Al regresar a casa, el camino pareció un tanto difícil... Caminar con tanta humedad desbordándose y atravesando mi pantalón no era sencillo, mucho menos cuándo había sido la primera vez que me sucedía, y además sólo por el poder de un beso.
El recuerdo de sus besos impactaban sobre mi con cada respiro. Caminaba como en automático, confieso que me dejó en shock...
Beck ¿Cómo decirte? ¿Cómo hacerte saber qué, hoy más que nunca deseo que te quedes junto a mi?
¿Qué, aunque respeto la promesa que le hiciste a tu padre, quisiera que pudieras concederme el deseo de decir no a la distancia?
¿Cómo? ¿Cómo voy a soportar estar sin ti 6 meses?
¿Qué voy a hacer cuando esta dulce locura me conduzca directo a desear tus besos, el roce de tu cuerpo?¿Cómo le explico a mi corazón, que su amor es fiel y correspondido aunque no pueda verte, abrazarte, besarte y tenerte a mi lado?
¿En dónde busco mi conciencia y mi razón para alcanzar a comprender que vale la pena esperar, y convencerlos de que volverás a mi lado?
Beck...
Pareciera una broma cruel de mi destino, encontrarte justo cuando estás por irte.
Amarte es mi bendición y mi tortura.
Al llegar a casa, encontré la furia de mi padre y las consecuencias de mis actos. Salir sin permiso ya se estaba volviendo más bien una costumbre, pero sabía que de no hacerlo así, no estaría viviendo absolutamente nada en mi vida. Mi padre, a pesar de su alcoholismo y de no poner nunca un buen ejemplo desapareciendo por días, era un sujeto bastante estricto, todo tenía que hacerse cómo y cuando el quisiera, siempre a su manera, y no solo pensaba así respecto a la vida de sus hijos, siempre se creyó con el derecho a decirle a todos como vivir su vida, y quién contradijera sus ideas parecía presentarsele como enemigo, en fin... Mi padre si tenía razón en algo, yo prefería pedir perdón a pedir permiso, por qué así vivía construyendo mi propio destino y no me limitaba por sus eternos "no".
Después de una acalorada discusión, termine diciéndole todo.
-Papá sé que para ti es difícil de entender quién soy, y lo que deseo hacer con mi vida, pero si he salido de casa ha sido con un buen motivo, fui a ver a mi novia.
-Jordan ¿De qué chingados hablas?
-Papá, tengo novia, vive un poco lejos, quería y necesitaba ir a verla por qué dentro de muy poco ella se va a ir a estudiar a otro país, y tardará en volver.
-mmm... Y ¿quién es? ¿Cómo se llama? ¿Que edad tiene? ¿Que está estudiando? ¿A dónde se va?
-Se llama Beck, tiene 19 años, estudia psicología y se va a estudiar a Canadá.
-¿Psicología? ¿Canadá? Vaya, ahora sí me sorprendiste. Cuando menos parece algo bueno para ti.
Sorprendentemente de la nada, mi padre había cambiado su postura, claro, en parte, ya había tenido todo un año para aceptar mi forma de ser y sentir.
-Bueno, está bien, dile que venga a verte a la casa, tenemos que conocerla.
-Estan bien, muchas gracias.
-¿Cuando se va?
-en dos semanas, a principios de diciembre.
-bien, te daré permiso de que venga a verte este fin de semana y tú puedes ir a verla la próxima semana.
De verdad, ahora la actitud de mi padre había sido una completa sorpresa, nunca me había apoyado en nada pero ahora lo hacía.
Aquello me hacía inmensamente feliz, sentía que en mi vida, las cosas iban tomando su lugar.De inmediato, me contacte con Beck para contarle.
-Mi princessa...
-hola amor, ¿Cómo estás?
-bien mi vida, hace un rato que llegué a casa, disculpa que no te había mandado mensaje
-Descuida cariño, que bueno que ya llegaste.
