La vida es demasiado complicada aunque se aprende a vivir en ella, la vida de Natasha, Yelena, Kate, Wanda y familia cambiará en un solo segundo, las cosas que ellas apreciaban y amaban se les será arrebatado, aprenderán a vivir en su nueva realidad...
-Cariño, si quieres tener sexo en el bosque me hubieras dicho, soy aventurera de corazón pero siento que vas hacer que me caiga, no se por que ahora que eres más "humana" eres más propensa a golpearte con cualquier cosa-. Dije mientras Kate me arrastraba al bosque con una venda en mis ojos, confiaba en ella pero no tanto.
-Sigues así y te mandaré a dormir a la calle-. Gruñó golpeando mi estómago haciendo que riera.
-Pero es verdad, no miento, te voy a envolver en ese papel que tiene burbujitas, debo cuidar a mi pequeña Natalie de su propia madre-. Le dije para luego soltar un pequeño gruñido cuando me hizo chocar con un árbol.
-Eso fue a propósito, ahora cállate, mi hija está muy bien dentro de mi, se mueve mucho para ser el sexto mes pero es lindo, ahora camina-. Gruño soltando mi mano por un segundo y yo me quedé quieta soltando una risita.
-Amor, ¿Se te olvida que estoy vendada? Debes ayudarme-. Le dije con burla haciendo que soltara una maldición y volviera a tomar mi mano.
Todo el camino fui molestándola provocando que me diera pequeños manotazos, era divertido molestarla aunque sabía mis límites por qué si me pasaba, podría enojarse muy feo además de que eso le hacía daño a mi pequeña Natalie, no puedo esperar para tenerla entre mis brazos, quiero que sea una mini Kate pero ella dice que mi hija sacará el color de mi cabello, no lo sé... Aunque solo quiero que nazca sana y bien.
-Hemos llegó, a la cuenta de tres te quitarás la venda de los ojos-. Dijo Kate cerca de mi oído izquierdo provocando un escalofrío en mi cuerpo.
-Uy si, pero no me hables así que me excitó-. Le dije provocando su risa, ¿Ya dije que amo la risa de mi novia?.
-Cálmate lobo feroz, anda, quítate la venda-. Dijo dándome un pequeño beso en la mandíbula y yo sonreí como tonta enamorada.
Así que hice lo que mi novia me pidió, me quite la venda parpadeando varias veces hasta acostumbrarme a la luz solar, achique mis ojos al notar una pequeña carpa delante de mi, tenía cojines a los lados, una pequeña mesa de madera con vino y comida, era muy hermoso, además podía oler macarrones con queso, el lugar era bastante lindo, era como una cita para celebrar algo.
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-¿Qué piensas?-. Preguntó Kate con voz nerviosa y yo gire a verla provocando que jadeara.
Kate me había puesto la venda en cuanto terminé mi ducha y terminé de cambiarme, dijo que no podía quitarmelo y no la había visto hasta ahora, mi corazón se derritió al ver lo bella que está, tenía el cabello recogido con algunos mechones sueltos, tenía sus labios pintados de rojo y un poco de maquillaje en su rostro pero lo que más llamaba mi atención era el vestido que traía puesto, era de un color rojo vino que envolvía su cuerpo hasta las rodillas pero lo más hermoso era ver su abdomen abultado, ahí mi hermosa Natalie estaba creciendo.
