Capitulo 27: No quiero

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Su respiración vuelve a ser normal y su comportamiento es tranquilo. Todavía, no he roto el contacto visual con él. Una sonrisa amenaza con salir de mis labios pero muerdo mi labio inferior para evitarlo. El ruido de la puerta abriéndose me hace reaccionar y finalmente centro mi atención en la puerta detrás de mí.

De la puerta, aparecen tres personas. La señora Davis junto con un hombre con bata de doctor de su misma edad. Lo que me sorprende, es encontrar aquí a Damien. La mirada de la señora Davis recorre cada milímetro de la pequeña habitación a detalle, hasta llegar al hombre incorporado en la camilla y esposado. No solo la señora Davis observa con suma atención a James, el doctor también lo hace. El único que no presta atención en él, es Damien, que cuya atención está puesta en mí.

-¿Qué hace usted aquí?-me pregunta la señora Davis, desviando la atención de todas en mí.

-Bueno, se supone que a esta hora debo dar la medicación al paciente de la habitación 209-digo, cosa que es verdad.

Abre la boca pero la cierra al instante. Está pensando que decir. Finalmente, es el doctor quien habla:

-La verdad, es que quería hablar con usted personalmente, señorita-dice-. Debido a que el paciente Kinnaird, ha provocado numerosos disturbios...-es interrumpido por la grave risa de James. Parece que su actitud le asusta un poco. Tiene que aclararse la garganta antes de seguir-. Hemos acordado en cambiar su medicación.  Y eso incluye, un cambio también de medida y de horario, claro.

Es Damien quien me entrega una cajita de cartón que se supone que es la medicación. Abro la cajita y saco el prospecto. Mis ojos se abren por la sorpresa sin siquiera darme cuenta. Esta medicación es tres veces más fuerte que la anterior. Tres veces. Básicamente, con esto podrías dormir a un león enfurecido.

-Entonces, tendré que darle menos veces la medicación ¿no?-pregunto dudosa.

-No-dice, de nuevo el doctor-, el paciente deberá tomar la medicación nueva cada tres horas en vez de cada cuatro.

Antes de decir nada, Damien me coge de la mano y me lanza una mirada como advertencia de que no diga nada más. Soy testaruda, pero, esta vez asiento.

-Está bien-digo-, pero acabo de darle su medicación hace cinco minutos.

-Que empieza mañana con su nueva medicación-dice. Mira a la señora Davis-. Bueno, debo irme, tengo cosas que hacer. Buenas tardes a todos-dice antes de que él y la señora Davis salgan por la puerta.

Me quedo mirando la cajita que tengo en las manos. Damien sigue aquí, esperándome. No puedo evitar fulminarlo con la mirada, a pesar de no haber hecho nada. Es más, me está "protegiendo".

-Emma, vamos-me suplica arrastrándome suavemente de las manos. No me había dado cuenta de que todavía me sujetaba de la mano.

Estoy enfadada, pero también tengo unas extrañas ganas de llorar. No quiero darle esta medicación tres veces mayor. No quiero. Y por eso no lo haré. No pienso darle una gota más de ninguna medicación. No más. No la necesita. Ni él ni ninguno de los pacientes.

Miro a James, él está mirando mis manos entrelazadas con las de Damien.

-Hasta mañana-me despido, aunque mi voz es casi un susurro.

Empezamos a salir pero mi librero suavemente de la mano de Damien. Él no parece sorprendido, más bien, parece que sabría que no estaríamos cogidos de la mano por más tiempo.



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Hola hermosuras!!! Sé que es corto, pero al menos, aqui está. Espero que os haya gustado el capitulo nuevo.

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LUHCHEMOS TODOS JUNTOS POR UN MUNDO SIN SPOILERS!!!

Estoy loco y por eso estoy aquí (Fanfic de Theo James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora