Mi pequeña obsesión

TRENTASEI

Capítulo 36:

Narra Sabrina.

Me come con la mirada. Camina hasta su escritorio y abre un cajón sacando una peluca roja.

— Mira lo que encontraron en el basurero de "Costa Violeta"— sonríe—

Trago en seco.

— les enseñé el video de seguridad— se acerca hasta no dejar distancia— tu decides...—

— hay muchas mujeres mejor que yo, que pueden hacerlo mejor que yo— agarro su corbata — busca a otra mujer...— rozo nuestros labios— por que de mi no vas a tener lo que quieres—

Lo empujo.

— amenázame todo lo que se te de la gana. La mayoría de mi vida a sido un puto infierno que fue causado por mi propia madre. Así que tus estúpidas amenazas me las paso por el culo—

Camino a la puerta y al tocar el cerrojo escucho como quita el seguro de su pistola.

— ¿Por qué siempre tengo que coger todo a la fuerza? — se acerca sin dejar de apuntarme— ¿Por qué mierda no puedes subirte sobre mi? Tú lo provocaste! Es tu maldita culpa que yo te desee. —

Me volteo.

— ¿mi culpa? No se cuantas veces tengo que repetirte que estaba ebria, no sabía que hacía. — hablo con
seguridad—

Se acercó sin dejar de apuntarme hasta que la pistola toca mi frente.
Trago en seco cuando presiona la pistola en mi frente.

—me e dado cuenta lo estúpida que eres... no tienes ni puta idea quien soy, no sabes como es este mundo. — sonríe mostrando sus dientes —

Mi espalda da con la puerta.

— ¿sabias que a tu mamá la
mataron? —murmura—

— claro... que no—apenas puedo hablar—

— si...— ríe — dicen que fue la mujer que la cuidaba —

— mentira! —

— ¿Por qué? ¿Por qué la contrato Hossler? ¿Por eso es mentira? — deja de apuntarme dejando que vuelva a respirar— ¿cuál era la única razón por la que querías regresar? —

No me deja contestar.

— tu mamá, exacto —

— ¿insinúas que el mandó a matar a mi mamá? —buféo —

— ¿insinuar? No... te lo estoy diciendo por que es verdad —

— ¿tienes alguna prueba, foto, una maldita prueba de que ella está
muerta? —

Camina hasta su escritorio sacando un sobre. Que no sean fotografías por favor...
Metió la mano en el sobre repartiendo siete fotografías en el escritorio junto un papel.

Me acerco viendo las fotografías de mi mamá en el suelo cubierta de sangre.

— Los diagnósticos dicen que fue brutalmente golpeada. — se sirve un vaso con licor—

— ¿pero como sabes que fue el? — volteo las fotografías—

Me entrega el papel.

Confesión.

Lo hice. La mate. Me ofrecieron 12 millones de dólares por acabar con su vida. Fue un hombre Italiano, de ojos azules y cabello negro. Se llevó a la hija de la mujer y me dejó a cargo.

Caigo de sorpresa en la silla detrás de mi. No puedo leer más nada.
Mi respiración se sube y baja con rapidez.

— ¿ahora me crees? —

Me levanto encaminándome a la puerta.

— Piensa antes de actuar! No sabes como puede reaccionar! —

Respiro hondo tratando de calmarme. Limpio algunas lágrimas para salir.

Me encamino a la puerta topándome con Aurelio.

— Sabrina...— lo interrumpo—

— llévame a la casa —

Subo al auto. Entró al auto.

— ¿estas bien? ¿Que sucede? ¿Llamo a Jaden? —

— El cabrón mató a mi mamá!! —

Rompo en llanto.

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