que te vistieras si estoy a punto de desvestirte.

Su comentario me tomó desprevenida e hizo que me ruborizara.

-gracias mi amor.

Ella entro a la habitación mientras me daba un tierno beso para después ir e instalarse directamente en mi cama.
Me acerque a ella recostandome a su lado y tomando su mano.
Quizás alguien más en mi lugar, habría ido directo al sexo, pero yo no, yo moría de nervios, no solo por qué frente a mi, se encontraba una primera vez para ambas, sino por qué deseaba desde el fondo de mi corazón que todo fuese más que perfecto.

-Y, ¿Cómo estás mi amor?

-Bien.

-¿Descansaste bien?

Mi princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora