Mi princesa

Capitulo 20 Mi princesa

Apenas habían pasado unos meses desde aquel curso tan intensivo cuándo, todo en mi vida parecía transformarse rápidamente en algo parecido a un cuadro estilo "Picasso".
Hermoso, pero a veces difícil de entender.

Por puro entretenimiento, acepte administrar una página de la red social más popular con la temática "Arcoiris LGBT".
Por puro juego, me atreví a hacer mi primera publicación.

"SE BUSCA NOVIA"

REQUISITOS:

* Que sea linda, dulce y tierna
*Le gusten los detalles románticos
*Sea amable, empática y guste de ayudar a otros.
*Desee una relación hermosa.

Sinceramente creí que me vería estúpidamente ignorada, pero para mí sorpresa, muchas mujeres atendieron mi publicación.

"-Hola ¿Que tal? Me llamo Ana, me gustó mucho lo que publicaste.

-hola Ana, un placer, ¿Que dices? ¿Cumples con todos los requisitos?

-claro.

-Bien, cuéntame de ti, ¿Que haces en tu tiempo libre?

-Me gusta salir con mis amigas. Salimos a beber y a bailar.

-Que bien. Y disculpa la pregunta. ¿Cada cuánto haces eso?

-Cada fin de semana, ¿Por?

-claro, gracias. Disculpa pero siendo sincera creo que no seremos exactamente compatibles, no quiero hacerte perder tu tiempo, aún así te agradezco que me hayas enviado mensaje, cuídate mucho y espero encuentres lo que estás buscando."

Al terminar aquella conversación, supuse que quizás todos aquellos saludos que comenzaban a llenar mi chat, serían exactamente iguales.

Por fortuna me equivoqué.

"-¿Crees que realmente funcione tu publicación?

-claro, estoy segura de que por ahí, debe estar mi princesa."

Esa simple y sencilla conversación, fue capaz de llamar mi atención. Aquella chica, ni siquiera había intentado postularse para el puesto, pero muy pronto comenzamos a hablar tanto y de tantas cosas que, de la nada, preferí ignorar todos los mensajes que comenzaban a acumularse.

Hablamos todo el día, la tarde y la noche. Hablar con ella era sumamente sencillo, la charla iba dándose con mucha fluidez, era precisamente una chica muy linda, muy tierna.

Estaba tan perdida entre sus letras que mi corazón parecía danzar a un nuevo ritmo, uno muy acelerado.

Aún sin verla podía sentir la magia impregnada en sus palabras, en sus sentimientos.

De un momento a otro, me tenía ya suspirando, sí, ella logró, aún a la distancia, demasiado en mi.

Me hizo olvidar, que alguna vez existió el pasado, que el mundo seguía afuera.

Hablar con ella, fue conocerla. Saber lo que le gustaba y lo que no, fue abierta y honesta conmigo en todo momento.
Fue saber de sus raíces y su familia.
Saber que quería hacer con su vida.

Beck que linda es...

Aunque era un poco mayor que yo solo dos años, podíamos entendernos perfectamente.
Comencé a enamorarme de su forma de ser, de su manera pensar y de expresarse.

Una chica no tan convencional que disfrutaba del anime, los videojuegos, los libros, buena música, estudiaba psicología, y le importaba mucho su familia.
Sobretodo, su padre, a quien amaba mucho pero que hacía poco había fallecido, y antes de morir le había prometido cumplir uno de sus sueños de viajar a estudiar a otro país.

Beck

19 años, con solo una ex novia con la que estuvo 7 años y la cual le fue injustamente infiel con su propio maestro.

Beck

Sorprendentemente virgen hasta ese momento, por haber decidido no entregarse hasta estar 100% segura.

Beck

Una mujer de hermosos sentimientos, que había llegado a mi vida para hacerme conocer la magia, y que dentro de muy poco estaba a punto de alejarse por irse a otro país.

¿por qué? ¿Por qué ahora cuando por fin había conocido a una mujer maravillosa, estaba por alejarse de mi?

Y entonces lo supe, era ahora o nunca...

-Beck, se que es muy pronto para decirlo, que apenas nos estamos conociendo, y que aún no nos vemos en persona, pero me gustaría preguntarte algo.

-Claro, dime Jordan.

-¿Te gustaría ser mi princesa, mi novia?

Los 5 minutos que tardo en abrir el mensaje, y los 30 segundos que tardo en responder, me parecieron más que eternos.

-Si.. si quiero.

Al leerle, me levanté emocionada de mi cama, casi lloro de la emoción, me arriesgue a perder, me arriesgue a parecer ilusa y ridícula, pero todo había fluido a mi favor, y ahora por fin podía entregarlo todo.
No podía creer que una hermosa y maravillosa mujer como ella, aceptará estar conmigo.

-muchas gracias, no sabes la inmensa felicidad que me haces sentir. Me gustas mucho, me encantas Beck.

-tambien me gustas mucho Jordan, eres una chica muy linda.

Y así fue, conocí a mi princesa, la chica de mis sueños, la mujer perfecta.
Y ahora, así de pronto comenzaba, la mejor etapa de mi vida hasta entonces.

Hablábamos todos los días, y prometimos vernos lo antes posible, pasaron dos semanas hasta que por fin pudimos vernos.

Los días pasaron, y por fin llegó el día.

Quedamos de vernos en una plaza muy reconocida en la ciudad donde ella vivía, yo tendría que viajar al menos una hora para llegar, pero sabía que valía la pena.

Cómo era básicamente una cita a ciegas, ya que ella no tenía ninguna fotografía en sus redes sociales, aún no sabía cómo lucía realmente, solo sabía que habíamos quedado, a una hora específica, en un lugar específico, la banca frente a la entrada del cine era nuestro lugar.

Cuando llegué... Me moría de nervios, volteaba hacia todos lados, simplemente observando y preguntándome...

¿Será ella?
¿Me habrá visto antes y decidió irse?
¿Y si no le gusto?

Aquellas preguntas me taladraban jodidamente la cabeza, para tranquilizarme, ví mi celular un momento.

Me levanto de la banca y comienzo a caminar por el lugar, quedándome cerca por si veo llegar a alguien a nuestro punto de encuentro, la ansiedad me consume, y decido dejar de preguntarme si acaso ya llegó o si me ha visto y decidió alejarse, así que vuelvo a sentarme en la banca.

De pronto, siento como alguien se sienta bruscamente a lado mío, casi invadiendo mi espacio personal a grado de parecerme sumamente incómodo.

-Hola Jordán.

Al escuchar su voz, supe que se trataba de ella, nerviosa voltee a verla y le sonreí.

-hola..., -contesté.

¿En qué bendito y dramático problema me había metido ahora?