Extra II *Meeting Family

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Este es un pequeño extra de cuando Louis conoció a Anne y a Gemma. Lo pedido es cumplido. Así que aquí está.

Disfruten❤️

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-No es justo que yo esté pasando por todo esto y tú... -. Señaló despectivamente al ojiverde quien lo miraba divertido. -... Tan solo sonreíste un poco y ya todos quedaron hipnotizados. Además de que ya tenías a las gemelas ganadas.

Harry tan sólo admiró el ceño fruncido de su novio y sonrió porque Louis así le daba ternura si era sincero.

-Lou, cálmate. Ellas te adoraran, no creo que haya un ser en la tierra que no caiga rendido por tu encanto-. Dijo el ojiverde mientras daba vuelta a la derecha con el volante del carro.

-Puras habladas, Harold. Puras habladas-. Louis cruzó sus brazos en su pecho resignado, Harry sonrió mostrando sus hoyuelos ante el comportamiento de 5 años de su chico.

-Pareces un niño, William.

Uy mala jugada.

Louis lo miró con traición brillando en toda su cara, como se atrevía a usar su segundo nombre en un tema tan importante.

-Pues este niño es el que escogiste para ser tu futuro esposo, Edward-. Harry suspiró divertido, enserio amaba a Louis.

-Amor-. Tomó una de las manos del ojiazul y con la otra siguió manejando.
-Todo saldrá bien, ya verás. Además, era esto o conocer a mi madre y a mi hermana el día de la boda.

Fue lo último que se dijo, hasta que el carro del cantante ya estuvo frente a una linda y acogedora casa en medio de Homes Chapel.

Harry tomó ambas manos del ojiazul y dejó besos en sus nudillos, bajo la atenta mirada de Louis y su ceja alzada. Luego tomó sus mejillas y se acercó dándole un suave beso tratando de tranquilizarlo.

-¿Estás listo?-. Preguntó Harry, dándole un casto beso en sus labios.

-¿Tengo opciones?

Harry sonrió ante el sarcasmo de su persona favorita, dejando ver sus malditos hoyuelos, esos de los que Louis no tenía control.

Así que sólo se ablando y dejó un beso en cada mejilla del ojiverde, disfrutando del olor de su colonia.

Bien, si. Tal vez había logrado calmarse con su olor.

Salieron del auto, y con las manos entrelazadas caminaron hasta la puerta de la casa. Harry fue quien tocó el timbre sintiendo el ligero temblor en la mano del ojiazul.

Le dio caricias suaves tratando de decirle que todo estaría bien, que no se preocupara, lo cual pareció funcionar porque Louis puso su mejor sonrisa en sus labios para cuando la puerta se abrió.

-Oh, Harry-. Dijo antes de tirarse a los brazos de su hijo menor y repartir su cara de besos. -Maldita sea, tienes meses sin venir. Vuelves a hacer algo así y te deseheredo-. Dijo luego con el ceño fruncido mientras lo apuntaba con el dedo.

Fue cuando se volvió hacia Louis.

Anne era como Harry la describió. Tenía hermosos ojos verdes, una sonrisa que contagiaba de alegría a quien fuera y cierto aura a comodidad.

-Tú debes de ser Louis-. Asintió Anne antes de rodear al ojiazul en brazos, dejándolo completamente confundido. Sin embargo, ¿quién era él para no disfrutar un abrazo que se sentía tan maternal?

Exacto, nadie.

-Mucho gusto, Anne. Harry me ha hablado mucho de ti-. Dijo Louis con una sonrisa apenas la tuvo cara a cara.

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