Mi pequeña obsesión

TRENTA OTTO

Capítulo 38:

Maratón; 2/7

Narra Sabrina
Continuación.

Lo alzo por los brazos mientras que Addison lo alza por los pies.

— ¿cómo mierda vamos a pasar sin que nos vean por las cámaras? — me quejo— ¿por qué pesa tanto?! —

— las cámaras están apagas, este es un antro donde hay muchos sicarios que les pagan a los de seguridad para apaguen las cámaras, se cansaron de prenderlas y apagarlas así que dijeron que estaban dañadas para no volver a prenderlas—

— oh... bueno—

Miro antes de salir por el pasillo hasta la puerta de emergencia.

— ¿a donde lo vamos a llevar? Sus hombres notarán que no está—

— subámoslo al carro — dice y obedezco —

Condució un largo rato hasta un río.

— verifica sus bolsillos— obedecí encontrando un celular y en la parte de atrás una pistola — sácale la memoria y el chip, quédate con la pistola —

Lo hago, tiro el celular contra un árbol y piso lo demás.

Addison verificar los bolsillos del traje.
Kamil abre los ojos agarrando una boca de aire. Agarra a Addison del cuello.

— ¿donde estoy, perras?— se
levanta—

Toca su cabeza enseñando la sangre de la herida. Le quito el seguro a la pistola y lo apunto. Me observa con los ojos fríos, aprieta el agarre de Addison.

— suéltala...—

— perdonaré el que intentarán matarte si vienes conmigo—

Addison niega y este aprieta el agarre.

— ¿Qué es lo que quieres de mi?! ¿No te bastó con violarme aquella vez?! — grito—

— no te la metí, no seas dramática— da una carcajada—

—Sí que eres muy hijo de puta ¿no?... no necesitas meter una polla para que cuente como violación, con el desacuerdo de la otra persona es suficiente—

Suelta a Addison dejándola caer, se acerca a mi hasta que la pistola toca su pecho. La sube con la mano y la coloca en su frente.

— disparame si tienes los cojones — murmura—

Respiro hondo y concentro mi mirada.

— si me matas... te va a caer la mafia coreana encima, corazón...— alza la mano y toca mi mejilla— y te vas directo al infierno, una belleza como tú no pertenece a ese sitio...—

Su tacto me da tanto asco.

— entonces te veo en infierno—

Aprieto el gatillo.

La sangre caliente cae sobre mi rostro.
Caigo de rodilla frente a su cuerpo sin mirar a Addison. Sigue tosiendo por la falta de aire. 

— lo maté...— murmuro —

Addison se acerca después de unos segundo. Me abraza y me susurra que todo va a estar bien.

Presente

El remordimiento me envuelve. Esa escena se repite en mi cabeza.
Yo maté a una persona.

— necesito que me digas a quien mataste, muñeca — limpia la sangre que queda en mi rostro— prometo que te voy a proteger —

Se supone que deba estar odiándolo por matar a mi mamá, pero tiene razón, el puede protegerme de la mafia coreana.

Respiro hondo antes de hablar.

— Kamil... — digo con un hilo de voz— maté a Kamil...—

Me observa sereno.

— ¿Qué?...— suelta mi rostro—

— Estaba ahorcando a Addison...y...y...el me tocó y luego... luego apreté el gatillo— mi respiración es agitada —

— ay... muñeca...— ríe— se lo
merecía—

Golpeo su pecho.

— ¿Cómo puedes decir eso?! — alzo la voz — era una persona... no sabes el remordimiento que siento:—

Envuelvo mis rodillas con mis brazos.

— E matado a tanta gente que ya no se como se siente eso, no lo recuerdo.— se levanta— vamos, arriba. Necesitas dormir al menos 5 horas —

Me ofrece su mano y lo ignoro levantándome de mala gana.

— ¿me vas a proteger?— pregunto sin mirarlo—

Agarra mi cabello obligándome a mirarlo.

— siempre...— murmura — haré cualquier cosa con tal de tenerte a mi lado—

•••