Capitulo 6: Nada

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Al fin mi día laboral ha finalizado y puedo tomar mi tiempo libre para descansar un poco.  Realmente hoy he tenido miles de cosas en la cabeza, a veces más de una a la vez. Por un momento creí que mi cabeza iba a explotar y aparte los gritos de los pacientes me han dado un horrible dolor de cabeza. Genial. Al menos cuando llego Kate no está. No es que no quiera tener su compañía, la adoro mucho y es genial pero...se pasa el día hablando.  Es muy enérgica y no para a no ser que sea la hora de dormir. Es una marmota por la noche y pura adrenalina de día. Me encanta que una persona de su edad como ella disfrute de la vida como lo hace Kate.

Me recuesto en la incómoda cama intentando relajar mi mente pero básicamente, es inútil. Como de costumbre tengo la mente llena de preguntas, curiosidades, observaciones extrañas y como de costumbre también, no puedo conseguir respuesta a nada de lo que tanto tiene atormentando mi mente. Malditos pacientes y malditos esos preciosos ojos que me enloquecen. Suena raro decir que los ojos de alguien al que apenas conoces de una semana te enloquecen, lo sé. Pero esos ojos... esos ojos tienen algo. No sé qué, pero como que mi apellido es Johnson que lo averiguaré.

Cuando por fin noto como mis parpados se van cerrando, la melodía de tono de llama de mi teléfono móvil suena. A regañadientes, saco el teléfono de uno de los bolsillos de mi vestido-uniforme azul pálido y arrastro el dedo índice para aceptar la llamada. No miro el número de la persona que está al otro lado de la línea, pero me sorprende cuando escucho la voz de mi hermana.

-¡Hola Emma!-exclama entusiasmada.

-¡Hola Sus!-digo un poco soñolienta.

-¡Vaya! Perdón, ¿te he despertado?-pregunta.

-Un poco-dejo escapar una risa-, no pasada nada. ¿Qué te cuentas?

-Te echo de menos-dice.

-Yo también te echo de menos a ti renacuaja, pero solo ha pasado una semana de la última vez que nos vimos-digo riendo.

Siempre la he llamado renacuaja. Ella dice que odia que le hube puesto ese apodo cariñoso que invente, básicamente, para molestarle, pero yo sé que muy en el fondo le gusta. Recuerdo que una vez, fuimos a una cena de unos amigos de mi padre y los hijos de los anfitriones eran bastante monos y hubo unas cuantas miraditas furtivas entre nosotros. Y cuando por fin decimos lanzarnos y presentarnos, ella va y se presenta como "Renacuaja Johnson". Me reí de ella creo que unos cinco días.

-Ya, pero me había vuelto acostumbrado a tenerte cerca para enfadarme-dice riendo- y...quiero hablar...

-Suéltalo hermanita-digo riendo.

-Vale, vale-no me comas dice riendo-. Puede que hay...

-¿Quién es él?-le interrumpo.

 -¿Quién te ha dicho que haya alguien?-pausa- Bueno vale, ¡es encantador! Y entre nosotros hay algo, lo sé. Pero... pero tiene novia y no me gusta entrometerme en una relación. Pero cuando estamos juntos...

-Sus, no te metas en medio de una pareja-le advierto-. Tengo que recordarte aquella...

-Ya lo sé-dice-. No pensaba hacerlo.

-Más te vale-escucho como deja escapar un pequeño suspiro-. ¿Te gusta como futura relación estable o como una aventura de una noche?-pregunto curiosa.

-Ya sabes que no me gustan las aventuras de una noche, a diferencia de ti.

-¡Ni que hubiese tenido centenares!-exclamo indignada- ¿Qué quieres que haga yo si tengo tanta facilidad para enamorar a los chicos?-digo con tono fardón antes de romper a carcajadas al igual que mi hermana.

Y así nos estamos durante más o menos media hora más, como adolescentes fardando de los novios que han tenido en su corta vida. Después de colgar la llamada, me siento un  poco más enérgica que cuando llegue hará dos horas aproximadamente. Quiero hacer algo que me tenga ocupada. Ocupada de pensar en aquellos ojos marrones que desgraciadamente vuelven a interferir en mis pensamientos. Creo que desde que los vi por primera vez no he dejado de pensar en ellos. Siempre igual, los tengo metidos en mí cabeza, cuando consigo sacarlos de ahí no mucho rato después vuelven a meterse donde estaban. Aunque, si de la persona de la que hablamos es James, pensar en él no es nada extraño. ¿Quién no pensaría en él si lo conociera? ¿Quién? ¿Quién no podría dejar de pensar en la pequeña y leve sonrisa que le aparece en su perfecto rostro de vez en cuando? ¿O en que cuando duerme es lo más adorable y a la vez sensual del mundo?

Espera, espera. Emma ¿sensual? ¿Qué es lo que te pasa? Recuerda que hay un motivo por el cual estás siendo su enfermera.  Tengo que metérmelo en la cabeza de una vez por todas. Pero una de las razones por las cuales no puedo evitar pensar en él es porque a pesar de que he escuchado ciertos rumores de lo peligroso y terrible es a lo largo de la semana, para mí no hay nada que temer. Es cierto. No hay nada en ese rostro que cada vez que lo vea me haga sentir en peligro. Nada. Absolutamente nada. Pero, realmente, no está aquí por haber hecho una pequeña tontería de joven a pesar de que tiene treinta años. Si está aquí, es que tiene una razón detrás de ello.

Estoy loco y por eso estoy aquí (Fanfic de Theo James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora