La vida es demasiado complicada aunque se aprende a vivir en ella, la vida de Natasha, Yelena, Kate, Wanda y familia cambiará en un solo segundo, las cosas que ellas apreciaban y amaban se les será arrebatado, aprenderán a vivir en su nueva realidad...
Acaricié la espalda desnuda de mi novia, ella estaba dormida boca abajo, su cabeza estaba hacía el lado derecho y su brazo de ese mismo lado estaba colgando de la cama, se veía bastante adorable en esa posición, no entendía como había tenido tanta suerte de encontrar a mi pareja en tan poco tiempo, tengo entendido que ha muchos les toma demasiados años, incluso décadas pero yo no había esperado tanto por ella, Natasha es el amor de mi vida.
-Cariño, es hora de despertar-. Murmuré apartando el cabello de su rostro.
-¿Ahora? No, hay que seguir durmiendo-. Murmuró enterrando su rostro en la almohada haciéndome reír.
-Cariño, sabes que hoy nos toca vigilar en la torre, ¿Sabes? Entiendo el punto y a la vez no... No es como si un humano fuera capaz de atravesar todas las trampas que Ororo, Sylvie y las demás brujas colocaron-. Dije frunciendo el ceño y acomodando mi espalda en el respaldo, cruzándome de brazos.
-Mi amor, ¿Se te olvidó que existen brujas? Hay brujas muy experimentadas que se darán cuenta de lo que las demás hicieron, es como todo... Hay brujas buenas, brujas malas, además que Alice dijo que ya les ha ocurrido una vez, un aquelarre de brujas atravesó todo lo que colocaron y hubo una pelea... Mataron a todas esas brujas, el secreto que hay aquí, es muy valioso-. Argumentó mi novia moviéndose en la cama para estar girada hacía mi lado, llevando su mano izquierda a mi estómago para acariciarme.
-Solo quisiera que todos estos niños pudieran vivir fuera de este lugar, es hermoso aquí pero... ¿No te gustaría explorar el mundo si estuvieras en su lugar?-. Pregunté llevando mi mano izquierda a su cabellera, haciéndole un pequeño masaje.
-Mmm-hmm... Me gustaría pero sería muy riesgoso para ellos, aún no pueden vivir tranquilos allá afuera... ¿Si nosotros no podemos, cómo sabremos que ellos lo estarán? Aunque siento que pronto eso cambiará-. Dijo con una pequeña mueca, suspiré e hice una mueca.
Natasha se incorporo un poco para luego besarme en la mandíbula, levantándose con rapidez para luego ir al baño diciendo que tenía ganas de hacer pipi, yo solo alcé mi ceja derecha al verla correr desnuda, yo también me levanté de la cama y me cambié de ropa por algo cómodo, no es que me molestará la ropa qué traía puesta pero hay que mantener cierta modestia ante los demás, arregle un poco la habitación y la cama, escuchando como Natasha le baja a la palanca del baño, segundos despues apareció ya con sus boxer puesto dándome una sonrisa coqueta.
Mi novia se arregló a una velocidad impresionante, la odio cuando hace eso, queda perfecta en menos de diez minutos y yo cuando era humana tardaba más de media hora por qué no me gustaba como quedaba mi cabello y ella solo... Solo lo desenreda, se hace una trenza o lo deja suelto, así... Cómo si nada, mendiga lobita que amo con todo mi corazón. Ambas salimos de nuestra habitación riendo de un chiste que Natasha había escuchado de parte de Yelena.
-¡Oigan! ¿Qué están haciendo?-. Preguntó Natasha frunciendo el ceño al abrir más la puerta entre abierta de la habitación de Kate y Yelena.
-Estamos tomando fotos, no molestes-. Gruño Yelena sin mirar a su hermosa mientras se subía al regazo de Kate que estaba muy sonriente.
Ladee un poco mi cabeza hacía el lado derecho divertida, ambas se veían muy bien juntas, además que Yelena tenía puesta una playera que decía: "Mi chica" ¿De dónde la habían conseguido? Quiero una, ambas estaban muy felices tomándose fotos con el celular de Yelena.
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