-si corazón, oye... Hablé con mi padre sobre ti.
-¿Si? Y ¿Que tal te fue?
-Para mí sorpresa bien. Hasta me pidió que vinieras a casa, voy a presentarte formalmente.
-¿De verdad? Me parece excelente. Cuando debo ir.
-¿Crees que puedas venir mañana domingo?
-Claro.
-de acuerdo mi amor, iré por ti a dónde te dejará el taxi.
Pensar en volverla a ver tan pronto, hacia que mi corazón se acelerara a un ritmo maravillosamente extraodinario.
No había imaginado, que tan solo en unas cuantas horas más, podría estar besándole de nuevo.
Al día siguiente, me levanté muy temprano, me bañé y vesti, arregle y dejé todo impecable. Solo deseaba tenerla de nuevo conmigo.
Casi como a las 11 am, me llamo y fui por ella. Al llegar a casa, mis nervios sentían colapsar de tanta emoción e incertidumbre, no sabía realmente que esperar de la familia.
-Entonces... ¿Rebecca? -dijo mi padre
-Beck de hecho...
-Claro. Beck, me dice Jordan que estudias psicología.
-Asi es señor.
El ambiente se sentía bastante tenso, aunque estábamos todos presentes, parecía que en el interrogatorio y su defensa, solo estaban ellos dos.
Beck tenía una mirada que yo apenas conocía, firme, segura, tenaz, sin ningún rastro de dejarse intimidar.
Mi padre al ver aquello, aflojó el ritmo, comenzó a hacer bromas forzadas y Beck solo lo dejo hablar; pudo haberlo ridiculizado pero no lo hizo.
Por fortuna, aquella tortura termino lo suficientemente rápido.
Cuando al parecer ya no tenían nada más que decirse, fuimos de inmediato a mi habitación.Ella lucía realmente hermosa, su cabello negro, totalmente lacio, su mirada fascinante, su sonrisa amplia, su cuerpo, una verdadera maravilla.
Llevaba puesto un saco para invierno que le iba bastante bien, uno de sus botones se había desabrochado y con gentileza, comencé a ponerlo en su lugar.
-En realidad, deberías estar desabotonando los demás...
Cuando me dijo esto, de inmediato la vi a los ojos, y tenía una mirada realmente seductora, un intenso calor subió por todo mi cuerpo hasta mis mejillas. Por un momento aquel comentario me tomo desprevenida, y solo me ruboricé.
En verdad, no esperaba esa actitud en ella, yo sabía perfectamente que ella aún era virgen, y tenía la idea de que debía mostrarle respeto, a ella y su decisión de permanecer así, pensaba que si no se había entregado a su ex durante 7 años de relación, había muy pocas posibilidades de que ella se entregara a mí.
En aquel instante sentí como un fuerte deseo se apoderaba de mi al verla. Me acerque lentamente y la besé.
Sus besos eran tan dulces que embriagaban.
Para mí sorpresa... Su enorme sensualidad comenzaba a desbordarse para invitarme a hacer aún más.
Deseaba continuar, pero temía no saber dónde detenerme, o si de pronto vería entrar a mi padre a la habitación.
La excitación que ella lograba hacerme sentir, se apoderaba de mi cuál preso a cadena perpetua, era tomar entre mis manos el cielo y su gloria. Bendita mujer...
Y sí, cedi a sus hermosos encantos y atributos, ella sentada a la orilla de la cama, y yo... Frente a ella, arrodillada en el piso...
-Jordan, ¿Que haces? -Preguntó ella un poco agitada...
Sonreí pícaramente y dije...
-Voy a rezarle a mi virgen...
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Mi princesa
Teen FictionJordan es una joven que a pesar de sus miedos, sus problemas internos y externos, las grandes preguntas sobre sí misma y la vida, lucha por no dejarse vencer. En el proceso de crecimiento personal, conoce al amor de su vida, su princesa...