OTTO

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Capítulo 8:

Narra Sabrina

Hossler me entregó una tarjeta para la habitación. Son habitaciones separadas y lo agradesco mucho.
La habitación es cómoda tiene un ventanal dejando ver la ciudad. Entró a la habitación y veo como la puerta de el armario estaba un poco abierta. Me acerco y noto que hay mucha ropa, elegante, casuales. Pero lo más que me llama la atención es el cajón transparente

Encajes.

Encajes negros, blancos, rosados, azules, bueno de todo los colores.

Dejo todo como estaba y camino hasta el baño donde paso alrededor de media hora en el jacuzzi.
Escucho como tocan la puerta, agarro una bata y voy a la puerta. La abro y noto que es uno de los guardaespaldas de Hossler.

—¿Si?— digo al ver que el no dice nada.

— En 2 horas la espero en la recepción. Iremos a un casino y el jefe me a ordenó llevarte— dijo.

— Claro...— Suelto y cierro la puerta. Me acerco al armario y veo todo lo que hay.

Bajo las escaleras con un vestido azul ajustado a mi cuerpo que contiene un pequeño escote dejando la forma de mis senos junto unos tacones negros. El mismo hombre estaba con su celular.

Apenas me vio hizo su rostro cambio a preocupación.

Sei pazzo — soltó en italiano restregando su cabello no largo.

Lo mire confundida. Me acaba de llamar loca
El seguía suspirando y tocando su cien.

— ¿Sucede algo?— pregunto con los brazos cruzados

Observa si reloj en la muñeca, mira al hombre a su lado y le extiende la mano.

— Dame tu chaqueta.

El hombre le entregó la chaqueta.

— Póntela y sin pretextos— La puso sobre mis hombros.

— ¿Tiene algo malo mi ropa?— pregunte alzando una ceja.

— No, no... solo es que...— intenta calmar el ambiente.

— Bueno...— Retiro la chaqueta de mis hombros y se la entregué—¿puedo saber tú nombre?.

— Por supuesto, soy Anthony, la mano derecha del señor Jaden... y tú eres Sabrina.

•••

Entramos al casino y el hombre aún tenía la cara de preocupación.

— ¿Qué se supone que haga aquí?— pregunto.

— Puedes sentarte allí— señaló unos muebles.

Yo asentí y comencé a caminar. Realmente me siento un poco incómoda ya que siento varias miradas, odio ser el centro de atención.

— Addison— dijo una mujer ofreciéndome su mano.

— Sabrina...— Agarro su mano.

—¿Vienes sola?

— Realmente no lo se

—¿Cómo que no lo sabes?— dice entre risa para tomar de su vaso.

— Me dijeron que me sentara aquí a esperar— me acomodo en el muebles.

— ¿De que rango es tu... lo que sea?

— Eh... Empresario...— Dije dudosa.

Ella comenzó a reír.

— ¿Empresario? No... aquí no hay empresarios... Aquí hay solo puro Mafioso, Sicario, Narcos y todos esos cabrones.

No se que pensar, aunque no e olvidado aquella conversación.

Tierra Sabrina...— las manos de Addison pasa por mis ojos y vuelvo

—¿Tu con cual vienes?

— Con el de allá— señaló a la zona VIP— ¿vez al peli- negro? Pues con el de enfrente.

El peli- negro se volteó dejando ver a Hossler. Tenía una chica en su regazo mientras fumaba cigarrillo. Al igual que el otro hombre.

— Dejemos de hablar de hombres, vamos a bailar!

Yo asentí. Ella con mucha confianza agarró mi mano y me jaló. Abrió una puerta y se escuchó una fuerte música.

— Tu solo disfruta— comenzó a moverse

Yo sonreí y comencé a moverme de la misma manera mientras paso mis manos por todo mi cuerpo.

Addison me entregó un vaso, pero lo dude por unos segundo.

— Ándale! No seas aguafiestas — dijo y yo reír.

Lo tome de un solo trago y me ardió en mi garganta.

•••

Ya me dolían los pies de tanto bailar, pero sentí unos brazos que pasaron alrededor de mi cintura y me pegaron a un fuerte torso. De reojo note que su cabello era rubio y rizo.

— No te detengas...— murmuró a mis espaldas.

Mis ojos se conectaron con unos azules intensos que me observaba desde una esquina, pero la conexión fue interrumpida ya que el chico me volteó, entrelazó sus dedos en mi cabello acercándome a el. Lo acerque a mi devorando su boca.

— Jefe... lo buscan— Una Mujer nos interrumpió.

El suspiró y se alejó de mi.

Me volteo para salir de la pista chocando con un pecho, subo la mirada encontrándome con el italiano. Paso por su lado ya que estoy muy  borracha, lo se. Y créanme, el alcohol no es lo mío.

— Sabes... — Addison camina hasta mi— Jamás vi una mujer pasar por largo a Hossler, el mejor de los sicarios— dijo para sonreír.

—¿Sicario?— pregunté

— ¿En que mundo vives, Sabrina!? Necesitas conocer más el mundo.

Yo niego.

— Entraste con Anthony, la mano derecha de Jaden. Yo tú me alejo, e tenido amigas que se han metido con el y dicen que es una vez que entras no puedes salir— dijo segura.

— ¿Quien dijo que yo quiero algo con el?

— Estás a tiempo, Sabrina... disfruta la vida con la mujer hermosa que eres y dejemos que los hombres se jodan. — dijo dando otro shot.

Ella tiene razón.

— Pásame  tu número, guapa.

Intercambiamos números. Salí de el casino esperando un Uber.

— No me digas que te vas en Uber.— dijo una voz ronca a mis espaldas.

Lo observé notando al hombre rubio que ahora que lo veo mejor es bastante atractivo.

— Si quieres te llevo— Relamió sus labios observando mi cuerpo.

— ¿Por qué debería confiar en ti? — preguntó y me acerco a él sin espacio alguno.

— Por que soy el único en que puedes confiar...

— ¿Nombre?

— Vinnie— agarró y besó mi mano.

— Sabrina... un gusto...

Mi pequeña obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora