Capitulo 8 Syria

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Ha pasado un mes desde qué Syria y Tania volvieron, la verdad es que me cuesta mucho no dejar brotar mis sentimientos justo a flor de piel cuando las veo pasar, estás semanas realmente han sido una total y completa tortura, verlas todos los días, me ha hecho mucho más difícil la existencia, incluso concentrarme en clases es difícil, me ha jodido tanto que la materia de matemáticas se ha vuelto casi incomprensible y lamentablemente reprobare el semestre.

Sinceramente, aunque se que fui yo quien acepto las condiciones de sus besos, no puedo evitar sentir algo de dolor y coraje hacia su persona.

Mi mente divaga en clase, mientras la observo, solo puedo pensar: ¿Por qué si le hizo tanto daño, volvió con ella? ¿No se ha dado cuenta de que la quiero, qué me preocupo por ella, qué podría darlo todo por qué estuviese bien?

De pronto mis pensamientos son interrumpidos.

- Señorita McComish, me parece que usted ya entiende perfectamente mi clase y por ello no le importa poner suficiente atención ¿verdad? Pase por favor al frente a explicarnos a todos la clase -dijo con una voz firme y autoritaria la maestra de matemáticas.

Por un momento me sentí realmente confundida, todos mis compañeros me miraban esperando que yo diera al menos una señal de vida.

- Lo siento mucho maestra, me distraje un momento pero no volverá a suceder - dije eso con una sonrisa medio forzada implorando su misericordia.

-Ponga más atención o la próxima vez tendrá que salirse de mi clase - sentenció.

Asentí haciendo una mueca mostrando vergüenza, y ella continuo con la clase, de pronto sentí que alguien me observaba, levanté la vista y ahí estaba ella, Syria tenía la mirada clavada en mí,  casi como si intentará desde lejos, con solo esa mirada, decifrar que pasaba por mi mente, entonces la mire directo a los ojos, como diciéndole con todas mis fuerzas que la extrañaba.

En ese momento sonó la campana y la clase termino, ella aparto la mirada, y salió del salón lo más pronto que pudo.
Está vez, para mí mala suerte, le hice caso a mis estúpidos impulsos. Salí del salón, casi corriendo detrás de ella, tropezando con varios compañeros para alcanzarla y sin notar a tiempo hacia donde se dirigían sus pasos...

- ¡¡Syria...!! -le dije casi alcanzandola, ella se giró hacia mi, y al hacerlo note que justo frente a ella estaba su novia, Tania.

Ella parecía ahora más confundida que yo.

- ¿Podemos hablar? -le dije aún sin saber realmente lo que estaba haciendo, reconozco que en ese momento solo me había dejado llevar por mis impulsos.

- Lo siento mucho Jordan, justo ahora no puedo... -la interrumpí
- Te quiero...

Me tomo más de un segundo asimilar lo que estaba pasando, lo que acababa de salir de mi boca, y que ella estaba ahí, con su novia.

-Jordan... -al verme su expresión cambio, era una mezcla de ternura y tristeza.

Tania seguía atónita sin entender que estaba pasando.

-Lo siento Syria, la verdad es que yo... -no sabía si era correcto terminar aquella frase, mi adrenalina de pronto se había ido, y solo me quedaban unas inmensas ganas de retroceder, y fingir que eso, nada de eso había sucedido.

De pronto escuché una estrepitosa carcajada, era Tania, que al final, acababa de comprender que me le estaba declarando a su novia.

- ¡Ay por favor! Jordan ¿Que esperabas que pasara? ¿Que Syria de pronto me dejara para irse contigo? -dijo Tania con el tono más burlesco y asqueroso que encontró para reírse de mi.

Syria seguía frente a mi, y al escuchar aquello solo agachó la mirada.
Tenía ganas de tenerla más cerca, de rogarle que se olvidará de ella, que me diera la oportunidad de hacerla feliz, pero sentía como un nudo en mi garganta se apoderaba de mi voz y una lágrima se desbordaba por mi mejilla y... No pude...

Syria, al notarme parada frente a ella observándola y sin decir nada, levantó de nuevo la mirada, está vez viéndome directo a los ojos, como queriendo encontrar las palabras adecuadas para aquel intenso e inesperado momento.

Tania, quien la conocía bastante bien, también lo noto.

-Vamonos Syria, no vale la pena -dijo tomándola del brazo y llevándosela de ahí. Ella volteó su mirada hacia mi una última vez y se fué. Y yo... Yo seguía tratando de comprender que acababa de suceder.

Voltee a mi alrededor y para mí sorpresa había varios compañeros observandome, acababan de ser testigos de algo que no sucedía a menudo. Y alcance a escuchar algunos de los rumores que decian "¿Jordan es lesbiana?" Las chicas decían "eso entendimos" y los chicos decían "es una lastima" otro de ellos dijo "es que le falta un verdadero hombre que se lo haga bien" mientras los otros reían.

Salí lo más rápido que pude de ahí, solo quería alejarme de las consecuencias de haberme dejado llevar por mis sentimientos, busque un lugar alejado junto a la biblioteca y entonces me deje caer sobre el pasto.

No podía entender como había sido capaz de semejante tontería.

Mi princesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora