La vida es demasiado complicada aunque se aprende a vivir en ella, la vida de Natasha, Yelena, Kate, Wanda y familia cambiará en un solo segundo, las cosas que ellas apreciaban y amaban se les será arrebatado, aprenderán a vivir en su nueva realidad...
-Mierda esto duele demasiado-. Gruñó Thor cuando se transformó en humano al mismo tiempo que Elsa colocaba su chaqueta encima de el, tratando de taparlo.
-Debemos sacarte de aquí, llevarte a la zona segura-. Dijo Elsa haciendo una mueca al ver al rubio apretando la mandíbula con fuerza con semblante de dolor y ojos cristalinos.
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-¡Hey! Ustedes, ayúdenme-. Gritó Elsa al ver a dos vampiros corriendo cerca de ellos, estos se detuvieron y llegaron a su lado.
-Mi amor, te vamos a levantar pero te será muy doloroso-. Aseguró Elsa acariciando el rostro de Thor quién asintió con la cabeza.
Entre los tres vampiros se acomodaron para levantar a Thor, dos a cada lado de los hombros del rubio y Elsa alfrente, sosteniendo sus piernas, el rubio apretó la mandíbula con fuerza evitando gritar de dolor, cada paso que los vampiros daban era un gran sufricio para el, jamás había sentido tanto dolor como ahora, podía escuchar los pensamientos de sus hermanos preguntando por su bienestar pero era difícil contestar cuando el dolor invadía todos sus sentidos.
-Maldita sea, sus costillas están demasiado lastimadas, fracturadas-. Dijo Clint con la respiración agitada mientras revisaba las costillas de Yelena que gritaba de dolor.
-¿Qué pasa con la herida de la daga? Tiene Aconito puedo olerlo-. Dijo Sylvie viendo la herida en el hombro derecho de la rubia.
-Mierda, hijo de puta, ahora vuelvo-. Gruño Wanda levantándose rápidamente del suelo para correr y taclear a un híbrido que venía en su dirección.
-Necesitamos a alguien especialista en los lobos, ya sabes... Alguien como la chica Clarke pero debemos llevarla al lugar seguro, ella ya no puede estar aquí, además estamos siendo un punto débil-. Dijo Strange mírando alrededor, notando a los dos lobos que deberían ser parientes de la rubia por qué solo se mantenían cerca de la chica.
-Debemos moverla y eso... La lastimara más pero es algo necesario-. Murmuró Clint quitándose el sudor del su rostro.
-Okey, oye... Oye rubia, necesitamos moverte, te va a doler como un hijo de puta pero es necesario, lo siento tanto rubia-. Murmuró Pietro sosteniendo el rostro de Yelena, echándole una mirada a las madres de la rubia que asintieron con la cabeza a pesar de que en sus ojos se veían lagrimosos.
Pietro miró hacía Eleanor que estaba siendo rodeada por Kate y Natasha, sabía que esa mujer moriría en ese momento y ahora mismo Yelena necesitaba de su ayuda, la sostuvo del rostro manteniendo contacto con ella para después asentir con la cabeza a Strange, Sylvie y Clint quiénes comenzaron a moverla provocando que la rubia soltara un fuerte gritó de dolor, estremeciendo a todos a su alrededor, Yelena gritó de nuevo en agonía, sentía que estaba en llamas, el dolor agudo en sus costillas era horrible, era capaz de distinguir unas manos en su rostro pero el sufrimiento en el que estaba nublaba su juicio.
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