Capitulo 44: En la palma de su mano

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Sigo cada uno de sus pasos. Literalmente, estoy muda. Ella tampoco dice nada durante el trayecto. En el ascensor no había nadie tampoco. Estamos en la tercera planta, nunca he estado aquí antes. Pero recuerdo que para lo que a mí, me parece una eternidad, Damien me dijo que es en esta planta donde "castigan" a los pacientes con las descargas eléctricas. No puedo evitar pensar en James, adormilado, casi inconsciente, siendo arrastrado aquí, donde lo único que recibió fue una paliza y espero, que no más que eso. Aunque que te den una paliza sin tú poder defenderte, estando inmóvil, no es nada pequeño ni insignificante, nunca se sabe si podrían hacer algo aún peor. 

Aunque hay algo peor que la imagen de mi cabeza de él recibiendo una horrible pesadilla, y es: los gritos ahogados que escucho desde aquí. Incluso con todas las puertas cerradas, los gritos son desgarradores y estridentes. Todos mis músculos se tensan y deseo correr y esconderme e intentar borrar estos gritos de mi cabeza. Pero no puedo, no, sí quiero saber la razón por la cual James está aquí.

La señora Davis se detiene cuando llego a una habitación con puertas grandes y pintada de rojo, aunque ahora la pintura está sucia. En un cartel con letras mayúsculas y grandes, está escrito "SOLO PERSONAL AUTORIZADO". Un hombre vigila la puerta para que ningún listo consiga entrar. Davis exige que abra la puerta pero el hombre me mira dudoso. Ella le dice que me deje entrar con ella y finalmente, abre la cerradura y guarda un llavero con muchísimas llaves en uno de los bolsillos traseros de su pantalón negro.

Nada más entrar en esa habitación oscura, la puerta se cierra a mis espaldas. Está a oscuras completamente pero aún así, puedo saber que la habitación es grande. La señora Davis enciende la luz que consta de escasas lámparas baratas de luz tenue. Ahora con la luz de las bombillas casi gastadas, veo archivadores metálicos por casi toda la habitación. Papeles y más papeles se guardan allí. Ella va directa a un gran archivador, abre uno de sus amplios cajones y rebusca entre muchas carpetas. Sus dedos se mueven con rapidez pasando las carpetas hasta encontrar una donde en una etiqueta en uno de los lados pone "James Kinnaird-1984". Sin decir palabra, coge la carpeta color tierra que por lo que veo, contiene muchísimos páginas, y se dirige a una mesa. Deja la carpeta ahí y apoya sus dos manos en la mesa. Antes de sacar a la luz el contenido de la carpeta, se gira para mirarme y dice:

-Nadie puede enterarse de esto-me advierte.

Asiento y centro toda mi atención en la carpeta que poco a poco se abre. Me permite ocupar su lugar y yo misma saco una a una todas la páginas.  Las primeras son toda la información de James. No me pasa por alto el hecho que casi todas las casillas donde deberían poner toda la información de él, está en blanco. No tienen más que su fecha de nacimiento y el lugar donde lo encarcelaron. Paso las páginas una tras otra pero me detengo cuando encuentro un portafolio de plástico color azul que no permite ver lo que contiene. Dejo las páginas que tenía en mi mano en la mesa y saco el contenido del portafolio. 

Fotografías. Muchas fotografías que ocupan toda la pagina. Las manos empiezan a temblarme cuando las veo. Todas y cada una de ellas son fotografías de mujeres muertas. Centro mi atención en una. Una mujer con el pelo manchado de su propia sangre. Tanto en su cuello como en sus muñecas se reflejan claramente la marca de unos dedos que la deberían de haber agarrado muy fuerte para poder dejar esas marcas color azul casi negro. Lleva, llevaba un vestido color crema por la altura de las rodillas, pero aquí, el vestido está roto y manchado de sangre. Su pecho está al descubierto donde unas visibles y profundas heridas llegan desde su cuello hasta su ombligo. Su cara tiene moratones, heridas, arañazos...prácticamente, todo su rostro está magullado y herido. Su cuerpo tampoco se salva de estar completamente destrozado. A esta chica le abrieron en canal. Es horrible ver los intestinos de una persona. Las marcas de unas uñas están impresas en sus dos muslos, y tanta debió de ser la fuerza, que incluso también sangra.

Pero hay una cosa que me llama más la atención. En la palma de su mano. Todo su cuerpo está como supongo que ella estaba antes que su corazón dejara de latir, pero su mano no. La posición de su mano izquierda está claramente para que destaque. Para destacar lo que tiene en su palma de la mano. Un símbolo. Una "s" tumbada de lado y un circulo encima. Está representado en rojo, pero no se dibujo con sangre, sino  que con algún tipo de objeto puntiagudo, se hizo. Entonces, la realidad me golpea repentinamente en la cabeza. Su tatuaje. James tiene el mismo símbolo tatuado en su nuca. James.... Las manos que hicieron esto fueron las suyas.

Instintivamente reviso todas las otras fotografías. Lo que me temía, todas las chicas muertas, degolladas, mutilas y más, en alguna parte de su cuerpo, tiene ese símbolo. Una chica a la que le quito un ojo, lo tiene en su frente, otra en su pecho, en su vientre...

-Está obsesionado con ese símbolo-dice la fría voz de la señora Davis-. Todas esas pobres chicas lo tienen-hace una larga pausa-. Las mata a todas mientras mantiene relaciones sexuales con ellas.  No hay indicios de violación.

Lagrimas se acoplan en mis ojos pero no lloraré. No delante de ella. No delante de nadie. Parpadeo repetidamente para hacer que se esfumen.

-Son muchas chicas a las que mató, pero creemos que aún hay más-pasan unos minutos hasta que ambas dejamos de mirar esas espantosas imágenes-Esto, Johnson, es la razón por la que está aquí. Es un asesino y todos los demás también lo son. Esta es la razón por la que tenemos que drogarlos, como usted dice. Por la razón que los catalogamos como "locos, lunáticos, dementes...". ¡Y si aún no se le ha metido eso en la cabeza, le enseñare más!-grita.

Lo peor es que no era una advertencia, saca más fotografías y estas quedan esparcidas por toda la mesa. Imágenes igual de desgarradoras que las anteriores. Dejo escapar un grito ahogado cuando veo a una chica con un corte profundo que ocupa toda su cara. No podría tener más de diecisiete años. Era una niña. Sus azules ojos están inyectados en sangre. Un corte en su cuello es lo que le arrebató la vida.

-¡No quiero ver más! ¡Quiero irme! ¡Por favor, déjeme marcharme!-exclamo y mi voz me falla.

Asiente con la cabeza y me señala la puerta. A paso rápido llego a la puerta, pero antes de marchar, ella dice:

-Mañana ya  no será su enfermera-dice.

Vuelo a asentir y salgo tan rápido como puedo sin siquiera mirar al hombre de la puerta. Corro. Corro sin saber dónde voy hasta llegar a un pasillo vacio. No lloro, pero empiezo a sentir horribles nauseas. No me importa mucho quien me vea vomitar en estos momentos. Vomito en una pequeña papelera de plástico. Cuando en mi organismo no queda nada más que expulsar, tengo la respiración incontrolada.

James hizo todo eso. Esa es la razón por la que todo el mundo le tema aunque la mayoría no sabe lo que hizo. Cosas horribles es lo que hizo. Pero más horrible es que eso no ha cambiado mi opinión de él. Para mí, sigue siendo el hombre con preciosos ojos y sonrisa pequeña.



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Hola hermosuras!!! Dios!!!!!! No sabeis el tiempo que llevo esperando para este capitulo y lo cierto es que a llegado más rapido de lo que imaginaba. Realmente no sé que decir, tengo tantas cosas que me gustaría decir que no sé cual.


Pero esto es algo no relacionado con este cap. Me gustaría saber quien es la persona que imaginais para Emma. Porque sí, yo aun sigo buscando a esa chica que cumpla todas los requisitos que yo quiero para ella, pero no he encontrado a nadie.

Quien os gustaría que fuese???????



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Estoy loco y por eso estoy aquí (Fanfic de Theo James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora