Love and war (Shazam!)

49. Danza aérea

Cissie se le quedó mirando, sorprendida:

—-¿Quieres decir, ahora?

—-¿Por qué no, tienes algo mejor que hacer?

Ella sacudió la cabeza.

—-No quiero que se me haga tarde... —-murmuró, aunque después alzó la vista hacia él, algo ansiosa—-, pero da igual. Un ratito.

-—Un ratito —-asintió él. Necesitaba que ella se quedara como fuese, pero por mucho que hubiera presumido de ser el Capi-Sensei, lo cierto era que jamás había dado clases a nadie, de nada. Lo había intentado alguna vez con sus hermanos, pero cada uno quería hacer las cosas a su manera y sus pocos intentos de impartirles clase acababan convirtiéndose invariablemente en un caos.

Se estrujó la cabeza para que se le ocurriese algo:

—-Okey, empezaremos por lo más básico.

Ella alzó las cejas, esperando la aclaración:

-—Que es...

-—...La pose de superhéroe, por supuesto.

Cissie se echó a reír de nuevo.

-—Totalmente básico, vale.

-—Lo primero que tienes que hacer es ponerte de pie, con las piernas un poco separadas para mantener el equilibrio. Luego ensanchas el pecho todo lo que puedas y pones cara concentrada, como si te estuvieses preguntando si hoy te acordaste de ponerte ropa interior. -—Mientras lo describía, iba efectuando los gestos correspondientes, ante la hilaridad de la joven-—. Para colocar los brazos, tienes dos opciones: la primera, con las manos en la cintura, así. La segunda es cruzártelos sobre el pecho, como un gorila de discoteca. La primera queda más de portada de cómic, la segunda impone más a la hora de enfrentarse a los criminales.

-—Debería haber traído un cuaderno para tomar notas -—bromeó ella.

-—Ah, y acuérdate de colocarte siempre que puedas de cara al viento. Así, este hará ondear tu capa y se verá genial.

-—¿Y cuando no haya viento? ¿O en interiores?

-—Siempre le puedes pedir a algún amigo que te eche una mano con un ventilador.

Ella soltó otra carcajada. Lo cual era curioso, porque él no había dicho aquello de broma: en la grabación de su último vídeo, Freddy y él habían empleado un ventilador para que se viese más épico.

-—Yo... en realidad, hay otro tema de superpoderes con el que sí necesitaría tu consejo -—confesó la joven.

-—Tú dirás.

-—Es al volar. Me cuesta mucho mantener la estabilidad. ¿Tú cómo lo consigues?

Lo pensó un poco: para él, siempre había sido más intuición que otra cosa.

-—Déjame ver cómo lo haces tú.

Tras una ligera vacilación, Cissie caminó hacia fuera del travesaño, quedando suspendida en el aire.

-—¿Te desplazas en vertical o en horizontal?

-—En horizontal.

-—Muéstramelo.

Ella se colocó en posición horizontal frente a él, y de inmediato él pudo ver cómo empezaba a tambalearse:

-—¿Lo ves? -—se quejó ella con tono lastimero, mientras se colocaba otra vez en posición vertical.

-—Eh, tranquila. Creo que el problema es que eres demasiado consciente de tus extremidades -—dijo, lo que pareció sorprenderla.

—-¿Qué quieres decir?