31. El vídeo viral

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-Belle-

Aunque deseaba hacerlo, me abstuve de levantarme para ir al encuentro de Billy, y me limité a sonreírle mientras Freddy y él se acercaban a nuestros pupitres.

Ahora que mis sentimientos románticos hacia él se habían desvanecido misteriosamente, descubría en mí un nuevo cariño fraternal por Billy, semejante al que sentía por Freddy o por Darla. Eso no hacía mi felicidad por verle menos intensa, solo diferente. Incluso tuve ganas de abrazarle: si ya solo le veía como "Billy Batson, mi compañero de clase", y él únicamente me consideraba una amiga, supuse que ya no habría problema en que tuviéramos contacto físico.

Pero no me atreví, temía que Georgia lo malinterpretase. En cuanto había visto a Billy con su hermano en la puerta del aula, se había puesto nerviosísima; y había empezado a ordenar frenéticamente sus materiales de clase para disimular, resistiéndose a mirar hacia donde estaban ellos. Si en algún momento había necesitado la confirmación de que mi hermana estaba enamorada, ahí tenía la prueba.

—Hey, hola —me saludó Billy cuando estuvieron junto a nosotras.

—¡Buenos días! ¿Cómo estáis?

Él se echó a reír:

—¿No deberíamos ser nosotros quienes te preguntásemos eso a ti? —Me quedé mirándoles extrañada, a lo que Freddy añadió:

—No todos los días se tiene una experiencia cercana a la muerte.

—Oh, ¿vosotros también? Por última vez, estoy perfectamente, ya os lo dije. —Billy y yo habíamos intercambiado un par de mensajes de texto al regresar a casa, y también al día siguiente; pero con mi obsesión con el Capitán Marvel, apenas le había hecho caso al pobre—. Lo del sábado fue un susto espantoso, pero no pasó de eso. Dejad de preocuparos por mí, ya bastante me está agobiando mi hermana. —La señalé.

—Hey Georgia, ¿tú cómo estás? —la saludó Billy al darse cuenta de su presencia, y ella le echó una rápida mirada a él y después a Freddy.

—Bien —masculló, y a continuación bajó la vista y siguió fingiendo ordenar sus apuntes con las mejillas sonrojadas. Jamás la había visto tan tímida, y por un momento me pregunté por qué había empezado a actuar así; pero tampoco tuve tiempo de pensar mucho más, Billy estaba hablándome de nuevo:

—Me siento fatal por no haber estado ahí en aquel momento —dijo, mientras su hermano se dejaba caer en su asiento junto al mío—. A lo mejor pensaste que... fui un cobarde por haberme marchado —añadió, con voz baja y avergonzada.

—¿Qué? En absoluto. —Freddy debía de haberle mencionado aquel cruel comentario de mi padre—. Fuiste a buscar ayuda, ¿no? Hiciste lo correcto, lo que se supone que se debe hacer (*). Olvidémonos de eso también. Prefiero quedarme con lo bueno de la experiencia.

Los chicos pusieron cara de extrañeza:

—¿Qué tiene de bueno el estar a punto de hacerse papilla contra el suelo? —inquirió Freddy, haciendo que su hermano le mirase mal por lo gráfico del comentario. Yo le respondí:

—No todos los días uno conoce a un superhéroe.

—¡Ah! ...eso. —Freddy puso los ojos en blanco, antes de dirigir una elocuente mirada hacia su hermano adoptivo que no comprendí muy bien.

—¿Qué te pareció... él? —preguntó Billy, con curiosidad mal disimulada.

Con todo lo que pensaba y sentía por mi reciente salvador habría podido escribir un tratado de doscientas páginas, pero sabía que mi amigo me vería raro si me mostraba demasiado entusiasta.

Love and war (Shazam!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora