Mi princesa

Capitulo 38 Adiós

Han pasado solo tres meses desde que Beck y yo terminamos, me duele saber que ha podido ser todo un malentendido, pero en el fondo, comprendo que ella se sentía presionada por su familia cuando sus tíos y su madre le dijeron que yo no le convenía, que no tenía un futuro que ofrecerle, que solo era una niña tonta con la que perdía su tiempo.

Quizás eso la orilló a terminar conmigo aquel día.

Respete su decisión y me alejé, por más que deseaba volverla a ver, tenerle cerca, y pedirle una nueva oportunidad, no lo hice.

Me dolió, fue su actitud, el tono como terminó aquella llamada.

Los recuerdos me han inundado los ojos durante estos meses. He vuelto a caer en el dolor y la soledad, fue su partida, la que me partió el alma.

Me he dejado arrastrar de nuevo hacia el abismo, aquel lugar donde apenas parecía destrozos de un refugio, lloré y maldije, ¿Por qué? ¿Por qué deje que se fuera solo así? ¿Vale la pena luchar por alguien que realmente no cree en ti? ¿Me amaba? ¿Es verdad aquella frase que dice "si amas algo, déjalo ir"?

La vida ya no tiene sentido para mí aunque finjo que sí, ahora no se ni de dónde las mujeres se me acercan, una tras otra, y sencillamente, no puedo.

¿Cómo empezar de nuevo? ¿Cómo fingir que no duele, que lo he superado, que puedo ser feliz a pesar de su ausencia?

Se bien que jamás amaré a nadie como la amo a ella, pero otros labios me invitan a olvidar.

Estoy tan jodida qué solo quiero escapar,  no quiero pensar en nada, nada importa, otras quieren jugar, dicen un "te amo" como decir "hola" y contesto igual, no les intereso en verdad y a mi no puede importarme menos.

Yo que ya había dejado cualquier acto nocivo, vuelvo a enredarme en descontrol.

Y lo sabía, sabía que el momento llegaría, dolor y más dolor por no saber qué más hacer con los trozos que aún quedan de mi.

Está vez estoy muriendo lento.

Es como si las heridas abiertas y el dolor, pudieran recordarme que aún sigo viva, aunque por dentro mi alma ya halla abandonado mi cuerpo.

Me dejó llevar, se que quizás más tarde me arrepienta, pero no hay nada que me pese más que haberla perdido.

¿Es así como quiero enfrentar mi dolor?

No

¿Por qué no soy capaz de levantarme de este sepulcro como si nada hubiese pasado?

Estoy más jodida de lo que pensé.

¿Por qué mi razón y mi corazón no quieren entender razones y poner en práctica lo aprendido?

Mi alma parece rendirse, no quiere luchar más, siente que todo acabo.

Por eso, por eso calla a su conciencia cuando ésta le grita que de ésto también puede salir.

Se niega a escuchar, no quiere saber más nada.

Una flecha en el pecho, la misma que la enamoró y termino matándole.

Si he de llorar toda la vida, que así sea.