27. El héroe del día

156 15 23
                                    

Billy se preparó para el disparo. Si se movía rápidamente en el último segundo... quizá no pudiera esquivarlo del todo, pero con un poco de suerte podría evitar que le acertase en algún órgano vital. Y después, con algo más de suerte, intentaría cargar contra Sivana para arrebatarle el arma. Sería difícil con un balazo en el cuerpo, todas las posibilidades estaban en su contra; pero tenía que aferrarse a esa mínima esperanza.

Empezó a contar hasta tres, intentando sincronizar su cuenta con la intención que leía en los ojos de Sivana. Esta vez sí que era un duelo como los del oeste, con la salvedad de que solo uno de ellos tenía la opción de disparar, y el otro únicamente podía intentar esquivarlo en lo posible.

"Una, dos..."

...Antes de que llegara al "tres", que hubiese coincidido con el disparo, se oyó un gran estruendo en la pared junto a ellos, como si algo hubiera impactado contra la base de la torre desde fuera con una fuerza colosal. La estancia entera se estremeció como bajo los efectos de un terremoto.

Billy aprovechó la inesperada circunstancia para lanzarse contra Sivana, al cual aquel imprevisto también le había tomado desprevenido. El muchacho trató de apoderarse de la pistola que sujetaba el científico y ambos comenzaron a forcejear. Aunque Billy tenía la fuerza de su juventud, la tensión parecía dotar a Sivana de una energía insólita.

Al mismo tiempo, la pared recibió un segundo y aún más violento impacto exterior que la destrozó, dejando entrar el viento y la cegadora claridad del sol. Y aún algo más: una figura voladora masculina, con capa blanca y un ajustado traje azul bastante parecido al de Superman... pero que no era Superman.

—¿Qué pasa, tíos? Siento llegar tarde, ¿me he perdido mucho? —saludó Freddy en su forma superheroica, y frunció el ceño extrañado al ver a Billy—. ¿Y tú qué haces así, sin transformarte?

Billy no vaciló, y dio un violento empellón a Sivana que lo hizo trastabillar y caer, perdiendo momentáneamente el agarre de la pistola. Después, corrió hacia su amigo:

—¡Freddy, sácame de aquí!

—¿Pero por qué no te transf...? —empezó a preguntar este, pero algo en la urgencia con que Billy corría hacia él le hizo desistir de su curiosidad. Sin añadir más, se limitó a tomar al chico por las axilas y emprender el vuelo hacia el exterior.

Sivana había recuperado la pistola, y pese al viento, los dos amigos oyeron que empezaba a disparar; pero Super Freddy, que seguía sosteniendo a Billy, corrigió su posición para servirle a este de escudo. Algunas de aquellas balas le alcanzaron, pero solo para rebotar de forma inocua sobre el cuerpo de superhéroe del muchacho.

—Cuánto rencor acumulado tiene ese tipo, ¿eh? —comentó Freddy.

Billy apenas le escuchó. Mientras seguían ascendiendo hacia el cielo, murmuró una súplica: "Por favor, por favor, que funcione...", y después, con la voz más alta que pudo, rugió "¡¡SHAZAM!!"

El rayo cayó sobre él, y esta vez le dio de lleno. Freddy apartó la vista, deslumbrado por el relámpago, y de hecho soltó a su hermano adoptivo, pero este no cayó: ya era de nuevo el héroe Shazam. Flotando en el aire, se palpó el pecho unos segundos y respiró aliviado. Por un momento, cuando Sivana insinuó que le había quitado sus poderes, había temido que fuera de forma permanente; pero al parecer se trataba de otra de sus muchas mentiras.

—¿Qué ha pasado ahí dentro? —quiso saber Freddy.

—Ese canalla me ha tendido una emboscada —explicó él—. Llegas a aparecer unos segundos después y no lo cuento.

—Esto no habría pasado si no me hubieses mandado a hacer de niñera —le restregó su hermano adoptivo, alzando las cejas.

—Sí, bueno... —replicó Shazam de mal humor, y entonces vio a Sivana salir de la base de la torre, presumiblemente tratando de huir—. Ya hablaremos después de eso. Antes, tengo una deuda que cobrarme.

Love and war (Shazam!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora