Una risa pequeña brota de mis labios por la ironía. ¿Enamorada yo? Quien lo diría. Nunca me había pasado, sinceramente. Tampoco, nunca había buscado el amor. Me negué al amor desde muy pequeña. Tenía cinco años cuando averigüe que el amor es una mierda y decidí que lo mejor para mí era nunca amar a alguien. Claro está, que la única excepción es mi hermana, Susan. Siempre la he querido aunque sea una hermana mayor nefasta.
No es normal odiar el amor a la edad de cinco años. Pero supongo que este odio al amor proviene del odio hacía mi tía materna. Ella era un romántica empedernida y siempre estaba en busca de su "príncipe azul". Pero los príncipes azules no existen y ella nunca entendió eso. Aunque más bien que una romántica, era una necesitada de amor. Ella creía que no podría vivir "sin compartir la cama con alguien", como ella decía. El problema es, que permitía que los hombres hicieran de todo. La trataban como una mierda y ella, no solo les defendía, sino que era un perrito faldero de su "príncipe azul". Se deprimía y pasaba el día y la noche sollozando porque su "príncipe azul" le había engañado o resulto ser el villano del cuento. Y cuando un último posible "príncipe azul" apareció y este la dejo después de dejarla embarazada, ella se suicido.
Ella era débil, eso es obvio. Pero mi conclusión es que el amor te hace débil. Y por eso nunca he querido conocer el significado de amar. Realmente, ahora no sé cómo me siento. Van a ejecutar a James después de conocer mis sentimientos. Y yo soy quien tiene que decírselo.
Camino con lentitud y siento mi cuerpo pesado. Siento que cada movimiento que realizo, supone una fuerza inhumana. Humedezco mis labios secos y un nudo se instala en mi garganta que me impide respirar en buenas condiciones cuando estoy frente su puerta.
No puedo evitar mirarlo desde el falso espejo. En vez de esposas lleva una camisa de fuerza que parece ser incomoda. Su vista está fija en la escasa luz que pasa desde la pequeña ventana rectangular que está un palmo por debajo del techo. Está sentado encima de las finas y rasposas sabanas por lo que puedo ver sus pies descalzados. Sus ojos tienen su aspecto habitual a pesar de su cansado estado. Un moretón azulado habita en su pómulo izquierdo. Al igual que yo, sus labios carnosos, ahora están secos.
Las manos me tiemblan cuando introduzco la llave en la cerradura pero consigue abrir la puerta. Toda su atención se centra mi alarmado. Parece tenso pero cuando me ve su rostro se alivia. El alivio en su rostro me causa unas horribles ganas de llorar. Llorar todas las lágrimas retenidas desde años. Y me asusto cuando noto como una lágrima resbala por mi mejilla derecha. Solo una lágrima cae pero es la primera en años.
Su expresión alarmada refleja preocupación cuando ve esa insignificante lágrima para muchos pero la importante para mí. No me equivocaba respeto a lo que el amor te vuelve débil. En teoría, llorar no es signo de debilidad. Pero el amor cambia a las personas. Yo nunca he llorado por nadie y ¿ahora? Ahora me siento vacía y estúpida por no haber sabido antes lo que sentía. Definitivamente: odio el amor. Odio haberme enamorado de James. Odio no poder hacer nada. Odio saber que morirá en unos días. Odio las ganas de llorar que siento últimamente. Odio que él tengo esos ojos tan cautivadores y sea tan atractivo. Odio que lo vayan a matar. Odio la simple idea de no volver a verlo. Odio todo esto. ¡Lo odio tanto!
-¿Qué te han hecho?-pregunta preocupado pero puedo detectar rabia y furia contra todos ellos. Sé que él también los odia.
Me acerco a su cama con la mirada de James puesta en mí en todo momento. No quiero decirle nada. Quiero decirle que nada ha pasado. Pero eso no sería justo para él. Si va ha ser ejecutado, al menos tiene el derecho de saberlo.
-Tengo que contarte una cosa, James-digo con un hilo de voz.- Hoy he tenido una reunión con unos de los doctores y...-busco las palabras pero ninguna me parece adecuada o correcta.
-Emma, dispara-dice simplemente aunque algo angustiado.
-Te van a ejecutar dentro de una semana-suelto y noto como otra lágrima cae.
Conociéndome como me conozco y aunque nunca lloro, lo más normal hablando de la orgullosa, cínica e insensible de Emma Johnson, habría limpiado de inmediato esa lágrima. Pero ahora mismo me da igual que alguien me vea. Bueno, no. Me da igual que él me vea llorar.
-¿Por eso lloras? ¿Porqué me vayan a matar?-pregunta incrédulo.
-Pues claro que lloro por eso, James-exclamo.- No lo veo justo. No estamos en la edad prehistórica donde la pena de muerte era válida-prácticamente repito las mismas palabras que usé antes cuando me dijeron la noticia. Pero sé que debo decir la verdad.- No quiero que mueras, James.
-Y yo no quiero que tú llores-dice sin más.
-¿Cómo puedes solo centrarte el que yo llore y no en que vayan a matarte?-exploto.
-Porque una cosa es que yo muera, y otra muy diferente es que tú llores-dice como si las primeras lágrimas derramadas en años fueran más importantes.- Prefiero morir a ver como lloras.
-Eso es una mala inversión, James-digo haciendo que mis labios sean una fina línea recta hasta que vuelvo a hablar-, porque si tú mueres, yo lloraré aún más.
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Realmente no sé que decir. No he llorado cuando he escrito el cap, pero si que me ha dolido hasta mí. Puede que comparta la idea respecto al amor con Emma, pero en mi caso ninguna tía se suicido por amor.
Repito: no sé que decir, pero vosotr@s podeis decirme lo que pensais de el cap en los comentarios.
Esto duele mucho *pensando*
VOTAR y COMENTAR, no seaís lectores fantasma
LUCHEMOS TODOS JUNTOS POR UN MUNDO SIN SPOILERS!!!
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Estoy loco y por eso estoy aquí (Fanfic de Theo James)
FanfictionJamás pensé que eso acabaría sucediendo. Jamás pude si quiera pensar en ello. Acababa de empezar a trabajar en una clínica psiquiátrica, donde dementes y más, están internados en el. Pero, nunca pensé, que alguien como él, como James, pudiera apare...